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El oro marca récords: ¿cómo se puede invertir desde Uruguay?, ¿es aconsejable hacerlo?

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Lingotes de oro. Foto: Archivo El País.

FINANZAS DE BOLSILLO

Es un activo que miran y consultan los clientes para diversificar su cartera y obtener una cobertura frente a la posibilidad de subas inesperadas en la inflación

El oro aumentó su valor durante la pandemia de COVID-19. La cotización del metal superó el martes una vez más la barrera de los US$ 2.000 por onza y el viernes 7 de agosto había marcado un récord de US$ 2.075,47. Ahora, ¿cómo se puede invertir? ¿De qué manera funciona el activo? ¿Cómo se comportan los uruguayos en relación a este tema?

El lingote, un objeto icónico en películas de mafias o robos, es una de las opciones para invertir. Sin embargo, la comercialización también se puede dar en proporciones menores como monedas. “El comercio de oro físico continúa siendo habitual” e incluso hay casas especializadas en Montevideo”, explicó Rodolfo Grela, gerente general de Regum. No obstante la modalidad “no es recomendable debido a que acarrea altos costos de transacción y almacenamiento”, dijeron desde Puente, empresa de servicios financieros.

Claro que la compra física no es la única opción. Otra vía son los ETF (Exchange Trade Funds, por su sigla en inglés). Son fondos de inversión que cotizan en bolsa. Básicamente son instituciones que reúnen fondos de distintos inversores, que delegan la responsabilidad a una sociedad administradora.

Grela señaló que hay “muchos fondos que vuelcan sus inversiones en oro” y, por lo tanto, su “cotización depende 100% del valor del metal. A estos productos se puede acceder de manera fácil a través de cualquier corredor de bolsa que opere en mercados internacionales”. Además, presentan “menos costos para inversores individuales”.

CICLOS

El oro, un activo de refugio por naturaleza

El oro es el “activo de refugio por naturaleza. Siempre que suceden eventos inesperados, crisis, conflictos bélicos, o cualquier suceso que pueda generar temor sobre los inversores, la primera reacción es vender activos de renta variable, como pueden ser acciones, y comprar oro. Además, el fenómeno hace que, por oferta y demanda, el valor del metal se aprecie”, señaló Grela. Además, explicó que “la bolsa estadounidense y el oro históricamente han tenido movimientos divergentes. Por ende, cuando uno sube, el otro baja. El fenómeno se da porque la bolsa tiende a vivir sus mejores rendimientos en ciclos económicos de expansión, mientas que sus caídas se acentúan en ciclos recesivos. Lo opuesto sucede con el metal que en ciclos recesivos suele apreciarse”.
A pesar de ello, “en este momento tanto la bolsa americana como el oro se encuentran con movimientos alcistas. Algo que dejó la pandemia es esta suerte de cambio de paradigma. Habrá que analizar si es pasajero o llegó para quedarse. Pero, el mercado demuestra que confía en las compañías y continua comprando acciones, al mismo tiempo que se refugia en oro por la situación global que se está viviendo. El S&P500 y el oro están en máximos históricos al mismo tiempo y este movimiento es al menos atípico”, agregó.

Lingote de oro. Foto: Public Domain Pictures
El oro también puede “operarse a través de contratos a futuro. Foto: Public Domain Pictures

Otro camino es hacer uso de las plataformas en internet que permiten operar a través de contratos por diferencia (CFD, por su sigla en inglés). Algunas empresas son Plus500 —presente en la camiseta de fútbol de Atlético Madrid— y eToro.

¿Cuál es la particularidad de este derivado financiero? Lo único que toma del oro es el precio. Las páginas funcionan de la siguiente manera: al comprar cuando la onza está a US$ 2.000, si sube a US$ 2.100, se gana US$ 100.

El riesgo es que la “inversión no está respaldada en oro” porque no se lo adquiere de manera directa. El respaldo “es la empresa en la que se contrata el servicio. Si la compañía quiebra, por más que se tenga US$ 1.000.000 comprado en el metal, se pierde todo el dinero”, ejemplificó Grela. A su vez, “son productos más complejos, que se operan apalancados, y están destinados a inversores con conocimiento y experiencia”.

El oro también puede “operarse a través de contratos a futuro que cotizan en la bolsa de Chicago”. ¿Cómo funcionan? Son acuerdos entre partes donde se comprometen a comprar o vender un bien o valor en una fecha y a un precio determinado.

