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¿Inversor negativo o positivo? El impacto que tienen las emociones en la tolerancia al riesgo

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Positivos

FINANZAS DE BOLSILLO

Una investigación académica concluyó que la tolerancia al riesgo aumenta con las emociones positivas hacia las inversiones.

Día soleado o nublado, emociones positivas o negativas, lo que le ocurrió al vecino, lo que aconteció en las horas previas a tomar una decisión de inversión y el entorno social y familiar son todos factores que influyen en las personas que invierten y aspectos que determinan cuál es su tolerancia al riesgo.

El estudio del comportamiento humano en el ámbito financiero, conocido como behavioral finance, es un área que ha ganado un protagonismo cada vez mayor y de la cual surgen nuevos datos.

Es así que una nueva investigación denominada “La importancia de mantenerse positivo: el impacto de las emociones en la actitud ante el riesgo”, afirmó que la tolerancia al riesgo aumenta de forma monótona con las emociones positivas hacia las inversiones y la vida, y disminuye con las emociones negativas.

La investigación -realizada por los académicos ingleses Chris Brooks, Ivan Sangiorgi, Anastasiya Saraeva, Carola Hillenbrand y Kevin Money y difundida por el blog Sala de Inversión-, señaló que las emociones positivas “tienen un mayor impacto” en la tolerancia al riesgo en contraposición con lo que ocurre con las emociones negativas de los inversores, por lo que enfatizó en la importancia de que los asesores y educadores financieros apoyen a los inversores en su desarrollo emocional.

“Las emociones (integrales e incidentales) hacia las inversiones tienen un poder explicativo considerablemente mayor para la sección transversal de la aversión al riesgo que el género, la edad, los ingresos, la experiencia de inversión y el conocimiento de inversión”, señaló el estudio que se realizó en base a datos de un cuestionario de junio del año 2017, de 970 inversores minoristas con sede en el Reino Unido. Entre las variables de control a la hora de invertir estaban la edad, el sexo, la experiencia, el conocimiento y el nivel educativo.

Entre las principales conclusiones de la investigación, se puso de manifiesto que “los inversores tienen más emociones positivas que negativas hacia la inversión”, empero, en términos de conocimiento sobre finanzas, solo un 4% de los encuestados logró responder todas las preguntas de forma correcta.

Con estas afirmaciones estuvo de acuerdo el especialista en análisis de datos y Chief Data Officer de Scotiabank Uruguay, Diego Vallarino, quien en diálogo con El País manifestó la importancia de las emociones en las decisiones de inversión.

“La tolerancia al riesgo, así sea mucha o poca, es totalmente circunstancial y personal”, es decir que es afectada por “una cantidad de factores que van desde el punto de vista personal, social y genérico”, indicó el ejecutivo y mencionó que una misma persona, frente a distintas circunstancias en su día a día tendrá una aversión al riesgo “totalmente distinta”.

Diego Vallarino aseguró que para Scotiabank si la data es el petróleo, el analytics es la refineria. Foto: Leonardo Mainé.
Diego Vallarino aseguró que “la tolerancia al riesgo, así sea mucha o poca, es totalmente circunstancial y personal". Foto: Leonardo Mainé.

En ese sentido, Vallarino explicó que si la persona tuvo una experiencia buena o mala dos horas antes de tomar la decisión de inversión “va a cambiar su aversión al riesgo”, así como también habrá variación “si el día está nublado o soleado”, estando con mayor disposición a asumir más riesgo si el día es soleado y viceversa, explicó el especialista.

¿Cómo se explica? Según Vallarino, una persona contenta, con expectativas y emociones positivas va a tender a tolerar más riesgo porque tiene confianza y esa es la clave al invertir porque “depende de cómo la persona perciba el futuro”.

La palabra percepción es fundamental para entender esta cuestión. Es que según Vallarino, el futuro puede ser el mismo para dos personas pero la clave radica en la forma en que cada uno lo perciba. “Capaz que yo veo mi futuro más negro que vos y en ese caso yo voy a tener una percepción del riesgo mayor, por lo tanto, me voy a arriesgar menos. Es un factor totalmente psicológico”, indicó el ejecutivo.

¿Varía la tolerancia al riesgo según el género?

