EVENTO CED

En marzo de este año, el escenario de la economía uruguaya era de recuperación de los niveles prepandemia, tanto en actividad como en empleo, pero permanecía la interrogante de si Uruguay se encontraba ante un cambio de fase o de ciclo en cuanto a la economía y política, según la visión del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED).

Ayer el CED señaló que definitivamente Uruguay está ante un nuevo ciclo económico y político, en un evento en el Club de Golf del Uruguay, donde expusieron Agustín Iturralde (director ejecutivo del CED) e Ignacio Zuasnabar (director de Equipos Consultores, ver aparte).

Allí el director ejecutivo del CED hizo una lectura sobre la economía internacional, cómo Uruguay recibe este nuevo cambio de ciclo, cómo está parado y cuáles son las prioridades que detecta en lo que queda de la gestión política de este gobierno en cuanto a reformas económicas.

Según Iturralde, al día de hoy la economía mundial crece a tasas menores a lo esperado. Por ejemplo, en comparación a abril de este año, Estados Unidos tiene tres puntos de crecimiento menos de lo previsto, mientras que Europa y China también se encuentran un punto y medio por debajo de lo esperado.

En lo que respecta a Sudamérica, este aspecto es “menos lineal” ya que Argentina está en una situación compleja macroeconómicamente y con mucha inestabilidad política. Brasil sería la excepción de la lista, ya que se estima medio punto de crecimiento y hoy ya se prevé un crecimiento del 2%. “Esto se debe a que Brasil está viviendo una política fiscal muy expansiva en la previa de la campaña electoral”, dijo Iturralde.

El director ejecutivo del CED remarcó que “el mundo ya está viviendo en una fase distinta de menor crecimiento económico”.

En ese sentido, no es esperable que China siga creciendo en el largo plazo a las “tasas magníficas’’ que tuvo acostumbrado a Uruguay, ya que los números del país asiático no son para nada alentadores en cuanto a consumo privado y producción industrial.

Iturralde cree que esto se debe a que China se encuentra en un año de Congreso del Partido Comunista, lo que lleva a creer que no habrá cambios importantes en un país que suele hacerlo de forma paulatina y pausada.

Por otro lado, sostuvo que Uruguay pasó esta pandemia con dificultades de todo tipo, pero también tuvo buenos precios de los productos de exportación. Además, agregó que “ya estamos viviendo una corrección a la baja en casi todos los productos -carne, soja, lácteos- y hasta en el petróleo”.

En cuanto al mercado de trabajo, Uruguay tuvo una recuperación “muy notable” al cierre del año pasado. Los niveles de empleo se recuperaron mucho antes de lo esperado, ya que en noviembre de 2021 ya había la misma cantidad de gente trabajando que antes de la pandemia de covid-19, según el CED.

Sin embargo, este año el mercado laboral se ha enfriado. “Uruguay tiene un problema de empleo no calificado enorme que viene de antes de la pandemia y parece agudizarse cuando uno mira los problemas de empleo, no solo por los desocupados, sino también por los subocupados, los que trabajan menos horas de lo que les gustaría o los que trabajan en empleos que no son de acuerdo a su capacidad”, explicó Iturralde.

Desde el CED afirman que esto se debe a que a principios de este año Uruguay sufrió un empuje inflacionario -además de la suba de alimentos y energía- que complicó el comienzo de la recuperación salarial y retrasó la mejora que venía teniendo la masa salarial a fines de 2021.

Iturralde dijo que prevén que este año la inflación cierre cercana al 9%, lo que le daría a Uruguay “un año salarial de empate”.

En relación al petróleo, estos últimos días su precio ha bajado y el primero de septiembre podría darse en Uruguay una primera baja del precio de la nafta si esta tendencia del petróleo se mantiene.

Por tanto, Iturralde señaló que el gobierno tiene por delante una serie de compromisos de cara a los próximos años: la baja de impuestos, la recuperación salarial y la reducción de la inflación.

También cree que Uruguay debe internalizar la situación de Argentina y Brasil, ya que en los últimos años han generado “más dolores de cabeza que buenas noticias”.

En el CED entienden que Uruguay depende de ellos cada vez menos y son una parte más chica en lo que respecta a las exportaciones de productos y a la vez son países que han sufrido una inestabilidad político-económica muy grande.

Esto generó que, por primera vez en la historia, Uruguay sea un país “significativamente más rico que Argentina”, sentenció Iturralde.

Situación económica actual: la opinión de la población uruguaya

Se mantiene un “sesgo negativo”, dijo Ignacio Zuasnabar

En tanto, el director de Equipos Consultores, Ignacio Zuasnabar expuso en el evento una serie de encuestas enfocadas en la opinión pública sobre cómo la población uruguaya está transitando y viviendo la situación económica actual.

“Las percepciones sobre la economía del país hoy mantienen un sesgo negativo, aunque con cierto efecto rebote reciente en la última medición que es de fines de julio”, expresó. En dicha medición, un 24% de los uruguayos dice que la situación económica del país es buena, un 40% cree que no es ni buena ni mala, mientras que un 33% opina que es mala.

Esto refleja que hay percepciones divididas en la población sobre cómo está hoy en día la economía uruguaya. Según Zuasnabar, esto no es ninguna novedad, ya que en el correr de la historia, la mayoría de las encuestas realizadas han demostrado que gran parte de la población percibe de manera más negativa la realidad económica de Uruguay.

En febrero de 2020, antes de que asumiera el actual gobierno, desde Equipos Consultores realizaron una encuesta donde ya había percepciones muy parecidas a las actuales, donde un 26% de la población veía la economía uruguaya de manera positiva, un 42% de manera neutra y un 31% de manera negativa.

“Evidentemente el impacto de la pandemia en marzo de ese año llevó a un aumento enorme de la percepción negativa que después en una fase de estabilidad de la pandemia se fue manteniendo, luego hubo momentos de más optimismo y otros momentos donde se instaló nuevamente el pesimismo, específicamente en marzo de 2021, donde la pandemia empezó a pegar fuerte y las vacunas todavía no hacían efecto, eso generó mucha incertidumbre en la población”, explicó Zuasnabar.

Parece que ese temor que se había instalado se disipó luego, ya que esas percepciones negativas que en abril rondaban el 40%, hoy en día se acercan más a niveles cercanos al 30%. “El escenario de ‘humor económico’ en términos de proyección actual del gobierno claramente no es fantástico, es más bien tirado al sesgo negativo, y con cierto efecto rebote en el último mes, ya que luego de estos niveles del 40% en abril y mayo, hemos tenido un par de mediciones de descenso de la percepción negativa”, dijo el director de Equipos Consultores.

La serie histórica de encuestas -va desde el año 2000- refleja la situación de la crisis de 2002, donde más del 80% de la gente calificaba la situación económica como mala, hasta en algunas de ellas directamente nadie calificaba la situación como positiva.

En contraposición, durante el gobierno de José Mujica hay una fase de mantenimiento de percepciones positivas. El año 2015 fue el año de quiebre, donde se instala en Uruguay una percepción crítica sobre la economía.

Por otro lado, el gobierno actual logró percepciones un poco más positivas al momento de asumir el mandato.