El frenteamplismo en el poder, sea éste nacional o municipal, suele emitir iniciativas que sin mayor dificultad caben dentro de la descripción de que son “dignas de Tortorelli”. Los proyectos son legión y van desde el fracasado “corredor Garzón” hasta la asombrosa comercialización estatal de la marihuana. ¿Cómo no evocar entonces al auténtico don Domingo Tortorelli, quien sirvió de base a la frase tan usada?