Informe de EE.UU. destaca buen clima, pero advierte sobre la burocracia.

Una guía elaborada por la embajada de Estados Unidos en Uruguay, reseña una serie de fortalezas y debilidades para inversores de ese país en la plaza local. Se destaca la actitud abierta y el buen trato que el gobierno tiene con el inversor extranjero, la transparencia del Poder Judicial y un sistema bancario correcto. Sin embargo, como punto contrario aparece la burocracia (mencionada en varios pasajes), un bajo rendimiento educativo y la poca productividad de la fuerza laboral uruguaya.

La guía —que consta de varios documentos sobre apertura a la inversión, mercado de capitales, solución de diferencias y mercado laboral, entre otros— fue elaborada por la embajada este año.

Se destaca allí que hay casi 120 empresas estadounidenses que operan en Uruguay con un stock de inversiones de US$ 1.300 millones. Señala, como puntos positivos para que empresas de ese país exporten hacia Uruguay, al crecimiento económico importante, un consumo privado clave para ese crecimiento y una política comercial abierta.

La guía añade que Uruguay cuenta con una ubicación estratégica que ofrece excelentes oportunidades como plataforma de distribución regional y un gran mercado de prueba. Uno de los documentos señala que los desafíos que enfrenta Uruguay en la promoción de su mercado es ser un país pequeño y la falta de financiación relacionada al comercio. Y allí está uno de los pasajes donde se hace mención a cuestiones administrativas. "La burocracia para la obtención de información y los procedimientos de inversión oficial puede ser lenta a veces", expresa.

Se agrega que "en 2011, Uruguay aprobó una ley de asociación público-privada (PPP) que podría proporcionar oportunidades de mercado para las empresas de Estados Unidos, pero el país está experimentando una pronunciada curva de aprendizaje. Los sectores público y privado deben aprender de las historias de éxito de las APP en otros países, las mejores prácticas, problemas potenciales y oportunidades de financiación".

En otro pasaje se expresa que los inversores locales y extranjeros son tratados por igual. "En las licitaciones para la participación del sector privado en los sectores de propiedad estatal, los inversores extranjeros son tratados como ciudadanos y se les permite participar en cualquier etapa del proceso".

A pesar de eso, en la guía se sostiene que "los postores en las ofertas deberán estar preparados para un largo proceso de adjudicación. Aunque las empresas estadounidenses no han encontrado mayores obstáculos en el clima de inversión en Uruguay, algunas han sido frustradas por la cantidad de tiempo que se necesita para completar los trámites burocráticos y las ofertas".

Refiriéndose a los sectores productivos que recibieron mayor inversión extranjera directa, se señala a las plantas de celulosa, construcción (bienes raíces en Punta del Este, hoteles y edificios de oficinas), agricultura (silvicultura, la ganadería, la agricultura y los frigoríficos) y la industria (alimentos y bebidas y productos químicos) .

La embajada también destaca el crecimiento de la inversión estadounidense en Uruguay que aumentó a un promedio anual de US$ 77 millones entre 2009 y 2013, de un promedio anual de US$ 58 millones entre 2004 y 2008.

Indica que las empresas estadounidenses que operan en Uruguay emplean directamente a más de 15.000 trabajadores. Allí se resalta a Weyerhaeuser, Hotel Conrad, Sabre, McDonalds y Pepsi.

En otro escrito, se resalta que el Poder Judicial uruguayo es transparente y permanece independiente del Poder Ejecutivo. "Sin embargo, a veces ha sido criticado por su lentitud. El Poder Ejecutivo raramente interfiere directamente en los asuntos judiciales, pero en ocasiones ha expresado su descontento por las sentencias judiciales", afirma.

En otro orden, la guía expresa que el gobierno mantiene una "actitud abierta hacia la inversión extranjera, pero no existe un sistema regulador eficaz para alentar y facilitar la misma".

Refiriéndose al sistema bancario señala que es, en general, correcto. "Después de someterse a una crisis masiva en 2002, el sistema local se ha visto afectado por la crisis financiera mundial de 2008 y tiene buenas relaciones de capital, solvencia y liquidez", agrega.

Sobre el primer tema se indica que a pesar de la alta tasa de alfabetización y la tradición de la educación pública de calidad, Uruguay está experimentando actualmente una alta tasa de deserción en la escuela secundaria y un bajo rendimiento en las pruebas PISA de OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).

A su vez señala que algunos inversores extranjeros también han informado de las preocupaciones sobre el nivel de productividad de la fuerza laboral de Uruguay.

"La productividad por lo general no está incluida en las negociaciones que tienen lugar en los Consejos de Salarios. Dado el fuerte crecimiento económico de la última década, el muy bajo nivel de desempleo actual y las presiones inflacionarias, el gobierno está preocupado por el fomento de la productividad y la intención de incluir medidas (sobre ella) en las próximas negociaciones salariales", finaliza uno de los documentos.

En la guía elaborada por la embajada estadounidense se dedica un capítulo a la controversia entre el gobierno uruguayo y Philip Morris.

Recuerda que en febrero de 2010, la empresa tabacalera Philip Morris demandó al gobierno de Uruguay con el argumento de que las nuevas medidas de salud adoptadas por el gobierno para los paquetes de cigarrillos implicaban un trato injusto con la compañía.

Y allí sostiene que "los Estados Unidos no apoyan a Philip Morris International, su posición sobre este asunto o las ventas de su producto". La demanda de la tabacalera empezó luego de una denuncia donde se indicó que el gobierno uruguayo violaba varios aspectos del Tratado Bilateral de Inversión que el país mantiene con Suiza.

FORTALEZAS Y DEBILIDADES