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La nueva economía uruguaya tiene un nivel superior al estimado y se ven otros aspectos

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Fuera de la meta: inflación sigue por encima del rango meta del Banco Central, de entre 3% y 7%. Foto: Fernando Ponzetto

SEGÚN EL BCU

Hay nuevas actividades que se incorporaron, otras que tienen mayor o menor peso y hasta se podrá estimar cuánto representa el contrabando, por ejemplo.

El Banco Central (BCU) presentó ayer la actualización de las Cuentas Nacionales que implican nuevas actividades, distinta distribución de peso de los sectores de la economía y que en definitiva permite conocer mejor como producimos, consumimos e invertimos los uruguayos.

La economía uruguaya tiene un nivel más alto del que se estimaba anteriormente, hay nuevas actividades que se incorporaron, otras que tienen mayor o menor peso y hasta se podrá estimar cuánto representa el contrabando, por ejemplo.

Esta actualización tiene como año de referencia 2012 y como nuevo año base a 2016. Cuando en diciembre se publiquen los datos de Cuentas Nacionales del tercer trimestre de este año, se dará a conocer la variación actualizada del Producto Interno Bruto (PIB) trimestre a trimestre desde 2016 hasta el mencionado julio-septiembre de 2020.

Una de las novedades de la presentación de ayer, es que el punto de partida, es decir el PIB en 2016, era más alto que el estimado anteriormente con la metodología previa.

El presidente del BCU, Diego Labat resaltó la ganancia que implica para el país esta actualización. donde se confirma la seriedad institucional de las metodologías de cálculos.

El director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE, organismo que colaboró con el Central en la actualización) señaló que este nuevo PIB aporta “información clave para la toma de decisiones en el país” y remarcó que “trabajamos de forma conjunta para fortalecer algunos otros instrumentos que nos permitan intercambiar información en forma más fluida entre el INE y el BCU”.

El corazón de lo que sucede en la economía uruguaya se puede ver a través del Cuadro de Oferta y Utilización. Según señaló la integrante del BCU, Gabriela Pacheco, este cuadro “recoge el total de las transacciones de bienes y servicios de la economía, mostrando para cada producto quién lo produjo o si fue importado y también cuál fue el destino económico en el período analizado”.

Para el año de referencia 2012, la nueva metodología arrojó que el nivel del PIB era 8% superior al estimado con la base 2005. Del lado de la producción, el 47% fue consumo intermedio y el 53% valor agregado. En tanto, al ver el PIB del lado de la demanda, el 60% fue gasto de consumo final de los hogares, el 22% formación bruta de capital (de la que 20 puntos estaban explicados por la inversión), el 15% gasto de consumo final del gobierno y el 3% restante es el saldo de la balanza comercial (exportaciones menos importaciones).

Una de las novedades de la actualización es que el PIB incorpora el enfoque del ingreso. Desde ese lado, en 2012, el 39% del PIB lo explicaba el excedente de explotación bruto, el 35% eran sueldos y salarios, el 12% impuestos menos subvenciones sobre los productos, el 8% ingresos mixtos brutos y el 6% contribuciones sociales efectivas e imputadas a los empleadores.

Diego Labat, presidente del BCU. Foto: Fernando Ponzetto
Diego Labat, presidente del BCU. Foto: Fernando Ponzetto

Respecto al 2016, nuevo año base, la revisión del PIB arrojó que el nivel estaba 8,6% de lo estimado anteriormente.

Esta revisión al alza en el nivel del PIB “está dentro de los rangos internacionales cuando se actualizan las Cuentas Nacionales”, escribió el economista Aldo Lema en su cuenta de Twitter. Lema aclaró que con las cifras que presentó ayer el BCU “aún no es posible concluir si la tasa de crecimiento de la economía uruguaya durante los últimos años fue significativamente diferente a la implícita en las Cuentas Nacionales anteriores”.

De todas maneras, “con aproximaciones parciales podría concluirse preliminarmente que quizás el crecimiento de la economía uruguaya durante los últimos años no fue muy diferente al implícito en las Cuentas Nacionales anteriores. Faltan datos para ser categóricos”, los que se conocerán en diciembre, explicó el economista.

Ahora, el hecho de que el nivel del PIB en 2016 fuera 8,6% mayor al que se pensaba “eleva la medición de ingreso per cápita” y además “atenúa los ratios al PIB del déficit fiscal y la deuda pública”, añadió Lema.

Entre los números que presentó Pacheco, estaba la composición del consumo de los hogares en 2016.

Estos datos mostraron que la mayor parte del consumo de los hogares se destina al rubro Alimentos y bebidas con 24,2% del total. Lo sigues Servicios inmobiliarios y gastos de la vivienda con 19,2%, Servicios de transporte con 12,6%, Servicios para la comunidad, sociales y personales con 6,4%, Productos metálicos, maquinarias y equipos con 6,3%, Salud con 5,5%, Servicios de distribución, aloamiento, suministro de comidas y bebidas con 5,3%, Vestimenta con 4,4%, Servicios de telecomunicaciones con 3,8%, Servicios de educación con 2,3% y el Resto con 10,1%.

Pacheco dijo que esto “solo incluye aquellos que implican un gasto para los hogares, no está educación pública ni gastos comprendidos en el Sistema Nacional Integrado de Salud”.

La nueva medición permite también conocer la tasa de ahorro de los hogares como porcentaje de su ingreso disponible. En 2012 los hogares ahorraban 9% de su ingreso y en 2016 pasaron a ahorrar el 10,8% del ingreso disponible.

Por otro lado, el integrante del BCU Jorge Basal se refirió a las cuentas internacionales donde hay mejoras en los registros administrativos y en las fuentes y mayor cobertura en las transacciones. En este último caso, se mejora en la medición de gastos del turismo y de las transacciones financieras y la incorporación de la estimación del contrabando.

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