Sin "herencia maldita", los temas que tendrá que atender el gobierno de Orsi en materia económica

Inflación, nivel de reservas, calificación de riesgo, empresas públicas: un repaso de las fortalezas y debilidades económicas que recibirá el nuevo gobierno.

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MEF
Ministerio de Economía y Finanzas.
Foto: Estefanía Leal

Qué economía va a recibir el próximo gobierno? Yamandú Orsi y su ministro de Economía y Finanzas designado, Gabriel Oddone tendrán al menos cinco fortalezas a nivel económico sobre las que pararse y otros tantos temas a atender. No hay una “herencia maldita” como en otras ocasiones.

La inflación

Un histórico talón de Aquiles de la economía uruguaya era la inflación. Tras la crisis de 2002 Uruguay comenzó a aplicar un régimen de metas de inflación y había logrado una inflación de un dígito, cuando el país supo tener dos y tres dígitos de inflación. Sin embargo, esa suba de precios constantemente estaba fuera de esa meta fijada y además, eran niveles altos a nivel internacional.

El actual gobierno logró bajar la inflación a un nivel de 5% y ya lleva 17 meses consecutivos dentro de la meta, además de que el Banco Central recuperó credibilidad.

Este es un activo para el próximo gobierno que además va a apostar por bajar otro escalón.

Inequidad. Una realidad asumida a distintos niveles
Standard & Poor: sede central en Nueva York
Foto: AFP

La calificación de riesgo

Tras la crisis de 2002 a Uruguay le llevó diez años recuperar el grado inversor de la deuda, lo que supone acceder a mejores condiciones de financiamiento. En 2019 ese grado inversor estaba en riesgo ya que algunas calificadoras lo tenían al país en el escalón mínimo y con perspectiva negativa, es decir, con chances de que a Uruguay le bajaran la nota y volviera a caer en el grado especulativo.

Entre 2022 y 2024, tres calificadoras: R&I, Standard & Poor’s y Moody’s le subieron la nota a Uruguay al nivel más alto de su historia, dos escalones por encima del mínimo dentro del grado inversor. Además, Fitch y Morningstar DBRS también le elevaron la calificación y ya no está en el mínimo dentro del grado inversor, sino un escalón por encima.

Sistema financiero sólido

Desde hace 20 años, el sistema financiero uruguayo dejó de ser un problema y hasta es parte de la solución como por ejemplo en la pandemia de covid-19 reprogramando créditos. En todas las evaluaciones de calificadoras, organismos internacionales y el Banco Central se muestra que el sistema financiero uruguayo está sólido, bien capitalizado, con liquidez y con una morosidad que está en niveles mínimos históricos.

Banco Central del Uruguay
Banco Central del Uruguay.
Foto: Estefania Leal

El nivel de reservas

El nivel de reservas que administra el Banco Central es alto: US$ 18.755 millones al jueves pasado, casi US$ 4.000 millones más que los que manejaba en 2020. El Banco Central periódicamente analiza si las reservas serían suficientes para cubrir en forma simultánea una corrida bancaria, una crisis cambiaria y hacer frente a pagos de deuda si los mercados se cerraran para Uruguay. Todo eso ocurrió en 2002 y según el análisis del Central, el nivel de reservas cubre con holgura esos escenarios de crisis.

Las empresas públicas

Tanto UTE, como Ancap y Antel han tenido ganancias durante todos estos años, aunque en 2024 los números de Ancap están un poco afectados por la parada técnica de la refinería que se extendió más de lo previsto. Además han desarrollado inversiones, sobre todo en el caso de UTE y Antel y quedan planteados planes como el cierre del anillo eléctrico y la cobertura de 5G (ambos en desarrollo). En el caso de Ancap, el próximo gobierno deberá tomar una decisión con el pórtland, un negocio que desde 1999 da pérdidas año tras año y que ninguno (han pasado uno del Partido Colorado, tres del Frente Amplio y el actual de la Coalición Republicana) ha conseguido mejorar.

La próxima administración también tiene debilidades a nivel económico o situaciones que aunque lo no sean, se deben atender.

Refineria de ANCAP
Vista de la refineria de combustible de Ancap en La Teja, Montevideo.
Foto: Fernando Ponzetto/Archivo El País.

