Hubo varios logros, pero sigue pendiente adoptar el Código Aduanero regional.

Un elemento clave para definir el status de un proceso de integración como el Mercosur es el papel de las administraciones aduaneras. En ese sentido, uno de los primeros logros fue la concreción del tránsito aduanero armonizado, que prevé el uso de un formulario unificado que facilitó la circulación por los pasos de frontera y la utilización de precintos aduaneros comunes.

Luego se adoptó un Arancel Externo Común que está ordenado en 11 niveles, desde el 0% al 20%, aunque existen listas de excepciones con plazos determinados (100 items para Argentina y Brasil hasta 2021, 225 para Uruguay y Venezuela hasta 2022 y 649 para Paraguay hasta 2023). Además, se creó la figura de Áreas Aduaneras Especiales.

También se acordó un régimen de origen, para que sean considerados originarios del Mercosur los bienes elaborados íntegramente en el territorio de cualquiera de los países miembros utilizando materiales originarios.

A su vez, el Acuerdo de Recife reguló los controles fronterizos entre los Estados miembros y simplificó los trámites aduaneros buscando facilitar el comercio y el transporte. En los principales pasos de frontera se instalaron "Áreas de Control Integradas" con funcionarios de ambas jurisdicciones.

Entre las cuentas pendientes aparece la puesta en vigor del Código Aduanero del Mercosur, que organiza como un sistema jurídico todas las disposiciones. Fue aprobado a nivel regional en 2010, pero solo ha sido internalizado por Argentina.

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