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Elevar base forrajera es clave para poder crecer

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Nueva Zelanda tiene para hacer aportes al agro uruguayo. Foto: Ariel Colmegna.
PEON DE CAMPO COLOCA CERCA ELECTRICA MIENTRAS EL GANADO VACUNO PASTA AL BORDE DE LA RUTA, VACAS, SEQUIA EN SALTO, 20060425 - COLMEGNA
COLMEGNA

Uno de los desafíos de la ganadería uruguaya es aumentar la productividad de la base forrajera del país, porque se incrementó la productividad del área, pero no la superficie.

Sostener el crecimiento que la pecuaria viene mostrando en los últimos años, pasa por potenciar y preservar el campo natural, la base de los sistemas de cría (dedicados a la producción de terneros).

El campo uruguayo siempre miró hacia Nueva Zelanda y hoy, aunque la brecha tecnológica entre ambos países se achicó, existen desafíos comunes, como la necesidad de incrementar la producción pero evitando impactos sobre el medio ambiente.

La ganadería y la lechería neocelandesa utilizó miles de hectáreas para implantar los reigrases perennes y otras pasturas que hoy son la base productiva; Uruguay tiene un campo natural que es regalo de la naturaleza.

"Tenemos que aprender y potenciar ese recurso básico, el campo natural, pero con una visión donde tengamos en la mira al establecimiento como un todo y al país como un todo", aseguró a El País el investigador y flamante director Nacional del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Fabio Montossi, especialista que cuenta con un posgrado en la Universidad de Massey en 1986.

Sostuvo que tal vez, la mejor manera de cuidar el campo natural, no es sólo aplicarle nuevas tecnologías para mejorar la productividad, la persistencia y la biodiversidad y en cambio señaló que "hay áreas en el establecimiento que pueden ser mejorables en su productividad y eso puede ser parte de un modelo donde la incorporación de un área en base a forrajeras de alta productividad, sea en beneficio del campo natural".

Para Montossi, "Uruguay y Nueva Zelanda son bien distintos, en lo cultural, en lo productivo, en lo agroecológico", pero eso no quiere decir "que no tengamos lugares para compararnos y sacar buenas ideas".

Para él, hay lecciones para aprender del agro neocelandés, pero a la vez, "Uruguay tiene sus propios desafíos, por su propia particularidad. Eso lleva a que Uruguay pueda tomar lo bueno de otros lados, pero a la vez genere su propia información por sus particularidades".

En tanto, el cónsul honorario de Nueva Zelanda en Uruguay Ricardo Shaw, dijo que el agro uruguayo cambió mucho en los últimos 10 o 15 años, pero los neocelandeses aún tienen mucho por aportar.

"No se trata de copiar recetas y los productores tampoco lo hacemos, no se hace lo que no es rentable", aclaró Shaw que también es un productor agropecuario de punta. Sobre los desafíos que tiene el campo uruguayo, consideró que Nueva Zelanda "puede aportar mucho en el manejo del agua y el riego, que es algo que nos preocupa cada vez más y en todos los avances ecológicos".

Observar lo que los neocelandeses invierten en investigación, desarrollo y educación, también es clave. "Hay mucho que puede ser adoptado en Uruguay hoy, cuando el sector agropecuario se presta a invertir más", dijo Shaw.

Agua en las parcelas

Llevar el agua a la parcela para que el ganado no camine tanto, ha sido una tecnología neocelandesa que más se incorporó en la lechería uruguaya en los últimos años y a la que los productores lecheros cada vez apuestan más.

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Nueva Zelanda tiene para hacer aportes al agro uruguayo. Foto: Ariel Colmegna.

Nueva Zelanda tiene para hacer aportes al agro uruguayo

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