Son 612 hectáreas, ya está poblado y mostrará el futuro.

El Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) inaugura este mes un campo demostrativo en Salto, en plena zona de basalto que es el bastión del ovino, donde además se apunta a la capacitación de productores y operarios. La meta es fortalecer un rubro que apuesta a crecer para aprovechar las oportunidades de mercado.

En 2014 la institución vendió su ex sede de la Rambla Baltasar Brum y definió que parte del dinero se destinaría a comprar un campo en el basalto, que era un debe de siempre.

El predio está ubicado a 20 kilómetros de Colonia Lavalleja, a 20 kilómetros de Salto y a otros 25 kilómetros del km 104 de la Ruta 4. Son 612 hectáreas de un basalto bueno.

"Se definió que los objetivos de ese campo serían tres: colaborar con los ingresos económicos de la institución (debe ser un campo que de renta), ser un campo de capacitación —ya se dotó de infraestructura mínima para recibir gente y ya están planeados distintos cursos para el año que viene— y el otro objetivo es validar tecnologías", explicó a El País el jefe del Departamento de Transferencia de Tecnología del SUL, Dr. Adolfo Casaretto.

El jerarca explicó que en Salto, la institución "no pondrá un cuerpo de técnicos investigadores, como hay en el Campo Experimental de Cerro Colorado, sino que se validarán tecnologías que la gente que está en investigación y generación de experiencias, irá aportando". La meta es que se transforme en un campo demostrativo para productores del norte, para que puedan ver cómo funcionan esas tecnologías aprobadas.

Casaretto afirmó que el rubro ovino "tiene muchas tecnologías de proceso" como el manejo reproductivo, la genética, el manejo de campo natural y aspectos sanitarios (entre otros). Los sistemas de producción en este nuevo predio ya fueron montados. "El campo ya está poblado, tiene prevista alguna mejora, pero quien vaya verá muchas tecnologías que se promueven en el rubro ovino", afirmó el experto a El País.

Pero el SUL mantiene la idea de que el predio de Cerro Colorado continué siendo la gran fuente de información y generación de tecnologías para el sector.

"Una de las cosas que más valoramos en el SUL, es que la misma institución tiene validación y transferencia de tecnología". Eso posibilita que se retroalimenten los dos procesos y esa es una fortaleza grande de Uruguay.

"Los técnicos de campo reciben la información de los productores y los de la investigación liberan la información. Es un circuito cerrado muy potente que lo queremos conservar", dijo Casaretto. Esa fortaleza también es observada desde el exterior, principalmente desde países de la región que no cuentan con una institución como lo es el SUL, un puntal del rubro ovino desde hace 50 años.

Esa fortaleza es el que posibilitó que junto con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca —a través de la Dirección General de Servicios Ganaderos—, el Instituto Nacional de Carnes y Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, se haya podido crear y validar internacionalmente el primer compartimento ovino de alta bioseguridad, la herramienta con la que Uruguay busca derribar barreras no arancelarias que impiden el ingreso de carne ovina con hueso a los principales mercados. En ese sentido, está pronto para abrirse Estados Unidos y siguen las gestiones con la Unión Europea y otros potenciales compradores.

Más allá del compartimento de Cerro Colorado, auditado estrictamente por el MGAP, en la fase II, una vez abierto EE.UU. para la carne ovina con hueso, no está definido si la institución armará otro en el predio de Salto.

La expansión del compartimento y los grandes frutos para el país, no va a ser que el SUL dirija muchos compartimentos, sino transferir esa tecnología para que muchos productores asociados o solos, la usen", dijo Casaretto.

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