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Un "mini Hollywood" en Uruguay: los detalles de la primera zona franca temática

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Proyecto: se prevé instalar estudios insonoros de filmación, sets y edificios de oficinas multipróposito para los usuarios del exclave. Foto: archivo

APROBADO

El Poder Ejecutivo autorizó la instalación de un exclave para la industria audiovisual en Maldonado.

Una especie de “mini Hollywood” en Uruguay, con varias casas a modo de barrio residencial que en realidad son estudios audiovisuales o set de filmación. Esa fue la idea que por 2015 tuvo repercusión en la prensa local, aunque el proyecto debía esperar una modificación legal para su concreción.

El tiempo pasó, se actualizó la ley en cuestión y el Poder Ejecutivo autorizó la instalación en Maldonado de la primera zona franca temática, enfocada en lo audiovisual.

En la resolución oficial, se informa que el gobierno recibió una solicitud de la firma Portya Investment S.A. “con la finalidad de establecer una zona franca en un predio de cinco hectáreas ubicado en la localidad de San Carlos”.

“Se proyecta construir una infraestructura especializada para la producción de la industria audiovisual bajo los más altos estándares profesionales para albergar las llamadas ‘industrias creativas’ en las áreas de investigación, desarrollo, producción, almacenamiento, procesamiento y distribución de servicios audiovisuales”, detalla el documento.

Añade que los responsables del proyecto prevén invertir unos US$ 27,6 millones “en la infraestructura del parque audiovisual”. El subsecretario de Economía, Pablo Ferreri, había informado que los responsables del emprendimiento eran un inversor uruguayo junto con empresarios brasileños.

Se instalarán “estudios insonoros de filmación, varios sets y edificios de oficinas multipropósito donde se instalarán los usuarios directos e indirectos, generando empleo en la fase de construcción y luego en la parte operativa”, destaca la resolución del Poder Ejecutivo.

A su vez, indica que “la viabilidad económica del proyecto se sustenta en el arriendo de oficinas y sus servicios relacionados (Internet, telefonía, servicios básicos varios, salas de proyección, equipos, personal, y demás); en el alquiler de metros cuadrados escenográficos (backlots, sets y estudios), sumado a los servicios básicos como alquiler de equipos de cámara y luces, servicios de energía, servicios de catering, soporte tecnológico y digital”.

El profesor de Derecho Tributario de la Universidad ORT, Guzmán Ramírez, hizo un análisis -al que accedió El País- donde señaló que la primera zona franca temática dará “a las empresas que allí operen el mismo régimen de impuesto cero del que gozan las instaladas en las demás zonas francas, pero además tendrán algunos beneficios adicionales”.

Explicó que la posibilidad de crear zonas francas temáticas fue contemplada en la nueva ley de zonas francas, aprobada a fines de 2017 y permitía estos nuevos exclaves -que deben estar enfocados en actividades de esparcimiento, entretenimiento y servicios audiovisuales- desde marzo de 2018.

Respecto a los beneficios extras que pueden tener quienes operan allí, Ramírez detalló que las empresas instaladas en los exclaves tradicionales -hay 11 en distintas zonas de Uruguay- “en principio tienen prohibido realizar actividades en el resto del territorio uruguayo”, pero aquellas que se instalen en la zona franca temática “tendrán libertad para realizar filmaciones no solamente dentro de los límites (del territorio franco), sino también en el resto” del país.

Este derecho es siempre que las filmaciones fuera de los límites “no representen más del 25% de los costos totales anuales de la empresa”, aclaró.

En agregado, al tratarse de una zona franca fuera del área metropolitana la firma que administrará y explotará el área “tendría la posibilidad de beneficiarse de una amplia exoneración, comprensiva de todos los tributos nacionales, con la excepción del impuesto a la renta corporativa (IRAE) y los aportes a la seguridad social”.

También por motivo de la ubicación y en línea con algunos cambios en la ley de zonas francas, el abogado dijo que “los requisitos que tendrán que cumplir las empresas instaladas (en el exclave audiovisual) a efectos de obtener un permiso para operar por más tiempo, serán menos rigurosos”.

Esto porque las empresas usuarias reciben una habilitación por cinco años, pero se contempla una excepción que permite más años. Quienes estén en la nueva zona franca temática, podrán extender la autorización si contratan 50 empleados o invierten US$ 2,3 millones en los tres primeros años -en los otros casos deben contratar 100 empleados o invertir US$ 4,6 millones en dos años-.

El Poder Ejecutivo entiende que el proyecto “contribuye sustantivamente a la creación de empleo de calidad” y permitirá “captar significativas inversiones y generar valor agregado en tanto se desarrollaran actividades que incorporan modernas tecnologías que están en constante desarrollo e innovación”.

En agosto pasado, el gobierno presentó el Programa Uruguay Audiovisual, que da respaldo con US$ 2 millones para producciones nacionales. Allí Ferreri destacó que el sector representa hoy medio punto del PIB y da trabajo a 5.000 personas.

¿Cuánto es el canon a pagar?

La resolución del Poder Ejecutivo sostiene que Portya Investment S.A. deberá pagar al Estado a partir de la habilitación definitiva -tiene nueve meses para presentar “el proyecto definitivo de ingeniería y arquitectura”- la mayor suma entre estos dos ítems: “la suma anual variable equivalente al 5% de la totalidad de los ingresos brutos devengados a favor del explotador por las prestaciones brindas en la zona franca a sus usuarios directos e indirectos”, o “una suma fija anual de US$ 150.000”.

La totalidad del canon tendrá como destino la financiación del Fondo de Fomento Cinematográfico y Audiovisual que funciona en la órbita del Ministerio de Educación y Cultura.

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