Grecia vivió ayer su primer día de corralito, en un ambiente de creciente tensión entre el Gobierno y los acreedores que empaña los preparativos del referendo previsto para el próximo domingo. La entrada en default del país resulta ya inexorable a partir de hoy.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo sentirse traicionado por el primer ministro Alexis Tsipras por su comportamiento en la negociaciones en Europa y llamó al pueblo griego a votar por el "Sí" en el referéndum del próximo domingo.
La zona euro cerró ayer la puerta a una extensión de la línea de crédito de Grecia y dejó al país ante una inminente cesación de pagos que podría provocar su salida del euro, después que el gobierno heleno rechazó las duras demandas de los prestamistas y llamó a un referéndum para decidir.
La eurozona rechazó hoy la prórroga del rescate solicitado por el gobierno del primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, después de convocar para el 5 de julio un referéndum sobre las últimas propuestas de los acreedores internacionales para superar la situación actual.
El optimismo de los dirigentes de la zona euro para llegar a un acuerdo con Grecia atenúa el temor de un ‘default’ del país, donde sin embargo se prepara una batalla política para hacer aprobar las concesiones del gobierno.
El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, multiplicó este fin de semana los contactos con dirigentes europeos antes de la esperada cumbre de hoy, en la que se tratará de evitar un "default" griego que tendría consecuencias imprevisibles.
El presidente ruso, Vladímir Putin, sacó pecho ayer por la marcha de la economía rusa a pesar de las dificultades que vive el país y las sanciones occidentales por la crisis ucraniana, al intervenir en el Foro Económico de San Petersburgo.
En una intervención en el Foro Económico que se celebra en San Petersburgo, Rusia, Tsipras sostuvo que "el mundo es diferente" y que "las nuevas fuerzas emergentes están desempeñando un rol cada vez más importante".
El Banco Central griego advirtió ayer que Grecia podría salir de la zona euro si no hay acuerdo con los acreedores, mientras el primer ministro Alexis Tsipras se mantenía inflexible en vísperas de un Eurogrupo dedicado a la crisis con Atenas.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, adoptó ayer un tono desafiante con sus acreedores, horas después de que volvieran a fracasar las negociaciones entre ambas partes sobre el programa de ayudas a Atenas.