ANTEPROYECTO DE LEY DE URGENTE CONSIDERACIÓN

La presidenta de Ancap, Marta Jara, opinó ayer acerca de los cambios propuestos en el área de combustibles dentro del anteproyecto de ley de urgente consideración que divulgó el gobierno electo. Consideró positivo el fortalecimiento de potestades de la Unidad Reguladora de los Servicios de Energía y Agua (Ursea), pero criticó la liberalización de la importación y producción de combustible, al asegurar que “la refinación (local) es el abastecimiento más económico” para los consumidores.

En el borrador se plantea la derogación del “monopolio de la importación, exportación y refinación de petróleo crudo y derivados del mismo establecidos a favor del Estado y gestionados por Ancap”, dejando librada a la futura reglamentación “los términos y condiciones” de la medida.

“El titular es que se desmonopoliza Ancap, pero lo carnoso de la ley está en lo que refiere a la Ursea”, dijo Jara en diálogo con radio Carve. Aclaró que no está a favor de la desmonopolización porque “el consumidor se puede ver perjudicado”.

A principios de mes en entrevista con El País, la jerarca había afirmado que importar combustible es un negocio “sumamente riesgoso” y “Ancap sería el ganador” si se liberaliza el mercado porque “es un productor mucho más eficiente que la importación”. También que refinar en la planta de Ancap “genera valor”, al menos US$ 80 millones por año.

En el borrador se establece que la Ursea deberá formular “recomendaciones” al Poder Ejecutivo sobre “los criterios de fijación tarifaria” buscando que los precios “reflejen los costos de los servicios.

Jara señaló que “la visión que se plasma” con este fortalecimiento de la agencia “no es la de un mercado liberalizado, sino la de un mercado fuertemente regulado”, entonces “lo que haga o deje de hacer la Ursea va a ser determinante” para lo que ocurra en el mercado.

“Si la Ursea pasa a fijar tarifas técnicas, eso da una certidumbre regulatoria que hoy no se tiene”, indicó la presidenta de Ancap. Añadió que si la agencia cumple ese rol “como está planteado” en el anteproyecto, “se va a importar muy poco combustible” pese a la liberalización del mercado.

Analistas consultados por El País dijeron días atrás que la medida planteada por el nuevo gobierno va en el camino correcto al buscar una mayor competencia, pero dudan que pueda llegar a ser un negocio atractivo para los privados y entienden que hay poca evidencia para afirmar que estos cambios terminarán impactando en los precios al público.