El crecimiento económico

La economía uruguaya crecerá este año entre 3% (según la estimación de consultoras, bancos, economistas y AFAP) y 3,2% (según la proyección del Ministerio de Economía y Finanzas), pero buena parte de eso se debe al “rebote” al comparar con un año malo como fue 2023 por la sequía.

Si bien el punto de partida es interesante, en la última década, el crecimiento de la economía ha sido de 1% en promedio por año, un guarismo por debajo del potencial.

El nuevo gobierno deberá introducir medidas procrecimiento, para poder mantener el Estado de bienestar del país y hacer frente a otros problemas, además de un mayor gasto que está previsto.

El déficit fiscal

Cuando asumió Luis Lacalle Pou, tenía que hacer frente a un déficit fiscal creciente y que amenazaba con hacer perder el grado inversor a Uruguay. Su promesa de campaña había sido cortar US$ 900 millones en gastos y hacer al Estado más eficiente. Tras el empuje inicial que tuvo el déficit por la pandemia -llegó a estar en 5,8% del Producto Interno Bruto (PIB)-, en 2022 el rojo de las cuentas públicas comenzó a bajar y a setiembre de aquel año estaba en 2,5% del PIB. Sin embargo, ha vuelto ha subir y este año podría terminar en 3,2% del Producto. Al decir de la calificadora Morningstar DBRS, “la próxima administración heredará un espacio fiscal relativamente limitado”.

No tendrá la urgencia de 2020, pero el próximo gobierno tiene que atender el rojo de las cuentas públicas. Contará con una regla fiscal y un Consejo Fiscal Asesor que le marcará el camino, pero todavía necesita mejoras en esa institucionalidad.

El endeudamiento

La pandemia exigió un mayor endeudamiento para hacer frente a algunos gastos no previstos. Sin embargo, luego que pasó el covid-19, el endeudamiento público de Uruguay no ha bajado y de hecho las calificadoras esperan que aumente en los próximos años. Ahí la clave estará en reducir el déficit y en mejorar la regla fiscal para limitar el aumento de la deuda.

La pobreza

La pandemia dejó un aumento del nivel de pobreza, la que se redujo en los últimos años. No obstante, el próximo gobierno no recibirá un avance en esta materia. Al primer semestre de 2024, el 9,1% de los uruguayos era considerado pobre una cifra similar al 8,8% de 2019. Y además, casi el 20% de los niños menores de seis años es pobre, algo que la administración electa se comprometió a atender para lo que utilizará varias herramientas, entre ellas, más gasto.

Bancos centrales
Dólares y euros.
Foto: Getty Images

Competitividad

El llamado “atraso cambiario” (el encarecimiento relativo frente a otros países, si se utiliza el término técnico correcto) ha venido reduciéndose en los últimos meses. Aunque hay una tendencia que empieza a complicar que es que Uruguay se está encareciendo respecto a Brasil, que actualmente es el principal destino de las exportaciones de bienes y un competidor clave en materia de turismo.

Jubilaciones

El actual gobierno aprobó una reforma jubilatoria que supone un aumento gradual de la edad mínima a 65 años, entre otros aspectos, pero el gobierno electo prometió un “Diálogo Social” para introducir cambios e incluso el presidente electo, Yamandú Orsi prometió bajar la edad de jubilación.

Empero, el aspecto más urgente a atender es la reforma de la Caja de Profesionales. El año pasado, el Poder Ejecutivo envió un proyecto de ley que no contó con los votos en la Coalición Republicana y fue dejado de lado. El problema es que la Caja de Profesionales tiene dinero para pagar normalmente sus prestaciones hasta junio de 2025. Así que incluso antes de asumir, el nuevo gobierno tendrá que ponerse a trabajar en un proyecto de reforma de la Caja.

