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Gobierno evalúa varias medidas al prever semestre de caída del PIB

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Azucena Arbeleche, ministra de Economía, en conferencia de prensa por el coronavirus. Foto: Gerardo Pérez

LA EVOLUCIÓN DEL CORONAVIRUS

El análisis que se maneja a nivel del gobierno es que los dos primeros trimestres del año serán de caída del Producto Interno Bruto (PIB), lo que configuraría una recesión.

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Ni las vacas se pueden ordeñar solas, ni la cosecha de arroz dejar tirada o distribuir las frutas y verduras en la población por arte de magia. El país necesita seguir andando y por eso las autoridades de gobierno se debaten entre incrementar la dureza de las medidas y mantener los motores prendidos aunque a pocas revoluciones.

La salud es lo primero y en ese sentido el gobierno que lidera Luis Lacalle Pou confía en el plan en marcha con monitoreos constantes que busca evitar la propagación del coronavirus en la población. Saben que habrá más afectados y trabajan en contener que la población de riesgo se enferme.

Pero el coronavirus convivirá con los uruguayos durante un buen tiempo y eso no tiene que generar alarma. Lo que sí busca evitar el nuevo gobierno, que asumió hace 18 días, es que la afectación a la economía sea mayor a lo que ya se estima.

En ese sentido, una medida de especial dureza como lo es la cuarentena obligatoria para el país, está sobre la mesa, pero se busca evitarla. Incluso en el gobierno entienden que no es una decisión simple de implementar, además de no estar claro su efectividad en este tipo de emergencias sanitarias.

A nivel del Poder Ejecutivo hay “muchísima preocupación” -así fue la expresión que utilizó un jerarca de gobierno en conversación con El País- por contener el avance del coronavirus en Uruguay y los efectos económicos que ya genera y que causará de futuro.

Todos los ministerios trabajan coordinadamente con el presidente. Todos lo hacen bajo el peor escenario posible, para estar cubiertos ante eventualidades.

Limitan su horario y solo podrán vender alimentos. Foto: Leonardo Mainé
Preocupa cómo el coronavirus afecta y afectará la economía. Foto: Leonardo Mainé

El análisis que se maneja a nivel del gobierno es que los dos primeros trimestres del año serán de caída del Producto Interno Bruto (PIB), lo que configuraría una recesión. El tercer trimestre es incierto porque se desarrolla en pleno invierno donde no se sabe cómo puede evolucionar el virus.

La titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Azucena Arbeleche, dijo ayer a la noche en conferencia que el MEF tiene como objetivo “en forma prioritaria movilizar todos los recursos necesarios para atender la emergencia sanitaria”. Arbeleche dijo lo que había adelantado a El País, se trabaja en un Fondo Coronavirus para el que se están “redireccionando líneas de crédito con organismos multilaterales”.

Es por esto que dos fuentes del gobierno consultadas pasadas las 22 horas de ayer señalaron que se trabaja en distintos escenarios de evolución del coronavirus, previendo mayores gastos en equipamiento de salud (más allá de donaciones que puedan recibirse) y en la atención a los que puedan sufrir complicaciones.

Respecto a la posibilidad de revisar el plan de ajuste fiscal (que topea en 85% la ejecución del gasto respecto a lo erogado el año pasado), Arbeleche dijo que “las medidas anunciadas se mantienen”. Sobre implementar un paquete de medidas fiscales y monetarias para apuntalar la economía, sostuvo que sobre las monetarias se le preguntara al presidente del Banco Central, Diego Labat, y sobre las fiscales que “se están analizando todas las medidas” y “en próximos días” habrá anuncios.

La ministra recordó que “Uruguay no es ajeno al impacto” económico de “esta pandemia” y que le “preocupa” lo referido al empleo. Arbeleche enfatizó en dos oportunidades que es vital que el país continúe produciendo. Habló de los “motores” como esa imagen visual de funcionamiento de todo un país: “Los motores de la economía no se pueden apagar” y “la economía tiene que seguir funcionando”.

En ese sentido, un integrante del gobierno indicó a El País luego de la conferencia de prensa que hay “muchísima preocupación” por los efectos económicos. “No podemos parar al país”, añadió admitiendo su preocupación y cierta incertidumbre de futuro por la magnitud de la emergencia sanitaria.

Mujer usando tapaboca en un comercio en Montevideo. Foto: Leonardo Mainé
Mujer usando tapaboca en un comercio en Montevideo. Foto: Leonardo Mainé

La fuente expresó que en el escenario que se trabaja es de los primeros dos trimestres del año de caída del PIB, con abril-junio particularmente malo y la incertidumbre sobre qué pasará entre julio y septiembre. Por eso, se simulan hasta los escenarios más extremos de medidas a tomar con varias sobre la mesa.

Dentro de ellas, está la postergación de los pagos a la Dirección General Impositiva (DGI) y al Banco de Previsión Social (BPS) algo que daría “aire” a las empresas golpeadas por la cuarentena voluntaria de la población. En ese sentido, ayer el directorio del BPS trató la posibilidad de diferir el calendario de pagos, pero preocupa su impacto en las arcas y se entiende que es una decisión que deberá tomar el Poder Ejecutivo.

Es que ya la actividad resentida va a impactar en una menor recaudación de impuestos, las empresas públicas tendrán menos ingresos (y por ende aportes al fisco), en salud se va a aumentar el gasto y en seguridad social (por mayores subsidios de desempleo) también. Si la idea del gobierno este año era tener una fuerte reducción del déficit fiscal, “la filosofía sigue siendo la misma”, pero el resultado será menor, apuntó la fuente.

El gobierno tiene todo sobre la mesa. Cada uno de los consultados confía en que el país saldrá adelante. Admiten su preocupación. Y buscan mandar mensajes de tranquilidad y cautela. Pero lo cierto, también, es que la problemática aun tiene magnitudes no dimensionadas.

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