El reciente ajuste de $ 1 por litro para la leche fresca tarifada (pasa a $ 20 por litro) conformó a los tamberos.

Desde el domingo pasado, se produjo un nuevo ajuste del precio de la leche fresca —conocida como leche consumo—, producto que corrige su valor dos veces al año (en otoño y primavera), conociéndose ayer un nuevo decreto del Ejecutivo.

El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), Eduardo Viera, recordó que la gremial había planteado ante el Instituto Nacional de la Leche (Inale) que era necesario el ajuste, "fundamentalmente por los aumentos de los costos industriales. Había que aumentar $ 1 por litro la leche consumo, estamos conformes que se haya consolidado ese pedido".

Viera reconoció que "hay industrias, principalmente las más chicas, que tienen un porcentaje importante de leche fresca en bolsita y en general para todos los productores, es un producto más dentro de las industrias que viene bien".

A la vez, el vicepresidente de la Cooperativa Nacional de Productores de Leche (Conaprole), Alejandro Pérez Viazzi, reconoció que "todo ayuda" y también se mostró conforme con el ajuste registrado.

En ese sentido, explicó que "los productores remitentes a Conaprole estamos teniendo un precio que está sostenido por un Fondo de Estabilización que se generó cuando los productos internacionales tenían muy buenos valores". Esta herramienta ayuda a los productores en momentos complicados, garantizando un precio de leche que los ayude a mantenerse produciendo.

El sector primario, "no tiene forma de transferir costos en momentos de dificultades y cuando tiene problemas financieros se complica bastante. Cualquier aumento o mejora del margen de la cooperativa que pueda ser trasladado al productor, es fundamental", dijo Pérez Viazzi.

La lechería enfrenta muchas dificultades y ya no sólo por los precios internacionales. "El clima le está pegando fuerte al sector en estos días. Fue muy benévolo el mes pasado, pero ahora faltan lluvias y eso está complicando la actividad de los tambos", aseguró el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche.

A la falta de agua que pega fuerte sobre las pasturas, se suma también el calor que afecta la producción de las vacas en meses clave donde menos leche se produce, porque es cuando más vacas "se secan" (dejan de producir), preparándose para los partos de otoño. El calor provoca que el ganado no como, se fatigue y baje la producción drásticamente.

Perez Viazzi también hizo referencia a este problema y agregó que "siencima le sumamos que tengamos un negocio que no es rentable, se hace más difícil la situación".

La lechería es un negocio que se planifica a largo plazo y ya pasó por varios momentos de crisis y los productores no bajaron los brazos.

Lo que ahora alimenta la esperanza de los productores son las subas que mostraron los últimos remates de la neocelandesa láctea Fonterra, donde hubo repuntes para la leche en polvo, principalmente para la entera.

"Fonterra tuvo un porcentaje de crecimiento importante en estos últimos tiempos, pero de todas maneras posiciona los valores de los commodities, en precios que todavía pueden subir para poder retomar el crecimiento que teníamos o para devolver al productor el precio que se merece para seguir creciendo y seguir en el campo", dijo el vicepresidente de Conaprole. Los análisis de las consultoras internacionales son bastante contradictorios y ninguno previó las subas que se dieron en el valor de los lácteos en los últimos remates de la neocelandesa Fonterra.

Mientras tanto, en lo interno, los productores esperan que Conaprole mantenga el precio de leche que pagó en enero a sus remitentes otro mes más, haciéndolo extensible a la producción de febrero. El directorio de la cooperativa está trabajando sobre el tema.

"La Asociación Nacional de Productores de Leche le planteó al directorio de Conaprole que trate de aguantar el precio de enero otro mes. La esperanza que tenemos es que ocurra lo mismo en febrero", dijo confiado Viera.

Productores quedaron conformes con el nuevo precio