El fuerte recorte de tasas de interés que está aplicando el Banco Central de Brasil y la desaceleración de la inflación proveerán al inicio un impulso limitado a la economía del país, ya que se requiere también una mejoría sostenida en la demanda, señaló ayer la agencia de calificación Moody’s.
La entidad bancaria lleva a cabo un ciclo acelerado de relajamiento de las condiciones de financiamiento y este mes recortó su tasa de interés clave a 11,25%, su menor nivel en más de dos años, mientras intenta revivir una economía que sufre la peor recesión histórica. En su reporte, Moodys dijo prever que el banco continúe reduciendo la tasa referencial Selic al menos hasta el 2018, a medida que la inflación se desacelera, ubicándose en 9% a fines de este año, después de haber alcanzado un máximo de 14,25% en 2016.
Advirtió que el relajamiento monetario no se traducirá rápidamente en menores tasas de interés para los consumidores y empresas, puesto que la economía deberá incorporar otros factores antes de ajustarse a los recortes. "Habrá un período de desapalancamiento en 2018 y limitará las potenciales ganancias de tasas más bajas", dijo Marianna Waltz, directora gerente de Moodys. REUTERS
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