Los números positivos se explican por los precios de los combustibles y la aplicación caprichosa de la paramétrica que ha permitido a Ancap cobrar tarifas excesivas durante largos períodos.
Un presidente de Ancap que autoriza, sin convocar al Directorio, la adjudicación de una obra por 64 millones de dólares. Los combustibles (todos los combustibles) debían ser rebajados en un 17% y solo se aprobó un 8% para el gasoil. La empresa-país no para en su ataque.
Mientras se busca amortiguar el desastre Sendic en Ancap, el sindicato se mira el ombligo y reclama por sus privilegios. Más aumentos para los trabajos en la refinería, protestas porque se termina el servicio médico exclusivo y la defensa del cemento más caro del mundo.
Se viene la denuncia penal que blancos y colorados presentarán a la justicia como consecuencia de las actuaciones de la Comisión Investigadora parlamentaria sobre Ancap.