Una persona firma un contrato a futuro donde se establece que va a comprar una determinada cantidad de oro a US$ 2.000 dentro de 30 días corridos. Si cuando termina el plazo el oro está a US$ 2.100, el individuo ganó US$ 100 porque solo paga los US$ 2.000 que se acordaron. En el caso contrario, si el valor del oro baja a US$ 1.800, igual debe abonar los US$ 2.000 y pierde US$ 200.

“Es un producto financiero muy utilizado para la operativa con commodities, aunque se utiliza más a nivel institucional que individual. Su acceso para el público en general puede ser un poco engorroso”, agregó Grela.

La quinta modalidad es invertir en acciones de compañías mineras que dedican su actividad a la extracción de oro. “Al valorizarse el metal suele aumentar la cotización de mercado de las empresas del rubro”, expresaron desde Puente.

El uruguayo

El metal de color dorado es preciado a nivel mundial. Ahora, ¿cuál es la actitud de los uruguayos frente al oro? Grela comentó que “no es un activo que genere mucha demanda”. Una de las razones es la forma en que se opera. Es “algo más compleja” en comparación a comprar un bono o una acción, o colocar capital en un fondo. Además, la adquisición del metal físico “es poco práctica”.

Luego, desde Puente dijeron que es “un activo que miran y consultan los clientes uruguayos para diversificar su cartera y obtener una cobertura frente a la posibilidad de incrementos inesperados en la inflación. Si bien algunas posiciones han aumentado este año, la participación del oro en los portafolios suele ser moderada”.

Precio del oro. Foto: Reuters.
Precio del oro. Foto: Reuters.
VOLATILIDAD

¿A quiénes se les recomienda apostar a este metal precioso?

Invertir en oro puede sonar tentador para el oído de varios. Sin embargo, Grela no lo recomienda para un inversor primario o que quiera proteger un ahorro. Para quienes están en sus comienzos hay títulos emitidos por el Banco Central (Letras de Regulación Monetaria) “a riesgo prácticamente inexistente con una rentabilidad moderada que te cuida el dinero”.
“No va a pasar nada si vas a una casa de cambio, comprás cinco onzas de oro y las guardás en tu casas —más allá del riesgo por robo— o lo ponés en un cofre fort. Pero no sería la primera opción”, agregó.
Asimismo, comentó que en una segunda instancia, “en función del perfil de riesgo, se pueden evaluar un montón de cosas. Pero oro como una forma de cuidar un ahorro es una locura”.
El especialista explicó que “la volatilidad del valor de oro depende de factores que son impredecibles y difícilmente proyectables con buen grado de certeza. Quien lo opera es un inversor que ya está diversificado y busca hacer una cobertura o un inversor especulativo pero con formación”. Hay un riesgo como en toda inversión financiera. “No es un activo para destinar capital que no pueda estar sometido a las fluctuaciones de mercado”.

Desde la empresa de servicios financieros expresaron que en el 2020 “tanto las consultas como las operaciones crecieron. El catalizador fueron los masivos estímulos monetarios aplicados por los bancos centrales de las economías desarrolladas. La expansión monetaria suele impulsar al alza el valor del oro, por ello aumentó el interés en dicho activo”.

El gerente general de Regum también percibió un aumento de las consultas, “sobre todo para entender por qué se da el fenómeno” del aumento del valor. Sin embargo, “para quienes estamos dentro del mercado financiero no nos extraña”.

Qué esperar

En la especulación hay riesgo, pero también expectativa de ganancias. “El oro es una inversión que ha dado excelentes resultados en los últimos años”, señalaron desde Puente. Además, “los inversores que posicionan parte de su cartera en oro esperan que el activo se valorice en el tiempo y, a la vez, otorgue cierta cobertura por aumentos inesperados en la inflación de los mercados desarrollados”.

En la misma línea, aclararon que “es un activo con mucha volatilidad de corto plazo. Por lo tanto, el inversor que busca posicionarse en oro deberá soportar cambios en el precio a corto plazo para obtener los beneficios”.
Por otro lado, Grela dijo que la inversión en oro “está catalogada como defensiva”. En la mayor parte de los casos quienes operan este activo buscan proteger su pool de inversiones ante sucesos inesperados.

El especialista planteó el siguiente escenario: “Si previo a la pandemia tus inversiones estaban únicamente puestas en acciones estadounidenses, podés haber tenido un golpe fuerte, más allá de que ahora casi todas recuperaron su valor. En cambio, si tenías alguna colocación en oro, hubieras obtenido un rendimiento que podría haber ayudado a compensar”.

No obstante, también hay personas que especulan con el precio del metal con el fin de tener una rentabilidad “en cualquier momento”. El activo tiene “alta volatilidad y es muy interesante para inversores con perfil agresivo”, agregó.

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