Podrá llevar el café a la cama, reorganizar los armarios y los depósitos; y terminará, tarde o temprano, paseando al perro en las noches de invierno, cuando llueva.
No tiene las formas de "Caterina", la robot que pretende el respeto debido a las mujeres en el filme de Alberto Sordi "Io e Caterina", y es esperable que no asuma la autonomía de decisión, pero será muy eficiente e incansable.
Se llama R1-your personal humanoid, una plataforma toda italiana, y se trata del primer robot del Istituto Italiano di Tecnologia (IIT) pensado específicamente para volverse un colaborador tanto en el ámbito doméstico como en el profesional.
Seguro no tendrá los grandes ojos de iCub, el robot con cara de niño que enloqueció al mundo y que está destinado a refinados ámbitos de investigación.
Pero, cuando gracias a la participación de los inversores privados en 2017, se realice el modelo de producción y comercialización a gran escala el robot será un perfecto mayordomo.
También el R1 podrá ser un impecable asistente de ventas, un experto recepcionista, un eficiente enfermero o un guía hábil.
O sea, un humanoide destinado a una multitud de tareas que podrá cumplir gracias a la piel artificial de la cual están cubiertas sus manos y sus antebrazos, lo que le permite advertir la interacción con los objetos que manipula.
Con una altura de 125 centímetros, con posibilidades de extenderse a los 140, R1 tiene una autonomía de 3 horas y se recarga a través de un simple enchufe.
No tiene el rostro impertinente de iCub: precisamente por su destinos de uso científico y técnico del IIT, previa consulta con los psicólogos, decidieron dotarlo de una cara sí funcional pero no de niño porque podría ser intolerable que actúe como un "infante" con, por ejemplo, enfermos.
R1 tendrá una cara hecha por una pantalla LED, cuyas partes estilizadas darán al robots expresiones útiles a la comunicación no verbal.
Patentado por IIT, la pantalla alberga los sensores para la visión con 2 cámaras estéreo y un escáner 3D, 1 acelerómetro y 1 giroscopio para el equilibrio, altoparlantes y un micrófono para la generación y la percepción del sonido.
R1 obviamente tiene un corazón: 3 computadoras que gobiernan su capacidad, una ficha wireless que le permite conectarse a Internet y descargar las actualizaciones para el software.
También R1 tiene partes "open source" (código abierto) que le permite beneficiar la colaboración de la comunidad que opera en torno a la robótica humanoide de IIT.
Asimismo, la criatura artificial se mueve sobre ruedas, a una velocidad de 2 kilómetros por hora.
R1 es hijo de un equipo de jóvenes científicos del IIT, 22 entre ingenieros mecánicos, electrónicos y expertos en software coordinados por Giorgio Metta.
El equipo de creativos incluye 12 personas de 5 nacionalidades diferentes y son guiados por Andrea Pagnin.
Un equipo que "dio a luz" al mundo un humanoide único de su tipo, con importantes potenciales repercusiones a nivel nacional e internacional.
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