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El precio del petróleo en un máximo en siete años, ¿qué está detrás y qué puede pasar?

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Ayer el barril de petróleo de Texas (WTI) cerró con una caída de 43,37% en los futuros de junio. Foto: AFP

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Varios factores contribuyen a este incremento: la interrupción de producción “en Libia, en Nigeria, en Angola, en Ecuador y en Canadá por el frío extremo”, explicó Hussein Sayed, analista en Exinity.

El petróleotocó el martes un máximo en siete años impulsado por las perturbaciones de la oferta, las tensiones geopolíticas y un aumento de la demanda, pese a los temores por avance de la variante ómicron.

El barril de Brent del mar del Norte cotizaba en US$ 87,26 sobre la 1:50 del martes en Uruguay, marcando un máximo desde el 30 de octubre de 2014 cuando llegó a US$ 86,74, y subió otro poco hasta el cierre.

El barril de West Texas Intermediate (WTI) siguió la tendencia trepó hasta los US$ 85,66 llegando a un nivel no visto desde 2014.

Finalmente, el crudo Brent cerró en US$ 87,56 y el WTI en US$ 85,43.

Varios factores contribuyen a este incremento. Por un lado, la interrupción de la producción “en Libia, en Nigeria, en Angola, en Ecuador y, más recientemente, en Canadá por el frío extremo”, explicó Hussein Sayed, analista en Exinity.

La producción disminuye en países como Angola o Nigeria, que aporta medio millón de barriles diarios menos que a mediados de 2020.

“Los mercados siguen concentrados en el delicado equilibrio entre oferta y demanda, que parece tener un impacto bastante importante en las fluctuaciones de precios a lo largo de toda la recuperación económica pospandemia”, indicó Walid Koudmani, analista en la firma XTB.

Tensiones

También influyen las tensiones geopolíticas entre Rusia y Ucrania, que podrían perturbar el suministro de gas a Europa, o en el golfo Pérsico, donde los rebeldes hutíes de Yemen reivindicaron un ataque contra unas instalaciones de suministro de petróleo en Emiratos Árabes Unidos.

Junto a estas presiones sobre la oferta, la demanda sigue en aumento a medida que la economía mundial regresa paulatinamente a su nivel de actividad prepandémico, pese a las inquietudes por la aparición de la variante ómicron.

Además, el precio del gas natural, que todavía está en un nivel alto, contribuye al encarecimiento del petróleo, porque provoca un “aumento de la demanda de diésel y de fuel como un reemplazo del gas natural”, señala Bjarne Schieldrop, del grupo de análisis SEB.

Los expertos apuntan a la Organización de Países Exportadores de Petróleo como solución a esta escalada, pero sus miembros no quieren revertir precipitadamente los recortes de producción decretados al llegar la pandemia, cuando los precios se desplomaron.

“Solo los miembros de la OPEP y sus aliados pueden hacer bajar los precios ahora bombeando más crudo. Pero en vez de ello, probablemente se aferren a su estrategia de relajación progresiva de la reducción de producción, puesto que se benefician de los altos precios actuales”, dijo Hussein Sayed.

La OPEP y sus aliados (OPEP+) anuncian desde hace meses aumentos marginales de su producción que no responden a las necesidades de la demanda. Arabia Saudita reafirmó este año el respeto a estos acuerdos y la importancia de estos topes. Esto hace prever a varios analistas que los precios sigan escalando hasta superar la barrera de los US$ 90. [AFP]

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