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El impacto de la tecnología en la desigualdad salarial

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Tecnología.  Un estudio concluye que la distribución salarial varía según el género del trabajador así como según el tipo de empleo. Foto: Reuters.
Angel, Asteggiante

BRECHA DE GÉNERO

Estudio muestra que influyó diferente entre salarios de hombres y mujeres.

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A lo largo de los años la tecnología ha modificado los modos de producción y las formas de trabajo mediante la creación y destrucción de diferentes puestos laborales y por ende, ha influido también en la evolución de la distribución salarial.

Sobre esto trata una investigación realizada por Sandra Rodríguez López y Graciela Sanroman del Instituto de Economía (Iecon), en la que se analiza la contribución del cambio tecnológico en las modificaciones de la distribución salarial en Uruguay y su diferencia en el impacto sobre los salarios de mujeres y hombres entre los años 2000 y 2015.

La conclusión a la que llega el estudio es que el rol de la tecnología ha sido diferente al explicar la distribución salarial de hombres y mujeres. Mientras que en el caso masculino ha contribuido más a explicar el crecimiento de la desigualdad en el tramo superior de la distribución (salarial), en el caso de las mujeres fue más relevante para explicar los cambios en el tramo inferior.

No obstante, según las autoras, las diferencias salariales entre los trabajadores en Uruguay no son homogéneas a lo largo de la distribución salarial, y destacan “el perfil creciente en la distribución de la brecha salarial de género y el rendimiento de la educación”.

“El rápido desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y su uso cada vez mayor en las tareas ocupacionales del día a día ha influido en las condiciones y salarios del mercado laboral en todo el mundo”, explica la investigación.

El período comprendido entre el 2000 y el 2015 fue una etapa en la cual, según el informe, el mercado laboral uruguayo -así como los de América Latina- contribuyó a reducir la desigualdad de los salarios. Sin embargo, la investigación concluyó que la tecnología tuvo efectos diferentes en la distribución de los salarios al analizarla por género.

En cuanto a la automatización, según indicó el estudio, las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de realizar tareas con mayor propensión a ser automatizadas, (a excepción de los empleos relacionados con servicios).

Adicionalmente, se destaca que si bien las mujeres están “fuertemente” representadas entre los empleos administrativos, de oficina, de ventas y de servicios, están insuficientemente representadas entre los trabajos de producción, construcción y transporte.

Mientras que el 58% de los hombres trabaja en esos rubros, solo el 9% de las mujeres están en esas ocupaciones.

“Las mujeres han superado a los hombres en su representación relativa entre los profesionales y los técnicos”, destaca el estudio.

En el grupo de las ocupaciones profesionales, administrativas y técnicas, que es el grupo con el índice de información más alto, un porcentaje menor de mujeres que hombres se ubica en el cuartil superior, aunque en ambos casos el porcentaje es bastante grande.

Si bien, en promedio, el grado medio de automatización entre las tareas realizadas por hombres y mujeres es similar, el estudio encontró que en todos los sectores las mujeres están excesivamente representadas en tareas con un mayor grado de automatización y subrepresentadas en las tareas con mayor grado de información, “es decir, requiere un pensamiento más analítico o complejo”, señala la investigación.

Otra de las conclusiones que aborda la investigación es que el cambio en la desigualdad de los salarios de los hombres fue liderado por el extremo superior de la distribución (salarial), mientras que para las mujeres este cambio se distribuyó por igual en toda la gama de la distribución.

Por otra parte, los efectos de la estructura salarial relacionados con la tecnología ayudaron a explicar la reducción de la desigualdad salarial entre 2005 y 2015. No obstante, el estudio concluye que su aporte es diferente para hombres y mujeres.

“Si bien la tecnología es relativamente más importante para explicar la reducción de la desigualdad salarial en el extremo superior de la distribución de los salarios de los hombres, es más relevante al explicar los cambios en el extremo inferior de la distribución de los salarios de las mujeres”, señaló.

Es decir que, durante 2005-2015, la tecnología tuvo un “efecto polarizador” sobre los salarios de las mujeres, sin embargo, según el estudio, este efecto no se trasladó al caso de los salarios masculinos, al contrario, “en este caso la tecnología tiene un efecto igualador”.

A diferencia de lo que ocurre en países desarrollados como Estados Unidos, el estudio indica que en el caso de Uruguay -al igual que en otros países en desarrollo- la tarea laboral sujeta a la sustitución por tecnología se ubicaría en un nivel superior de la distribución de salarios en lugar de en el medio, ya que los salarios en el medio aún son bajos y, por lo tanto, habría menos incentivos para sustituir el trabajo por tecnología.

Finalmente, más allá de las conclusiones recién mencionadas, gran parte de la distribución salarial sigue sin poder explicarse.

Según las profesionales del Iecon, esto podría atribuirse a cambios institucionales que no se incluyeron en el modelo (reformas fiscales y de salud, aumentos en los salarios mínimos), que, por diferentes motivos, tuvieron un impacto tanto en la parte superior como en la parte inferior de la distribución salarial y generó una reducción de la desigualdad.

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Desminución de la desigualdad

Según el estudio, hasta la década de los 90, hubo un “gran consenso” de que la tecnología estaba “sesgada en las habilidades” y eso contribuyó a aumentar la desigualdad. Sin embargo, destacan que eso cambió en los años 90, cuando los mercados laborales de las economías industrializadas experimentaron una “polarización de los salarios y el empleo”, lo que contradijo la hipótesis tradicional de un aumento permanente de la desigualdad entre los trabajadores calificados y no calificados debido al proceso tecnológico. Tras una década de “creciente desigualdad”, el estudio destacó que en el mercado laboral uruguayo ha disminuido la desigualdad salarial, “principalmente debido a una reducción en el rendimiento de las habilidades”.

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