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Sube el precio del crudo, ¿qué pasará con los combustibles?

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Foto: AFP

TEMA DE ANÁLISIS

El precio del petróleo está subiendo en los mercados internacionales e inmediatamente surge la duda sobre si necesariamente implicará un aumento en el precio de la nafta o del gasoil en nuestro país.

Es un tema que está en el centro de las noticias políticas y varios sectores productivos reclaman por menores costos en los energéticos para poder competir con la producción del exterior.

Sin entrar en la discusión si es convenientes que el costo de rescatar Ancap lo paguen los productores y los consumidores actuales, los precios actuales no necesitan modificarse al alza con las expectativas de precios que hay para el 2018.

Para fijar como referencia, desde enero en el mercado doméstico la nafta (super 95) vale $ 50,40 el litro y el gasoil $ 40,40. En los dos primeros meses del año, estos valores se encuentran por encima de la paridad de importación que calcula la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) en aproximadamente $ 5 por litro.

Si se toma en cuenta que en el año se venden 1.800.000 metros cúbicos y que un metro cúbico son 1.000 litros, hay un sobrecosto teórico que se ubica en el orden de US$ 300 millones anuales. El precio actual le da un margen a Ancap mientras se hacen las reformas que la recuperen como empresa.

Partiendo del supuesto que el gobierno no atiende los reclamos de reducción en el precio del combustible, el movimiento del precio internacional del crudo lleva a preguntarse ¿qué probabilidad hay de que se produzca un nuevo aumento en el precio de la nafta y el gasoil?. En ese caso hay que considerar que están jugando dos fuerzas en sentido contrario porque sube el petróleo pero baja el tipo de cambio.

Para analizar los escenarios posibles se puede tomar como punto de referencia el análisis de sensibilidad de precios que presentara Ancap al explicar la paramétrica que utilizó para fijar los valores de los combustibles en enero.

Las dos variables principales son el precio del petróleo y el tipo de cambio. Para el petróleo se basó en los valores del barril de Brent en el último trimestre del año pasado y las cotizaciones a futuro en el mercado. Adoptó los US$ 63 por barril como referencia para el promedio de todo el año. En el caso del tipo de cambio, el valor promedio anual que tomó para el dólar fue $ 30,50.

A partir de estos valores utilizados se presentó un cuadro de doble entrada en el que en un eje se reflejan distintos valores del Brent y en el otro los del tipo de cambio. Es así que surge para distintas combinaciones que representan escenarios posibles un precio distinto de los combustibles en nuestro país respetando el resultado financiero exigido a la empresa.

Un aspecto interesante que deriva de los distintos valores proyectados es que el precio final de los combustibles es relativamente más sensible a la cotización del dólar que al valor del crudo, lo que refleja otros costos en dólares que soporta la empresa, como los financieros, que le resultan actualmente muy importantes.

En base a los distintos valores asignados al Brent y el tipo de cambio para todo el año se puede estimar qué debería suceder con el precio de los combustibles si Ancap mantiene el criterio utilizado en enero pasado.

En primer lugar el tipo de cambio está por debajo de lo utilizado para fijar la tarifa de enero. Si se toman las proyecciones de los analistas relevados por el Banco Central el promedio del año se encuentra entre $ 29 y $ 29,50.

A partir de este parámetro se puede ver hasta dónde puede aumentar el precio del petróleo Brent para que de acuerdo a la paramétrica de Ancap el combustible no tenga que subir en 2018. En los dos casos, el rango de valores para el barril de crudo se ubica entre US$ 71 y US$ 77.

En este contexto, cabe analizar qué puede pasar con el precio del petróleo en lo que queda del año. De acuerdo a las cotizaciones actuales en los mercados a futuro no debería existir ninguna preocupación sobre una suba ya que el precio para diciembre tiene un máximo de US$ 70 por barril.

También se puede tomar como referencia el pronóstico del Fondo Monetario Internacional presentado a mediados de abril. En ese informe se considera que el petróleo crudo tendrá un valor promedio un 18% superior al del promedio del 2017. A los valores del Brent promedio del año pasado implicaría un nivel de US$ 63,70 para el promedio del 2018 a los precios de mercado.

De los valores anteriores se desprende que, si Ancap mantiene el criterio utilizado al momento de ajustar los combustibles a principio de año, estos no deberían aumentar ante la escalada actual del crudo en el mercado internacional.

Por cierto que ello se da siempre y cuando se cumplan las proyecciones y que el valor actual del Brent, en torno a los US$ 75 el barril, refleje los ruidos transitorios de las disputas geopolíticas en el Medio Oriente.

Distinto escenario sería si el aumento se consolida y el precio sigue en ascenso. Ahí ya habría de fondo un cambio en las condiciones financieras internacionales, con impactos al alza en la cotización del dólar en el mercado internacional.

Si bien este escenario no es el más probable, aumentan las posibilidades de que la suba de tasas en Estados Unidos se acelere. El rendimiento del bono a 10 años del Tesoro estadounidense superó el 3%, en una escalada sin parar desde agosto. Esa suba de casi un punto porcentual se trasladará a los distintos mercados, fundamentalmente los emergentes, a los que se les exigirá un retorno mayor en sus bonos soberanos (caída de valor). Ello seguramente frenará el ingreso de capitales y puede presionar al alza el tipo de cambio más allá de los proyectado. En ese escenario el ajuste de precios en los combustibles será inevitable.

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