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S&P: perspectiva de deuda es "estable"

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La calificadora ve menos riesgos para la economía local. Foto: AFP

Estaba en “negativa”; nota continúa en BBB.

La calificadora de riesgo Standard & Poor’s (S&P) informó ayer que modificó la perspectiva de la deuda uruguaya de "negativa" a "estable", mientras que mantuvo la nota crediticia de BBB —dos escalones por encima del grado inversor— a largo plazo y de "A-2" para el corto plazo.

Estas decisiones formaron parte de la evaluación anual sobre Uruguay que realizó S&P, cuyos técnicos visitaron el país en las últimas semanas. En el informe la calificadora señaló que la perspectiva estable refleja su "visión de que un mejor panorama económico equilibrará los riesgos de shocks adversos", así como su "expectativa de que el gobierno implementará políticas correctivas oportunas para mantenerse en el camino de la consolidación fiscal".

S&P destacó que "a pesar de las difíciles condiciones económicas, Uruguay demostró "resiliencia" y el PIB (Producto Interno Bruto) creció 1,5% en 2016". Agregó que las perspectivas económicas para los próximos dos años "son favorables", al tiempo que proyectó un crecimiento de la actividad de 2% para 2017 y de 2,5% para 2018.

La previsión de la agencia internacional está en línea con lo manejado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que espera un crecimiento del PIB de 2% este año tal como informó días atrás El País.

Acerca del déficit del sector público —que se ubica en 3,8% del PIB en los 12 meses a marzo—, S&P consideró que "la continuidad de las medidas de consolidación fiscal allanarán el camino" para una reducción gradual y cumplir el objetivo del gobierno de bajarlo a 2,5% del PIB al finalizar el período (el MEF prevé que descienda al 3,3% del PIB a fin de año).

Respecto a la inflación —que desde hace dos meses entró en el rango meta del Banco Central (BCU) que va de 3% a 7%—, la calificadora indicó que espera que "disminuya y permanezca dentro del rango meta del BCU durante los próximos tres años".

Por las medidas y condiciones enumeradas, la calificadora evaluó que "ha disminuido la probabilidad de un deterioro en la solvencia de Uruguay durante los próximos dos años".

Sin embargo, advierte que podría bajar a futuro la nota del país de existir "una combinación de política fiscal inadecuada y un crecimiento del PIB inferior al esperado" que diera lugar a "un aumento más alto de la deuda" pública. Mientras que sostuvo que podría elevar la calificación "si el gobierno es capaz de aumentar la flexibilidad y la efectividad de la política monetaria, combinada con una mayor consolidación fiscal".

Hace un año, S&P había rebajado a "negativa" la perspectiva de la deuda uruguaya como reflejo del "riesgo de que la economía se pueda debilitar más allá" de sus "expectativas y que el ingreso per cápita en dólares pueda seguir disminuyendo, lo que pesaría en la base de ingresos y en el ajuste fiscal planeado por el gobierno".

De esta forma, Uruguay continúa manteniendo el grado inversor de acuerdo a la calificación de cinco agencias internacionales: S&P, Moodys, Fitch, la japonesa Rating and Investment Information y la canadiense DBRS. Esta última ratificó la semana pasada la nota de BBB- (el escalón mínimo dentro del grado inversor) de Uruguay, mientras que se aguarda la actualización de la evaluación crediticia de Moodys, que al igual que S&P había pasado a "negativa" la perspectiva de la deuda local en 2016.

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La calificadora ve menos riesgos para la economía local. Foto: AFP

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