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¿Cuáles son los costos financieros y los beneficios de vivir solo?

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Vivir solo siempre trae aprendizaje

FINANZAS DE BOLSILLO

Quiénes son los “neosolteros” cómo manejan sus finanzas y cuáles son las ventajas y los obstáculos de este grupo.

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Una de las tres grandes amenazas que desde el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) advirtieron que repercutiría en la economía este año eran los altos niveles actuales de la soledad mundial.

Algunos datos compartidos por el WEF señalan que por ejemplo en París, el 50% de la población vive sola, mientras que en Estocolmo la cifra aumenta al 60% y en Reino Unido, la proporción de personas que viven solas se ha duplicado desde el año 1960 hasta el 31%.

Si bien no hay datos oficiales para el caso uruguayo, basta hablar con personas de entre 20 y 35 (o más) años para darse cuenta de que esta tendencia también se da a nivel local.

¿Eso es bueno o malo? En términos económicos desde el WEF han manifestado que la soledad tienen costos económicos importantes, pero también es cierto que ofrece múltiples ventajas y beneficios intangentes.

Dicho cambio social, lento pero imparable, produce distintas consecuencias en la población y da lugar a la formación de un nuevo género denominado “neosolteros”: entendidos como aquellas personas que, además de vivir solas, transforman sus objetivos y reemplazan el tradicional “casarse y tener hijos” por “alcanzar el éxito profesional, viajar y vivir experiencias nuevas”.

Por supuesto, la nueva ola también impacta sobre el mundo financiero con ventajas y desventajas que vale la pena analizar.

IMPUESTOS A LA SOLEDAD. Los costos de “ser solo/a”. Las tradiciones, se sabe, no son fáciles de abandonar y menos en sociedades como las actuales, donde la oferta de bienes y servicios continúa pensada esencialmente para grupos familiares. Se dice que se paga un impuesto a la soledad cuando una persona debe afrontar un costo unitario superior al de otra persona que pertenece a un grupo familiar.

Algunos ejemplos son: en el cine las salas ofrecen un beneficio de 2x1 en determinados días, lo cual también puede leerse como un impuesto del 100% para quien quiera ir a ver una película en soledad.

Cine solo
Ir en cine si se está en pareja es más barato que ir solo. Foto: Shutterstock

Vacaciones: Las habitaciones singles suelen costar hasta un 30% más que las dobles. Como además el precio unitario de una habitación doble se debe dividir por dos, el impuesto a la soledad en este caso asciende al 160%, aproximadamente.

Alimentos: Según la consultora Focus Market, aquellas personas que viven solas gastan hasta 60% más que los grupos familiares en alimentos de consumo masivo.

Esto se debe a que en una familia el consumo se distribuye entre todos sus miembros, mientras que los solitarios que realizan sus compras en el supermercado terminan pagando más porque muchas veces adquieren productos que vienen pensados para ser consumidos entre varios y, si la comida que sobra no se congela o la fruta de más no llega a comerse a tiempo, el costo por producto termina siendo mayor. Por todo esto, la consultora calcula el impuesto a la soledad en un 60% promedio.

Acceso al crédito: En este punto resulta imposible cuantificar el impuesto a la soledad. Lo que no puede negarse es que quienes desean acceder al “techo propio” se enfrentan con el desafío de alcanzar los ingresos requeridos por los bancos a la hora de otorgar créditos hipotecarios. Una pareja, en cambio, puede sumar sus ingresos y lograr que el banco le preste el dinero suficiente para adquirir un inmueble.

Termas del Daymán y del Arapey, destinos preferidos en julio por quienes se quedan en el país. Foto: Luis Pérez
Para los solteros, salir de vacaciones resulta más caro. Foto: Luis Pérez

Los 4 gastos más comunes de los "neosolteros"

Hay algunos gastos comunes en los neosolteros. La compra de artículos tecnológicos es la primera. Es que, según analizó Forbes, los neosolteros están interesados en los productos “del momento”, como tablets y smartphones. Además, los neosolteros han cobrado importancia en el sector inmobiliario porque dada su independencia y poder adquisitivo, compran o alquilan mejores apartamentos. La tercera categoría donde más gastan es en artículos de tiempo libre tales como aparatos de ejercicio, paquetes en spas y tratamientos de belleza. Por último, las mascotas son claves para los neosolteros. Más allá del animal, gastan en servicios de hospedaje, alimentación y hasta peluquería.