Según indicó Vallarino, hay evidencia de que las mujeres “toman menos riesgo que los hombres”. Si bien advirtió que eso “depende mucho de las circunstancias” de cada inversor, indicó que sí hay una tendencia a que “estadísticamente la mujer corra menos riesgos que los hombres”. Según Vallarino esto se da “por una cuestión netamente de los orígenes y las reacciones más básicas del ser humano”. Sobre este punto, la investigación académica señaló que las mujeres son menos tolerantes al riesgo que los hombres en todas las edades y tienen puntuaciones de emociones positivas más bajas y puntuaciones de emociones negativas más altas hacia las inversiones financieras que los hombres.

¿Incide la edad en la tolerancia al riesgo?

De acuerdo con Vallarino, la tolerancia al riesgo de un inversor varía también de acuerdo a la edad de la persona. “No es lo mismo la tolerancia al riesgo de un joven (en este caso asume más riesgos), que el de una persona mayor”, indicó. Con esto estuvo de acuerdo la presidenta de CFA Uruguay, quien explicó que “necesariamente” la tolerancia al riesgo varía con la edad de la persona y dijo que “los más vulnerables son los viejitos” dado que son los que tienen menos margen de tiempo para recuperar su cartera de inversiones en caso de una significativa caída de mercado. “Al viejito que está cerca del final de su vida, se le llega a caer el portafolio y no tiene tiempo para recuperarlo porque va a necesitar esa plata. No ocurre lo mismo con los jóvenes, porque no viven de eso y porque tienen más margen”, indicó.

En la misma línea, la presidenta de CFA Society Uruguay, Bárbara Mainzer, dijo a El País que “las emociones juegan un papel muy importante” y son también “la causa de algunos de los principales errores a la hora de invertir”.

En este sentido, Mainzer explicó que la naturaleza humana lleva a que la persona actúe de manera equivocada en el ámbito financiero ya que el inversor “se deja llevar” y decide comprar activos cuando el mercado sube y entra en pánico y quiere vender cuando el mercado cae.

“No hay nada peor que ver al vecino volverse rico”, indicó la Mainzer pero advirtió que lo que funciona para una persona no necesariamente funciona para otra y que por eso un inversor realmente “pone a prueba” cuál es su tolerancia al riesgo cuando el mercado se cae.

“El autoconocimiento juega un rol importante”, dijo Mainzer y explicó que si bien es clave entender de inversiones “eso solo no es suficiente”, sino que además es importante que la persona ya tenga experiencia invirtiendo.

Según la ejecutiva también influye el entorno social y familiar del inversor, la personalidad del individuo, la experiencia previa y las preferencias.

“Si ante una situación de caída de mercado yo lo veo desde el punto de vista positivo y pienso que ya se va a recuperar, esa es una actitud, pero la otra opción es que lo vea de forma negativa y me arrepienta de mis decisiones, ahí veo lo mismo de forma diferente”, explicó Mainzer. En este sentido, aconsejó a que las personas incluidas en el segundo grupo opten por asumir menos riesgos.

Del otro lado, “las personas más positivas son más emprendedoras” por lo que están acostumbradas a “asumir más riesgos en general, no solo en finanzas”, afirmó.

La pregunta
¿Cómo se determina el perfil del inversor?
Inversores: algunas de las empresas que emitieron deuda en la Bolsa de Valores están convocando a asamblea de accionistas para renegociar las condiciones de pago. Foto: Fernando Ponzetto - Archivo El País

Según explicó a El País, la presidenta de CFA Society Uruguay y consultora de instituciones financieras, Bárbara Mainzer, determinar el perfil del inversor “es como saber a dónde vas cuando abrís la puerta de tu casa para salir a la calle, es básico y fundamental”.

Lo primero que debe definir la persona antes de invertir son sus objetivos financieros y en segundo lugar, saber cuál es su tolerancia al riesgo.

Los objetivos pueden ser la compra de una casa, un auto, un viaje, el casamiento de los hijos, el financiamiento de los estudios, la jubilación, o cualquier otra meta para la cual la persona está ahorrando e invirtiendo.

Lo segundo, la tolerancia al riesgo, es más complejo de definir y se va aprendiendo a lo largo del tiempo. Según Mainzer, para conocer cuál es esa tolerancia, el inversor tiene que saber cuánto está dispuesto a soportar de volatilidad en su portafolio de inversiones. Esto no es lo mismo que definir cuánto dinero está dispuesto a perder.

“Si yo no sé con exactitud cuál es mi tolerancia al riesgo y tengo un portafolio con el que no puedo sostener mi estrategia, me lleva a consecuencias desastrosas. Debo tener un portafolio con el que pueda cumplir mis objetivos financieros pero con el que pueda dormir de noche”, explicó la ejecutiva.

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