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La “riqueza oculta” en el suelo uruguayo que está cautiva de “pseudoambientalistas”

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Recorrida por Minas de Corrales en el departamento de Rivera. Foto: Fernando Ponzetto

MINERÍA

Geólogos reclaman aprovechar mejor las “riquezas ocultas” del subsuelo uruguayo, pero hay “agitadores pseudoambientalistas” que ponen escollos.

Los geólogos reclaman aprovechar mejor las “riquezas ocultas” del subsuelo uruguayo, que tiene el potencial en minería para diversificar la matriz productiva del país, pero hay “agitadores pseudoambientalistas” que ponen escollos al desarrollo de la minería. Además, denuncian que “otros profesionales hacen las veces de geólogos” cuando en obras civiles se hacen intervenciones en el subsuelo.

Una delegación de la Asociación de Licenciados en Geología (ALGU) concurrió a la comisión Especial de Innovación, Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados para hablar de esos aspectos.

“Nuestro subsuelo ha pasado desapercibido para el común de la gente por el interés que despierta lo más inmediato y visible, que son nuestros suelos. Hemos vivido como país agrícola ganadero, pero en el subsuelo somos una extensión geológica de Brasil, que es un país que figura entre los primeros productores mineros del mundo en hierro, aluminio, oro, etcétera”, dijo el presidente de la ALGU, Guillermo Popelka.

“Lo que sucede es que en nuestro país esas mismas riquezas están ocultas bajo unos pocos metros de suelo, y lo peor es que muchas veces su exploración y explotación está vedada por prejuicios, temores e ignorancia que el Estado debería ser el primero en erradicar”, afirmó Popelka.

“¿Cuánto puede producir una hectárea agrícola en Valentines? Media vaca. ¿Cuánto puede producir una hectárea minera en Valentines? Más de mil veces eso. Tenemos hierro más que suficiente como para cambiar el Producto Interno Bruto (PIB) y además el perfil del país como productor, al diversificar sus exportaciones”, aseguró el geólogo. Valentines era la zona donde se iba a ubicar el fallido proyecto de la minera Aratirí para extraer hierro.

Uruguay “tiene una riqueza minera que hay que explotar y defender para su desarrollo. Hablamos del desarrollo del Uruguay profundo, porque los yacimientos no están en las ciudades, sino en las cuchillas y lomadas, que en la mayoría de los casos tienen un bajo índice Coneat (para explotación agropecuaria), poca caminería, poca población y pocas fuentes de trabajo”, graficó Popelka.

“Basta decir que por cada empleo que produce la minería en hierro se generan nueve empleos en las actividades conexas”, agregó.

Ante los legisladores, el presidente de la gremial de geólogos argumentó que “la industria química asociada a la minería es una gran proveedora de valor agregado y diversificadora de productos de exportación, generando miles de empleos. Eso ha sido la minería en la historia de las naciones desarrolladas; es algo palpable, porque podemos ver cómo se ha desarrollado”.

“Con respecto a la minería, la opinión pública nacional no puede quedar cautiva de eslóganes que dicen que ella contamina inevitablemente, como manifiestan algunos spots publicitarios de ciertos artistas, voceros de agitadores pseudoambientalistas”, cuestionó.

“Un ambientalista responsable es aquel que no esconde la importancia de los recursos minerales para la vida de los seres humanos; es aquel que obliga a la sociedad a hacerlo de manera sustentable, para esta generación y para las venideras. Por eso los ambientalistas son importantes, imprescindibles, en forma paralela a la minería”, explicó.

“El buen administrador y el buen ambientalista supedita esta transformadora actividad al bien común y no solo a los intereses monetarios de particulares. Esto lo expresa muy bien nuestra ley de minería de gran porte”, agregó.

“Lamentablemente, por un problema de commodities bajaron el hierro y el oro, lo que hizo que cerrara Orosur -el destino de Aratirí ya lo conocemos-, pero debe tenerse en cuenta que si la cantidad de profesionales que hay en el país no son escuchados y no tienen trabajo, se van a ir”, advirtió el presidente de la ALGU.

“Tenemos un recurso mineral que puede cambiar dramáticamente -en el buen sentido de la palabra- la productividad del país y puede dar mano de obra a mucha gente en el interior. Estoy hablando de la minería del hierro”, insistió Popelka.

“Ya hemos pasado la página de la empresa extranjera Zamin Ferrous (Aratirì), así que estamos libres para hacer con nuestro hierro lo que queramos. Lo podemos hacer porque hay recurso humano, experiencia y buen nivel de conocimientos para explotar el hierro uruguayo y transformarlo en un renglón exportable, igual o mayor, que el de la producción agrícola. Realmente, sería otro Uruguay”, concluyó.

Piden que geólogos intervengan

Popelka señaló que “al día de hoy, otros profesionales muy preparados en otras actividades hacen las veces de geólogos y los organismos públicos, de buen grado, reciben sus informes y actuaciones en materias que involucran la geología. Entonces, queremos pedir a los señores legisladores que los responsables del subsuelo del país sean los geólogos diplomados, porque nos va mucho en ello”.

“Solicitamos que ustedes impartan a los ministerios, direcciones nacionales, organismos descentralizados y empresas públicas que tratan los temas de geología y del subsuelo, como así también a las intendencias que realizan costosas obras civiles que involucran aguas subterráneas, carreteras, puentes y puertos, que prioricen en sus trámites la firma de un geólogo para velar debidamente por el buen uso de los recursos naturales, minerales y de nuestro medio ambiente”, pidió el presidente de la ALGU a los legisladores.

“¿Por qué los geólogos? ¿Por qué no un ingeniero, un agrimensor o un biólogo? Porque el uso y la intervención del subsuelo requiere una visión integral en ciencias de la tierra y nosotros somos egresados de una Facultad de Ciencias que reúne estas ciencias. Además, el geólogo diplomado ha adquirido, en la más larga trayectoria de estudio en esta materia que se imparte en el país todas las cualidades para evaluar, globalmente, una intervención humana en el medio y en el subsuelo. Por tanto, debería ser él -así como un escribano firma una escritura- quien informe sobre la manera en que se debe intervenir el subsuelo”, afirmó.

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