INCENTIVOS
Los analistas privados Tamara Schandy y Diego Vallarino, así como el jefe de la Asesoría Macroeconómica del Ministerio de Economía, Christian Daude, opinan al respecto.
Con el objetivo de revertir una tendencia a la baja que acumula cinco años, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) presentó esta semana un paquete de estímulos (algunos nuevos y otros que fueron extendidos) para 14 sectores de actividad con potencial de crecimiento -como la industria automotriz, la alimenticia, la audiovisual, los servicios globales y la logística, entre otros-.
Analistas consultados por El País coincidieron en que los efectos de las medidas serán “limitados” y no lograrán un repunte de la inversión privada. Es que el pesimismo empresarial, en especial vinculado a la baja o nula rentabilidad existente, hace que el panorama no sea promisorio en esta materia.
“El paquete de medidas es un popurrí lleno de buena voluntad. Hay medidas que ya existen, hay otras que no generan impacto en el corto plazo, y hay medidas que no son creíbles”, dijo Diego Vallarino, investigador en el área de inversiones y asesor de empresas -trabajó con el MEF en la creación del área de atención al inversor sobre incentivos tributarios-.
Analizó que “desde el 2015 el MEF ha largado varios ‘parches’ sobre instrumentos de promoción de inversiones”, extendiendo o aumentando beneficios, pero “la contraparte es casi imposible de cumplir por las empresas”. Afirmó que esta política “no ha impactado” en una mejora de la inversión y mirando a futuro “no va a impactar” tampoco.
El especialista agregó que hoy el primer problema que tienen las empresas “es la rentabilidad, dado los costos que impactan directamente en su estructura”. El segundo es la no credibilidad en los estímulos que brinda el gobierno -“¿qué es lo diferente a las medidas que se tomaron el año pasado, y el año anterior, y el anterior?”, se preguntó Vallarino- y el tercero la incertidumbre, tanto externa por la situación de los países vecinos y la guerra comercial entre China y Estados Unidos, como interna por las elecciones.
Mientras tanto, Tamara Schandy, economista y socia de Deloitte, dijo a El País que los anuncios del MEF son “positivos en el sentido del reconocimiento de que el sector empresarial está enfrentando dificultades, pero los efectos serán limitados”. Sostuvo que no atacan “el problema de fondo” de la economía, que son “los desequilibrios macroeconómicos, fundamentalmente el atraso cambiario y el desalineamiento entre la evolución de los salarios y la productividad en las empresas”. Este combo manifestó que “afecta la rentabilidad de las empresas y desalienta la inversión”.
Al analizar una de las medidas del MEF, que brinda iguales beneficios que a las empresas nuevas a las unidades productivas creadas dentro de compañías ya en actividad, Vallarino expresó: “¿Qué empresario hoy aumentaría 50% su plantilla de empleados por cinco años? Es una buena idea, pero de un desconocimiento sobre la realidad del tejido empresarial (y sobre todo de las Pymes), que llama la atención”.
Siguiendo con este caso, añadió que “muy pocos empresarios estarían dispuestos a multiplicar por 1,5 la cantidad de empleados”, sin poder modificar la plantilla por cinco años según las exigencias del beneficio, “para conseguir un monto potencial (de exoneración) de IRAE que no saben si van a poder usar por la rentabilidad de las empresas”.
En línea con estos diagnósticos, y “considerando los resultados de la Encuesta de Expectativas Empresariales (de Deloitte), la evolución de las importaciones de bienes de capital y el seguimiento que hacemos del desempeño financiero de las empresas, nuestros pronósticos no están contemplando un repunte de la inversión en los próximos trimestres”, indicó Schandy. Esto es dejando al margen los impactos de UPM 2, inversión que según Vallarino “es la excepción, no la norma”.
Como investigador en esta área, señaló que la promoción de inversiones debería apuntar “a impactar en la estructura de costos, más que en la renta”, porque ahí es donde se puede beneficiar “en muy corto plazo a todas las empresas”.
Confianza.
El jefe de la Asesoría Macroeconómica del MEF, Christian Daude, consultado por El País sobre si estos anuncios podrán hacer repuntar la inversión privada, expresó que son “un apoyo adicional a ciertos sectores y para algunos tipos de inversión, que creemos pueden contribuir a una recuperación en lo que queda de 2019”.
Aclaró que no todos apuntan a una exoneración de IRAE a las empresas sino que algunos “generan un crédito fiscal que pueden usar para pagar otras obligaciones”.
Mientras que respecto al tema de la rentabilidad empresarial, sostuvo que “aunque sea baja, no todas las empresas tienen renta negativa”. En esa línea, agregó que “hay varios sectores donde la rentabilidad es decente, pero tal vez por el ciclo de inversión están esperando para hacer nuevas inversiones, y creemos que esto (por los anuncios) puede ayudar a adelantarlas”.