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Se revierten los factores que hicieron caer inflación

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Los uruguayos consumen 246 gramos de frutas y verduras por día; la OMS recomienda 400. Foto: Fernando Ponzetto

PROYECCIONES

La suba de precios en enero fue la mayor desde septiembre de 2002; analistas creen que saldrá de meta.

La inflación comenzó el 2018 con una aceleración —fue de 2,71% en enero y llegó a 6,67% en el acumulado a 12 meses— producto del ajuste de las tarifas públicas y la suba de precios de algunos alimentos, pero los analistas van más allá y entienden que existe "una reversión" de los factores que hicieron que los precios se desaceleraran el año pasado.

En esa premisa basan las proyecciones de que la inflación culminará el año por fuera del rango meta del Banco Central (BCU) —entre 3% y 7%—, al que convergió en 2017 (cerró en 6,55%) luego de siete años y del que no sale hace 11 meses.

Enero "se caracteriza por tener un aumento de precios de mayor magnitud", explicó la economista de PwC, Matilde Morales, aunque calificó el dato como "un incremento importante para un mes". De hecho, se trata del mayor registro mensual del Índice de Precios al Consumo (IPC) desde septiembre de 2002, cuando había alcanzado 3,12%.

De acuerdo al informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la categoría Vivienda explicó 1,1 punto porcentual del aumento de enero, al subir 7,68% por los incrementos "en agua corriente (+6,5%), impuestos domiciliarios (+1,03%), gastos comunes (+4,92%), electricidad (+27,12%) —el crecimiento es mayor por la reversión del plan UTE Premia, que hace bajar su precio en diciembre—; gas por red (+7,28%) y alquiler de vivienda principal (+0,39%)". Se trata de rubros que habitualmente ajustan sus tarifas al inicio del año y esa variación de precios "ya marcaba un piso de 1,44% para el mes", indicó PwC.

En incidencia en el IPC mensual, la siguieron la categoría Alimentos y bebidas no alcohólicas (0,43 puntos porcentuales) con un alza de 10,83% en las frutas; Bebidas alcohólicas y tabaco (0,33 puntos porcentuales) con una suba de 11% en cigarrillos y 11,75% en tabaco; y transporte (0,22 puntos porcentuales) por el mayor precio de la nafta, el gasoil y el boleto de ómnibus urbano.

"El 75% de la inflación del mes está asociada a tarifas públicas o servicios administrados (como salud y transporte)", dijo el economista de CPA Ferrere, Santiago Rego. Sin embargo, destacó que esos rubros "están ejerciendo menos presión sobre los precios que un año atrás".

Acumulado.

Para eliminar el sesgo de esos aumentos puntuales de precio, sirve ver la inflación acumulada a 12 meses, que se aceleró desde 6,55% en diciembre a 6,67% en esta última medición. Así el IPC creció "un punto porcentual y medio" desde julio de 2017, cuando había descendido a 5,24% y alcanzando un valor mínimo desde 2005, apuntó Morales.

Para Rego, la aceleración de los precios "tiene que ver con que se está revirtiendo lo que había amortiguado la inflación en los últimos meses: las frutas y verduras". Tras ser el factor detrás de un IPC por encima de 10% a mediados de 2016, estos alimentos llegaron a niveles "históricamente bajos" el año pasado e hicieron caer la inflación, pero ahora volvieron a ejercer presiones al alza.

Ratifica este análisis que la inflación de núcleo (que depura los precios de frutas y verduras, energía y combustible) "está relativamente estable desde mayo", añadió el analista de CPA Ferrere.

En una línea similar, su colega de PwC señaló que "los tres factores que estuvieron detrás de la desaceleración de los precios el año pasado —el dólar que bajó 4,8% en promedio en 2017, las frutas que redujeron su valor 7% en el año (tras crecer 37% en 2016) y la menor inercia inflacionaria al implementar ajustes de salarios nominales— empiezan ahora a revertirse o se espera que eso ocurra en los próximos meses".

Por esto, tanto Morales como Rego coinciden que la inflación continuará acelerándose hacia adelante, hasta superar el techo del rango meta del BCU, y finalizará el año en torno al 7,5%.

También opinó igual la economista del Centro Economía, Sociedad y Empresa del Instituto de Estudios Empresariales de Montevideo (IEEM), Agustina Trapp: "Vemos improbable que la inflación termine el 2018 dentro del rango meta", aunque condicionó esto a "lo que suceda con el tipo de cambio a lo largo del año" —según estima el IEEM si el dólar culmina el 2018 entre $ 30 y $ 31 provocaría una inflación "por encima del 7,5%"—.

Negociación.

"No creemos que el repunte de la inflación sea transitorio y creemos que seguirá al alza en los próximos meses, lo que es un desafío para la política económica porque vamos a llegar a los Consejos de Salarios con una inflación en el techo del rango o por encima", advirtió Rego.

La próxima ronda de negociación salarial, que comenzará a mitad de 2018, será la mayor de la historia ya que acordarán sus remuneraciones 173 ramas de actividad privada, más los trabajadores del sector público. A esto se suma que será "la última negociación salarial del actual gobierno y que llegaremos con una economía creciendo, probablemente al 3%, pero por otro lado el empleo se deteriora", un combo que augura "un frente más tensionado" que otros años, agregó Rego.

En este contexto, para este analista, el gobierno apostará por "un equilibrio" entre atender las demandas de los trabajadores y cuidar los incrementos salariales para que no impacten sobre los precios. A su entender, se deberían mantener los lineamientos nominales (no asociados a la inflación) ya que "permitieron desindexar la economía y que los componentes no transables (del IPC) se hayan ido moderando significativamente en los últimos dos años".

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