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Los que "juegan" su dinero prevén inflación de casi 10%

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Con la emisión de Letras de Regulación Monetaria, BCU busca controlar cantidad que circula.
Dinero, pesos uruguayos , cotización, dinero embolsado, paquetes de billetes, plata, hoja 101276, foto Jose Luis Bello, Archivo El País
Archivo El País

Para 2016 y 2017 según expectativa implícita en instrumentos financieros.

Los que se "juegan" su dinero en el mercado de capitales prevén una inflación anual de casi 10% en promedio este año y el próximo, con una previsión que viene a la baja. Estas expectativas de mercado están implícitas en instrumentos financieros.

Eso se determina por el rendimiento que pagan los títulos de deuda (Letras de Regulación Monetaria) en pesos nominales, frente al que pagan las Notas del Tesoro (otro tipo de deuda) en pesos ajustados por inflación, es decir en Unidades Indexadas (UI). La diferencia de rendimiento, da la inflación esperada por los que invierten, aquellos que "juegan" su dinero con esa expectativa.

Así, al comparar el diferencial de tasas de rendimiento de la Nota en UI a dos años emitida por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) el pasado 10 de febrero (que fue 5,16%) frente al rendimiento de una Letra a igual plazo (15,27%), daría una inflación implícita de 10,11% anual.

Pero, como el inversor en pesos nominales exige un "premio" por asumir el riesgo de inflación —que no tiene quien invierte en UI, ya que esta evoluciona según los precios—, puede determinarse una inflación implícita cercana a 10%. Es que no se conoce exactamente cuánto es ese premio adicional que exige el inversor en títulos en pesos nominales.

Al ver emisiones previas del MEF, el diferencial de tasas había sido de 10,37% el pasado 12 de enero y de 10,31% el 8 de diciembre de 2015.

Hace dos semanas, el director de la Unidad de Gestión de Deuda del MEF, Herman Kamil dijo a El País que con la emisión de la Nota del Tesoro en UI a dos años (que comenzó en diciembre de 2015) además de construir una curva en esa moneda, permite tener "información adicional para la política económica", al determinar la "inflación implícita" que espera el mercado. Esto complementa la expectativas de los analistas.

De hecho, las consultoras y bancos que respondieron la última encuesta realizada por FocusEconomics —que El País publicó el pasado 17 de febrero— estiman una inflación un punto menor a la que prevé el mercado.

La previsión de consenso entre los 17 consultados es que la suba de precios sea de 8,9% este año y de 8,3% el año próximo.

La expectativa mínima entre los analistas fue de 7,4% (de The Economist Intelligence Unit, la unidad de análisis de la revista británica) y la máxima de 10,4% (por parte de Equipos Consultores), esta última más alineada al mercado.

Ninguno de los 17 encuestados esperaba que la inflación se ubique en la meta de 3%-7% que tiene el Banco Central (BCU). En los 12 meses cerrados a enero, la suba de precios fue de 9,68%. De hecho, 10 de los 17 encuestados esperan una inflación de 9% o más para este año.

Prioridad.

El equipo económico busca atender varias variables al mismo tiempo y cambia la prioridad que pone en cada una, según entiende en cada momento.

En 2015 se vio una clara tensión porque al mismo tiempo debió enfrentar una desaceleración de la actividad (la economía habría crecido entre 1% y 2% según las previsiones de analistas y las oficiales), un déficit fiscal elevado (fue de 3,5% del Producto), una inflación alta (cerró el año en 9,44%) y pérdida de competitividad.

En años previos, la actividad no era un problema (con crecimientos por encima del promedio histórico), el déficit no preocupaba tanto (en 2014 fue de 3,4% del Producto pero en años anteriores menor) y la tensión estaba más entre la inflación y la competitividad.

Así, en 2015 el equipo económico priorizó atender la inflación y allí fue la batería de medidas que incluyó acuerdos de precios, fuerte intervención en el mercado cambiario para amortiguar la suba del dólar, entre otras.

En el comienzo de 2016, la orientación cambió, al priorizar la situación fiscal y promover un ajuste de tarifa por encima de la inflación del año pasado en el caso de UTE (algo que no ocurría desde 2010) y suba de tarifas de Antel por primera vez desde 2005. Adicionalmente, no bajó el precio de los combustibles refinados por Ancap pese a que la fuerte caída del valor del petróleo le permitía hacerlo.

El mercado y los analistas son conscientes de esto y por eso las expectativas de inflación permanecen elevadas.

Deuda en UI a menor tasa en ocho meses.

El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) colocó ayer en el mercado local un título de deuda en Unidades Indexadas (UI) a la inflación que vence en 2020, a la menor tasa de rendimiento —para ese plazo— desde junio pasado. Eso respondió a la fuerte demanda (de casi dos veces y media el monto colocado) que otra vez tuvo la emisión de deuda.

El MEF colocó ayer una Nota del Tesoro por 200 millones de UI (unos US$ 20,5 millones) al 2020, a una tasa de rendimiento de 4,98%. Para ver una tasa menor a esa, hay que irse a la emisión efectuada el 30 de junio pasado cuando el rendimiento fue de 4,89%. En agosto y diciembre de 2015 y enero de este año, la tasa superó el 5,1%.

En principio el MEF licitó 100 millones de UI (US$ 10,3 millones), pero al recibir una fuerte demanda de los inversores de 479 millones de UI (US$ 49,2 millones). Por eso, finalmente aceptó colocar el doble.

Previamente, el pasado 10 de febrero el MEF había emitido una Nota del Tesoro en UI que vence en 2018 y también había recibido una fuerte demanda. En esa ocasión, tenía previsto colocar 200 millones de UI (US$ 20,5 millones), pero ante una demanda de 645,9 millones de UI (US$ 66,7 millones), terminó emitiendo 293,8 millones de UI (US$ 30,3 millones).

En esa ocasión, el director de la Unidad de Gestión de Deuda del MEF, Herman Kamil había dicho a El País que "la respuesta sigue siendo muy buena en cuanto a la demanda por moneda nacional, algo a destacar dada la volatilidad del tipo de cambio".

Las emisiones locales encuentran una "demanda robusta de parte de residentes", había agregado, algo que se volvió a confirmar ayer.

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