Funcionarios de los principales países emergentes del mundo lanzaron ayer el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), el segundo de dos fuertemente respaldados por Beijing y que son presentados como alternativas a entidades existentes, como el Banco Mundial.
También conocido como el banco BRICS, se abre tras el establecimiento del Banco Asiático de Inversiones e Infraestructura (BAII), liderado por China. El nuevo banco financiará proyectos de infraestructura y desarrollo en Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica, que son los países que conforman el grupo BRICS de grandes economías emergentes. La ceremonia de ayer puso fin a una larga espera desde que el NBD fue propuesto en 2012. Desacuerdos sobre el financiamiento del banco, su gestión y la localización de su sede aplazaron su lanzamiento.
El "objetivo no es desafiar al sistema existente como está, sino mejorar y complementar al sistema en nuestra propia manera", dijo el presidente del NBD, Kundapur Vaman Kamath. El ministro de Finanzas de China, Lou Jiwei, afirmó que el respaldo del NBD a proyectos de infraestructura ayudará a "aliviar el estancamiento de larga data que enfrentan países emergentes y ayudarlos a acelerarse, ajustarse y mejorar el desarrollo". /
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