Auditoría de calidad mostró pérdida de US$ 12: por año.

La Tercera Auditoría de Calidad de Carne, desarrollada por el Instituto Nacional de Carnes (INAC) y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) mostró un incremento de los machucones cuando se presumía que habían caído.

Los machucones, producto de malos manejos durante el desarrollo de algunas prácticas en los predios agropecuarios (arreos del ganado, trabajo en el tubo, entre otros), embarque hacia frigorífico e incluso transporte hacia las plantas previo a la faena, son uno de los principales problemas que deterioran la calidad de la carne y era un trastorno que en anteriores auditorías aparecía como resuelto.

La auditoría se realiza cada 5 años y se transformó en una herramienta que permite identificar, medir y comunicar los principales problemas de calidad detectados, ponerles número y capacitar a los diferentes segmentos de la cadena para evitarlos.

En la auditoría de calidad de carne de 2008, los hematomas o machucones representaban una pérdida de US$ 10,76 por cada bovino faenado y al año causaban una pérdida de US$ 23.908.636. A su vez, los cortes oscuros y la acidez era el segundo problema, generando pérdidas de US$ 7,69 por animal y US$ 17.080.467. En el caso de la grasa amarilla la pérdida fue de US$ 3,51 y US$ 7.808.396; los defectos en los cueros llegaban a US$ 3,43 y US$ 7.632.387; los decomisos generaban una pérdida de US$ 2,94 por animal y US$ 6.537.068; los inyectables US$ 0,69 y US$ 1.528.211. A todos esos hay que sumarle la edad de faena con US$ 0,49 y US$ 1.088.507. Por cada animal se perdían US$ 29,51 y se dejaban de ganar al año —sumando los animales faenados— US$ 65.583.672.

El gerente de Calidad de Carne del INAC, Ricardo Robaina, adelantó que los daños por machucamientos, trasladándolos a una faena anual de 2,2 millones de bovinos, causan pérdidas estimadas en US$ 12 millones anuales y entre US$ 5 y US$ 6 por animal. Robaina explicó a El País que hay que evaluar cuánto costaría disminuir los machucones en las canales bovinas, pero a su vez, hay que resolver el problema porque la cadena cárnica tiene un compromiso con el bienestar animal.

El jerarca remarcó el compromiso de continuar trabajando en capacitación, a nivel del transporte y la producción y dentro de las plantas frigoríficas para bajar las pérdidas.

Añadió que se avanzó mucho en la capacitación de los transportistas, junto con Facultad de Veterinaria con programas de certificación, pero hay una gran rotación de choferes y el avance es lento.

Uruguay está cerrando 2015 con una exportación de 380.000 toneladas de carne bovina equivalentes peso canal, a un promedio de algo más de US$ 3.800 por tonelada. El volumen total de carne vacuna exportada es el más alto desde 2009, según datos del INAC. La faena será de algo más de 2,2 millones de bovinos.

Cadena cárnica busca crecer