A la formidable serie de obras, referidas a Artigas, le falta una página, el capítulo correspondiente a su relación estructural con su gente. La valiosa historiografía de Artigas, no es nada banal, y culmina con el momento más fulgurante de su vida, cuando dicta: “Nuestra victoria, victoria, victoria es a favor de los orientales” – lo dictó estando en el centro de sus recursos, en Arenrunguá y en la cumbre del poder; en el desierto, a 500 km de Montevideo. Había vencido a todas las Provincias Unidas del Río de la Plata, juntas, el 10 de enero de 1815.La guerra duró un año, durante el cual Artigas no salió del territorio indígena (La Sierra) ni estuvo presente en ningún combate. Y sin embargo, Buenos Aires reconoció explícitamente que no podía vencerlo, a tal grado, que le ofreció al Emperador de Portugal (en Brasil) que invadiera la Provincia Oriental; y que se quedara con ella, con tal de suprimir al jefe de una revolución que abarcaba la independencia de España, la supresi