Combustibles y energía son los más caros de toda la región.

La Dirección de Estudios Agroeconómicos (DEA) de la Asociación Rural (ARU), aseguró en su informe anual que medida a través del tipo de cambio real, la competitividad está en los niveles más bajos desde finales de 1982, con el agravante de que en ese período, la caída del indicador fue de corto plazo, mientras que el deterioro actual lleva varios años.

El trabajo expone la realidad económica según la visión de la gremial, los resultados de los modelos de márgenes agropecuarios y su comparación con los resultados de las empresas ganaderas de Fucrea y Plan Agropecuario, donde se demuestra que el campo no está atravesando por un momento de euforia.

El trabajo destaca que "la situación fiscal sigue deteriorándose, el déficit en el mes de octubre de 2015 fue de 3,6% del Producto Interno Bruto (PIB) pero para la ARU, un dato más preocupante "es la rigidez del gasto público, las pasividades y las remuneraciones que totalizan el 54,4% del gasto primario, y si a ello le sumamos el rubro transferencias se alcanza el 86% de dicho gasto".

En este contexto, "las exportaciones de bienes han caído tanto en dólares como en volumen físico. Analizando los datos a septiembre de 2015, las exportaciones de bienes disminuyeron en unos US$ 1.500 millones, es decir 15% menos que igual período del año anterior".

El análisis económico establece que en lo que va del año, "nueve productos que representaron el 70% de las exportaciones de bienes —todos ellos de origen agropecuario—, evolucionaron negativamente medidos en dólares, a excepción de la madera y productos derivados".

En el período entre enero y noviembre de 2014, comparado con igual fecha de 2015, el precio del trigo se desplomó 58,5%, ganado en pie bajó 5,3%; Lanas y tejidos retrocedió 3,3%; Cueros disminuyó 8,3%; Arroz cayó 26,6%; Lácteos bajó 22,4%; Soja cayó 30,2% y carne bovina y despojos disminuyó 3,4%.

Contrariamente, el precio de la madera y productos del mismo origen subió 15,8%.

La ARU recuerda la fuerte incidencia que tienen las exportaciones sobre el empleo y que la tasa de empleo está en los niveles más bajos de los últimos años. En lo que va del año 2015 se han perdido algo más de 48.000 puestos de trabajo.

Más allá de usar el tipo de cambio real como el indicador de pérdida de competitividad de los últimos años, el informe mostró que el costo de la energía y combustibles se asume con precios que están muy por encima de los de la región.

"Tomando como ejemplo el precio de la energía eléctrica residencial, los precios en Uruguay son un 32% más caros que en Brasil, un 33% más que en Chile. En el caso del gasoil la situación es más preocupante, en Uruguay el gasoil se cobra un 4% más que en Argentina, un 66% más que en Brasil y un 87% más que en Chile", indicó el reporte.

Estas diferencias de precios del combustible se dan además con los precios del barril más bajos de los últimos años.

"Tomando como referencia los datos de precios de paridad de importación presentados por la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua, que estima el precio en el mercado local del combustible de similar calidad al producido por Ancap en la hipótesis de que se importara, en octubre de 2015 el sobre costo fue de $ 12 por litro para el gasoil y de $ 4,25 por litro para la nafta. El precio del gasoil de Ancap es un 31% más caro y el de la nafta 10% más caro que importarlo directamente", señaló.

EL CAMPO CUESTIONA POLÍTICAS OFICIALES