DESAFÍO

Lograr el suministro de la energía en todo el país, que sea un servicio seguro y de calidad y alcanzar mayor competitividad y eficiencia en la cadena productiva uruguaya son los tres principales objetivos que se deben lograr a través de una “herramienta clave” como lo es la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea).

Así lo afirmó ayer el ministro de Industria, Energía y Minería (MIEM), Omar Paganini, quien en el marco de la asunción de las nuevas autoridades de Ursea, señaló que el organismo tiene un “gran desafío” por delante, dado que su marco jurídico fue modificado por la ley de urgente consideración y ahora se constituyó como un servicio descentralizado.

Esto dotará a la unidad reguladora de “mayor autonomía e injerencia en lo relacionado con lo económico”, según indicó Paganini. Asimismo, el ministro explicó que debido a que los sectores de energía y agua “son sectores de la economía que tienden a concentrarse”, al gobierno le pareció “razonable” tener “una unidad reguladora poderosa” que pueda intervenir para “determinar reglas de juego con mayor fuerza” que bajo el marco jurídico anterior.

El nuevo Directorio está presidido por la ingeniera química Silvana Romero, el exedil del Partido Nacional José Hualde como vicepresidente y el exdiputado del Frente Amplio Roberto Chiazzaro como director por la oposición.

“Es un gran desafío (asumir la presidencia) porque implica la incorporación de nuevas competencias. Ahora Ursea va a tener un rol mucho más firme y comprometido, no solo en el establecimiento de regulaciones sino también injerencias en las definiciones de tarifas basadas en información técnica”, manifestó Romero.

Entre los principales desafíos que tendrá la Ursea de ahora en más, se encuentra la regulación del mercado de combustibles así como el de la energía eléctrica.

Es que la ley de urgente consideración también establece una futura reforma en el sector de los combustibles que implicará cambios en el rol de fijación de precios que actualmente realiza Ancap, y que pasará estará regido por el precio de paridad de importación según las reglas de juego que defina la Ursea.

“Ese es un cambio fuerte para este país, el desafío ahora es que el precio (de los combustibles) está dado y tenemos que ser eficientes con eso”, indicó Paganini y añadió que “el desafío fuerte” de Ursea ahora está en definir reglamentaciones que “permitan propender a la mayor eficiencia y los mayores niveles de competitividad”.

El segundo gran desafío -de acuerdo con el ministro de Industria- será la gestión del sector de la energía eléctrica.

A su entender se deben realizar cambios en la gobernanza y en el mercado en general con el objetivo de “lograr mayor eficiencia” en un mundo que está en transición entre un “modelo clásico” de generación y distribución hasta llegar al cliente final, a un “modelo tecnológico” en donde la red interconecta generadores y consumidores “de manera dinámica y fluctuante”.

En lo relacionado a las tarifas, la novel presidenta de Ursea enfatizó en la importancia de ser más eficientes dado que eso redundará en menores costos, lo que “necesariamente” implica afectación en las tarifas.

Sobre este punto y el cambio en la fijación de precios del combustible, Romero no especificó cómo va a ser la nueva metodología del cálculo del precio de paridad de importación ni cuándo entrará en vigencia el nuevo esquema, pero recordó que la ley estableció un plazo de 60 días por lo que aún están “considerando cada uno de los aspectos que inciden en la definición de ese precio”.

En este sentido, la meta según Romero es lograr un precio de los combustibles que sea “técnico, en función de los diferentes costos involucrados en cada una de las etapas de todo el proceso”. Para definirlo, señaló que están en contacto con las autoridades de Ancap así como con el resto de los actores de la cadena.

De acuerdo con Paganini, la dinámica del sector de combustibles “va a cambiar” porque si bien la Ursea va a realizar el informe de manera “preceptiva y se fijan los precios por el Poder Ejecutivo”, el cambio es que se fijarán “en otro lugar de la cadena” como lo es la planta de distribución primaria de Ancap “y con una periodicidad mayor” (todos los meses).

Es por esto que la unidad reguladora “adquiere mayores desafíos que sin duda desde la perspectiva del gobierno sin importantes para aumentar la competitividad de la cadena de producción de energía en general”, subrayó el ministro.

Para poder “hacer realidad la nueva institucionalidad”, Romero manifestó que se debe fortalecer el relacionamiento con todos los actores clave tales como Ancap, OSE, UTE, así como con las empresas distribuidoras de combustibles y supergás. “Debemos contribuir al buen funcionamientos de los servicios públicos”, agregó.

Por su parte, el vicepresidente Hualde dijo que la situación que atraviesa la Ursea actualmente es “un momento histórico muy importante y bueno”, mientras que Chiazzaro afirmó que “como todo nuevo desafío la tarea no será sencilla” pero ratificó que su presencia como miembro de la oposición es de “responsabilidad y colaboración”.

Por último, la presidenta afirmó que se vienen “tiempos de mucho trabajo” y dijo que “es natural” que ante los cambios “se generen incertidumbres o temores pero al mismo se nos abre un proceso de aprendizaje. Hoy comienza una nueva página en la historia de Ursea”, concluyó Romero.