Desde fines del siglo XIX y mucho antes de que se construyera el actual puerto, Montevideo se caracterizó por contar con una importante flota de lanchas y remolcadores que día a día daban servicios a los vapores que por entonces ya tenían los 120 metros de eslora, y los transatlánticos de línea ya alcanzaban alrededor de los 150 metros.

Fue el tiempo en que el puerto de Montevideo carecía de muelles y todos los barcos debían fondear en su amplio antepuerto, entonces, por necesidad, una veintena de operadores se hizo de una prestigiosa flota de naves auxiliares que transportaban a los pasajeros y a las cargas entre el antepuerto y los modestos muelles de madera, entre ellos el famoso muelle de Gouwland que daba frente a la actual calle Colón.

Fueron empresas pioneras, algunas de ellas también hacían salvatajes ya que contaban con los equipos necesarios; estaban a la orden noche y día con embarcaciones tripuladas por abnegadas tripulaciones de italianos, españoles, serbios y croatas.

Pasaron los años y vino el monopolio de ANP, y luego la desmonopolización de estos servicios, por lo que nuevamente los empresarios volvieron a invertir en este tipo de embarcaciones de servicio, cada día más imprescindibles en virtud del tamaño de los barcos, algunos de ellos con 350 m de eslora, aunque no tardarían en llegar los de 12 mil teus más mangudos y pesados.

De esas empresas del pasado que hicieron historia en el puerto de Montevideo destacamos a Reyla (Remolcadores y Lanchas S.A.) con su principal accionista, la empresa española Boluda, una de las más grandes e importantes empresas de remolques de España y de Europa, que decidió acompañar el desarrollo portuario de Montevideo.

Hace unos tres años, esta empresa uruguaya que cuenta con una rica experiencia en esta actividad, ganó la licitación convocada por Gas Sayago para ofrecer servicios especiales a los barcos gaseros, con cuatro remolcadores de gran potencia.

Lo que nos sorprendió es que ya está en el puerto de Montevideo el primero de estos poderosos remolcadores potenciados para desarrollar 5.500 caballos de fuerza, capaces de dominar con seguridad los grandes barcos gaseros.

Se trata del V.B. Gladiador, un remolcador que despertará seguramente la admiración de los entendidos y expertos, y de aquellos vinculados a la actividad marítimo- portuaria.

Más allá del aporte de otras empresas de remolques que actúan en Montevideo, es un hecho que este poderoso remolcador de Reyla-Grupo Boluda, representa, cuando cuente con las otras unidades, un antes y un después para nuestro puerto, donde los barcos portacontenedores y graneleros más pesados ya se están asomando a nuestras aguas.

Y mientras se procesa el proyecto Gas Sayago, que seguramente tendrá su segunda oportunidad, Reyla-Boluda apuesta a Montevideo con una fuerte inversión en estas cuatro unidades, y con visión pujante de futuro y seguros de que hay que ir a más.

Para eso se está modernizando el puerto y profundizando los canales de acceso a 12,60 m: para atender las exigencias del comercio marítimo internacional y nuestro propio comercio exterior.

El Gladiador, al que pronto veremos incorporarse a la actividad de remolques, es una embarcación de 5.500 HP de fuerza, como ya lo mencionamos, y con un poder de tiro de 63 toneladas. Es un poderoso barco que, además, impacta a la vista.

Es el “V.B. Gladiador” de Reyla - BoludaEMILIO CAZALÁ