BENEFICIOS DE LA SOLEDAD. Por supuesto, no todas son pálidas: existen ciertos beneficios intangibles de vivir solo/a. A continuación, algunos.

Mayor control del dinero: En los grupos familiares el gasto se socializa, por lo que se dificulta su control y administración. Las personas que viven solas no tienen ese problema y pueden planificar y controlar sus finanzas de manera más eficiente. Solo es cuestión de tomar sabias decisiones.

El dinero no determina los vínculos: Uno de los principales motivos de discusión en las parejas pasa por lo económico. De hecho, no son pocos los matrimonios que desean divorciarse pero no lo hacen por un tema financiero. En ese universo de conflictos y eventuales separaciones impera además una cuestión de género.

En el mundo de los solitarios, el dinero no afecta tanto sus relaciones y se valora más la libertad que los beneficios financieros de la vida en pareja.

Mujer soltera
Los "neosolteros" dan más prioridad al tiempo libre. Foto: Shutterstock

Acceso a inversiones de mayor rentabilidad: En el plano de las inversiones, los neosolteros suelen tener un grado de aversión al riesgo inferior en comparación con aquellas personas que deben rendir cuentas a su familia.

No es lo mismo destinar parte de los ahorros a inversiones bursátiles cuando hay una familia que alimentar que cuando no tenemos a nadie que dependa de nosotros.

Mayor flexibilidad: Los neosolteros no suelen estar sujetos a un lugar como sí lo están quienes tienen hijos en edad escolar. En consecuencia, gozan de una mayor flexibilidad para mudarse e incluso para alquilar el inmueble donde viven en vez de comprar.

En conclusión, hemos analizado algunos aspectos económicos de la soledad, por supuesto que la dimensión emocional resulta ineludible a la hora de arrojar a la balanza posibles beneficios y perjuicios de la vida sin compañía.

Será tarea de la psicología y la filosofía evaluar esos aspectos, con la necesaria aclaración de que el resultado nunca puede generalizarse: solo uno sabe si prefiere pagar los costos de la soltería o de la vida en familia.

[EN BASE A LA NACIÓN/GDA]

Algunas desventajas financieras de los "neosolteros"

Algunas de las desventajas de los neosolteros —según La Nación— es que se encuentran con que tienen menores incentivos para el ahorro. Es que se sabe que uno de los fundamentos más importantes del capitalismo es la herencia. Los neosolteros, al no tener herederos, pueden experimentar menos incentivos para ahorrar dinero, con el sentimiento de que si les llegase a pasar algo ese dinero se perdería en el sentido de que no cumpliría la función de asegurar o hacer la vida más fácil a sus hijos o esposa/o. Otra desventaja es que si bien es cierto que no tienen gastos como el colegio, la obra social familiar, etc., pueden terminar gastando más en ropa, estética, gimnasio, etc., gastos que pueden tener una ponderación importante dentro del presupuesto, en detrimento de otros gastos más esenciales.

La pregunta:

¿Cuáles son las características de los "neosolteros"?

El término de “neosolteros” fue utilizado por primera vez en los años '90 por la escritora española Carmen Alborch. Se les dice “neosolteros" a aquellas personas entre los 25 y los 50 años que no tienen como objetivo en la vida tener una relación estable, casarse ni mucho menos tener hijos; sino que más bien se preocupan por alcanzar el éxito en su vida profesional y vivir de una manera plena e independiente.

Algunas de sus características más distintivas son que viven solos, aunque algunos pueden vivir en casa de sus padres hasta pasados los 30 años; no sienten la presión del paso del tiempo y creen que el momento de formar una familia llegará cuando tenga que llegar; suelen ponerse metas personales y profesionales en lugar de metas más sociales como formar una familia o comprar su casa propia; prefieren siempre alquilar una casa o apartamento en vez de comprar, ya que no se concentran en la posesión de bienes; suelen darle mucha importancia al disfrute de las experiencias, como ser viajar, ir a cenar afuera, y otro tipo de actividades recreativas.

En resumen, no ven a la soltería como un fracaso ni algo negativo, sino más bien lo ven como una oportunidad de hacer lo que les gusta, es una elección. Además, el neosoltero elige la soltería de manera indefinida. No es una condición, es un estilo de vida. 

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