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La vuelta de un competidor que complica a Uruguay en uno de sus principales rubros

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Carne. Foto: Archivo El País

Carne

En 2006 el gobierno del entonces presidente Néstor Kirchner suspendió los envíos al exterior de carne vacuna, con excepción de la cuota Hilton en la Unión Europea. Eso le sirvió a Uruguay para ganar participación en los mercados, pero desde 2015 Argentina volvió y ahora es un competidor fuerte.

Argentina continúa recuperando protagonismo en el mercado global de carne vacuna. Tras la eliminación de las restricciones a las ventas externas aplicadas durante los gobiernos kirchneristas, el país vecino pasó del 11° puesto en el ranking mundial de exportadores en 2015 al sexto lugar el año pasado.

Esa tendencia sigue consolidándose: en mayo los embarques de cortes enfriados, congelados y carne procesada ascendieron a 45.214 toneladas peso producto (no se incluyen menudencias ni vísceras), un salto del 69,8% con relación al mismo mes del año pasado, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).

“El boom continúa firme. El año pasado ya tuvimos un incremento bastante grande de las exportaciones y este año la tendencia se sigue manteniendo. Al ritmo que vamos terminaremos 2019 por encima de las 600.000 toneladas, cuando hace tres años exportábamos solo 200.000”, dijo a El País Fernando Herrera, director de la Asociación de Productores Exportadores Argentinos (APEA), en Buenos Aires.

La irrupción de la carne bovina argentina en el mercado global no pasa desapercibida para la industria frigorífica uruguaya.

El sector sacó altos réditos de las oportunidades que abrió el repliegue argentino en los mercados internacionales desde 2006, cuando el gobierno de Néstor Kirchner decidió suspender los envíos al exterior de carne vacuna, con excepción de los correspondientes a la cuota Hilton.

Las ventas uruguayas ocuparon parte del espacio dejado por las restricciones a las exportaciones en Argentina, que se mantuvieron con cupos y trabas a los permisos de embarque hasta fines de 2015.

Néstor Kirchner
El expresidente argentino Néstor Kirchner. Foto: Archivo La Nación/GDA

Pero esa inercia registró un quiebre con la llegada de Mauricio Macri al gobierno.

Al levantamiento de las prohibiciones se sumó una demanda internacional de carne vacuna en ascenso, sobre todo la proveniente de China producto de un mayor consumo de la clase media y de los efectos provocados por la peste porcina africana.

Por último, el otro factor que viene impulsando la ofensiva de la carne vacuna argentina en el mercado global es la debilidad de su demanda interna.

En el primer trimestre, el consumo promedio alcanzó a los 49,6 kilos por habitante, una caída del 13,5% con relación al mismo período de 2018, según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra).


EL EFECTO SOBRE URUGUAY DEL REGRESO ARGENTINO
El salto exportador argentino tiene impacto sobre Uruguay, más aún tras la diferencia de costos provocada por la devaluación del peso en la vecina orilla. “El espacio dejado por Argentina entre 2006 y 2015 fue aprovechado por Uruguay, pero esa situación cambió y a eso se sumó la devaluación que les permitió ganar competitividad. Uruguay, en cambio, quedó prendido a un atraso cambiario del 22%, lo que nos ha dejado fuera de competencia en algunos mercados”, dijo a El País Daniel Belerati, presidente de la Cámara de la Industria Frigorífica (CIF) uruguaya.

Las mayores diferencias de competitividad corresponden al costo de la materia prima. “Mientras en Uruguay un novillo está arriba de US$ 4 el kilo, en Argentina ronda los US$ 2,80. Eso hace una diferencia muy grande”, señaló Herrera.

Esa brecha tiene un doble efecto para las exportaciones uruguayas.

“Argentina fija los precios en mercados donde competimos. En China, por ejemplo, el precio de referencia es el argentino y tuvimos que acomodar nuestros precios para poder competir. En otros mercados, como Israel e Islas Canarias, tanto Brasil como Argentina directamente nos han desplazado”, dijo Belerati.

Daniel Belerati. Foto: El País
Daniel Belerati, el presidente de la Cámara de la Industria Frigorífica uruguaya señala las dificultades por la falta de ganado. Foto: El País

Aún con la mayor competencia argentina, las exportaciones de carne bovina uruguaya continuaron creciendo en el primer semestre del año: totalizaron US$ 894 millones, un alza del 8,9% con respecto al mismo período de 2018, según Uruguay XXI. El crecimiento fue impulsado por China, con un salto del 48,4% de los envíos hacia ese destino.

La buena noticia es que la demanda asiática promete mantenerse. Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el stock porcino de China se reducirá 13% en 2019 por la fiebre porcina africana. Con eso, China debería aumentar 33% sus importaciones de carne de cerdo en 2019, o compensar esa caída con otras carnes, principalmente vacuna.

Ese escenario abre una oportunidad para los países sudamericanos exportadores de carne. No obstante, todo indica que Argentina y Brasil podrán sacar mayor rédito que Uruguay. “La demanda china empujará, pero estamos con un tema complejo como la falta de materia prima. La exportación de ganado en pie en los últimos años sobrepasó el 20% de los novillos para faena, y eso nos ha dejado muy mal parados”, dijo Belerati.

“A eso se suma que seguimos manteniendo niveles de productividad y eficiencia en el sector ganadero que no son buenos porque los costos internos son extremadamente altos. En el segundo semestre caerán significativamente las exportaciones”, estimó.

PRECIOS

El sector de cría de ganado en Argentina también enfrenta dificultades, pese a la alta demanda

Satisfacción porque la ganadería se reencontró con la exportación y puede trabajar sin trabas, pero con la inquietud por el alto costo del financiamiento, entre otras dificultades, que lleva a una mayor liquidación de hembras. En esos conceptos se resume, lo que hoy piensan y dicen en cuatro de las asociaciones de criadores de ganado bovino: Angus, Hereford, Brangus y Braford.

“La demanda de carne parecería no tener techo en este momento ni proyectada a varios años”, pero El margen de la cría es muy bajo, algunos productores trabajan a pérdida, esperando un aumento en el precio del ternero, que viene muy atrasado respecto al de la carne”, dijo Tiziana Prada, presidenta de la Asociación Braford Argentina al diario La Nación.

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