ODDONE

Condiciones para un mayor crecimiento

El próximo ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone tiene 61 años, es hincha de Nacional, doctor en Economía y hasta setiembre de 2023 fue socio de la consultora CPA Ferrere. Previo a ser designado como eventual ministro, Oddone trazó los desafíos que tiene por delante Uruguay en una entrevista con El País el pasado 21 de abril. “Los principales desafíos que enfrenta el próximo gobierno son generar condiciones para que la economía crezca a mayor ritmo, reenfocar el esquema de protección social para priorizar los hogares en los que habitan niños, niñas y adolescentes y atender la seguridad ciudadana. Ello requiere revisar algunos aspectos de la política económica manteniendo el compromiso firme con la estabilidad macroeconómica”, manifestó Oddone. Para ello, “Uruguay debe crecer a tasas mayores del 2,5% anual, un guarismo más cercano al crecimiento potencial de la economía y algo clave para dejar atrás una década de desempeño pobre. Para hacerlo debemos abrir más la economía, aumentar nuestra competitividad y lograr que la innovación y la adopción de tecnología sea más intensa y natural de lo que lo ha sido hasta ahora”, había señalado. A diferencia de lo que fue el Frente Amplio en los tres gobiernos anteriores, donde el ministro de Economía y Finanzas (Danilo Astori, Álvaro García, Fernando Lorenzo y Mario Bergara) tenía el respaldo de un sector, en el caso de Oddone el respaldo es el presidente electo, Yamandú Orsi. Este fue claro a la interna del Frente Amplio al decir que el ministro era Oddone, dijeron fuentes del gobierno electo.

Gabriel Oddone trazó las "orientaciones económicas" del FA en el Expreso Pocitos.
Gabriel Oddone, designado ministro de Economía.
Foto: Ignacio Sánchez
Expectativas de gremiales empresariales

Precio del dólar y ronda salarial preocupan a la CIU

Fernando Pache, presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay, entiende que los principales desafíos económicos del gobierno de Yamandú Orsi serán aumentar la competitividad, que el dólar “vuelva a un valor de equilibrio”, bajar los costos energéticos y lograr flexibilidad laboral para atender mejor las distintas realidades, que distan de ser homogéneas. Para los industriales , el tipo de cambio ha sido “el determinante” de la baja de los márgenes durante la mayor parte de 2024. “Somos optimistas que se vaya adecuando y mejoren los márgenes en 2025”, dice Pache. Sobre la negociación salarial, recuerdan que en 2023 se dieron adelantos a cuenta de una inflación que luego fue menor, y que la distorsión se fue corrigiendo en 2024, pero en forma gradual. De ahí que estarán atentos a esos factores en 2025.

Presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay.
Fernando Pache, presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay
Francisco Flores. El País

Comercio inquieto por el “Uruguay caro” y salarios

Ana Laura Fernández, economista de la Cámara de Comercio y Servicios, dijo a El País que en 2024 hubo una relativa recuperación general, pero no en todos los sectores. “Los mejores resultados se vieron en la industria, agro y construcción”. Actuaron a favor el comportamiento del salario real (rindió más que en 2023) y la reducción de la brecha cambiaria con Argentina, entre otros factores. “Para 2025 no esperamos grandes cambios. El crecimiento proyectado, de entre 2,5% y 3%, jala hacia arriba el comercio y los servicios”, dijo. Destacó que la nueva ronda de negociación salarial será clave en 2025, porque probablemente se va a dar en un marco de inflación controlada, hoy en 5%. “Hay que internalizar eso como base de la negociación”, alertó, además de insistir en que hay que ir resolviendo el problema de que “Uruguay es caro”.

La construcción apuesta por obras de gran porte

Alejandro Ruibal, presidente de la Cámara de la Construcción comentó a El País que en la gremial pensaban que la actividad se iba a enlentecer al finalizar las obras de UPM2, pero que igual fue buena este año por la obra vial y la vivienda promovida. También se mantuvo alto el empleo en el sector, con unos 56.700 trabajadores registrados. Para 2025 se desarrollarán proyectos importantes, como el saneamiento de 62 localidades del país, nuevos proyectos de construcción de data centers, otros de vialidad y urbanidad. Más a largo plazo, destaca el proyecto del Tren Tram (una propuesta de Saceem, Stadler y Stiler a través del Consorcio Tres Eses), que unirá Montevideo con la Ciudad de la Costa, previsto para 2026. Además, están los proyectos de producción de hidrógeno verde.

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