El petróleo volvió a caer ayer jueves en un mercado perturbado por los stocks de Estados Unidos y sin mucha esperanza en que los grandes productores congelen su oferta.

En Londres el barril de Brent, el que Ancap usa de referencia para fijar el precio de los combustibles, bajó US$ 1,44 a 45,45 en su primer día con el contrato a noviembre como referencia.

Por su partre, el barril de WTI para octubre perdió US$ 1,54 a 43,16 en el mercado de Nueva York.

Rusia dijo que el precio de US$ 50  el barril no hace necesario limitar la producción y eso presiona a los mercados, dijo Bob Yawger de Mizuho Securities USA.

Esa declaración parece frenar la esperanza de que los países de la OPEP acuerden a fines de mes en Argel una congelación de su producción a la que ulteriormente se sumaría Rusia.

En abril un encuentro similar y con el mismo objetivo fracasó debido a las tensiones entre Arabia Saudí e Irán; socios de la OPEP pero rivales regionales.

Al momento de la declaración rusa los precios estaban aún lastrados por el incremento de las reservas de crudo de Estados Unidos reportado el miércoles.

"Las cifras de los stocks fueron una sorpresa", dijo Yawager y las consideró "negativas".

Otro factor de baja fue la contracción de la actividad manufacturera de agosto en Estados Unidos. El dólar, que estaba en baja, no fue suficiente como para sostener el precio del barril.

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