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Gasto en comunicaciones se quintuplicó y lidera economía

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Celulares y modernas aplicaciones pueden ser susceptibles de utilizarse en la legislación uruguaya.
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La economía uruguaya atravesó en los últimos tiempos por uno de los periodos de mayor expansión en su historia. Son 12 años de crecimiento ininterrumpido del Producto Interno Bruto (PIB), en los cuales se producen cambios que terminan siendo estructurales y se incorporan en la vida económica del país.

En este contexto se destaca el aporte del sector de las comunicaciones que, con su fuerte desarrollo, aportó al crecimiento del PIB y pasó a ser uno de los sectores relevantes de la economía uruguaya.

Es un sector que sin dudas capta la atención de todos pero su aporte al crecimiento y al PIB pasa por lo general desapercibido.

Por un lado se incorporó a nuestra vida diaria con mucha fuerza y ocupando un lugar trascendente al punto tal que resulta difícil pensar el mundo sin el apoyo de los servicios de comunicaciones.

De la mano de una fuerte caída de sus precios y constantes cambios tecnológicos provocó un fuerte aumento de la demanda, siendo el componente del gasto de consumo final de la economía que más aumentó en la última década.

También pasa desapercibido el aporte al PIB de las comunicaciones propiamente dichas debido a que el mismo está asociado a los servicios que utilizan las comunicaciones por un lado y a los equipos con los que se apoyan los servicios y las comunicaciones para llegar a los usuarios.

Tanto en el área de los equipos como en los servicios que utilizan las comunicaciones los cambios son de vértigo pero en gran parte de los casos se trata de importaciones que no contribuyen al PIB uruguayo directamente.

Como ya está incorporado a nuestra vida diaria muchas veces no nos damos cuenta de su contribución a la generación de riqueza, pero fue el de mayor incidencia individual en el crecimiento de la economía hasta el punto que al día de hoy es uno de los sectores que más aportan al PIB.

Si se distribuye la tasa de crecimiento de la economía entre los sectores que aportaron a la misma se observa que el 16,5% del crecimiento del PIB entre 2005 y 2014 se debió a las Comunicaciones. Esta incidencia en el crecimiento total hace que entre el año 2005 y el 2012 la participación en el PIB pasara del 3,6% al 11,7%.

El PIB es esencialmente el valor agregado en la economía en un período determinado y el valor agregado es el aporte de los factores de producción (esencialmente trabajo y capital) a la generación de riqueza.

Este sector aportó al crecimiento del PIB tanto por el mayor volumen de transacciones como por el alto valor agregado que hay en su utilización.

El sector de las Comunicaciones no sólo es uno de los que genera mayor valor agregado por unidad productiva sino que por la incorporación de nuevas tecnologías cada vez aporta más valor agregado por transacción.

El valor agregado se puede medir rápidamente como la diferencia entre la venta final y el costo de los insumos intermedios utilizados.

Con la última información desagregada disponible en las Cuentas Nacionales del Banco Central (BCU), para el año 2012, el consumo intermedio en el sector de las comunicaciones se situaba en el 19% del valor de producción.

Dicho de otra manera, más del 80% del precio pagado por un servicio de comunicación es valor agregado, que no es otra cosa que la retribución de los distintos factores productivos intervinientes como ser la mano de obra y el capital.

Más allá de los usos laborales y profesionales, el sector experimentó una gran expansión debido al uso intensivo, particularmente por parte de los más jóvenes, de los teléfonos celulares.

El chateo permanente, el uso extendido de las redes sociales y la bajada de distintos contenidos para esparcimiento están transformando los patrones de conducta y la forma de relacionarse de la población. Pero quienes participan de estas movidas seguramente no sean conscientes de que están contribuyendo al crecimiento económico.

Ese mayor uso por esparcimiento se ve reflejado en la estructura de gasto de los particulares. A lo largo de la última década se produjeron cambios importantes en los patrones de consumo, con aumentos en algunos rubros y descensos en otros.

En general, el gasto del consumo total creció 56% en términos reales entre el 2005 y el 2012, una tasa históricamente muy alta pero que queda totalmente superada por la observada en el gasto en comunicaciones que en el mismo período se multiplicó por cinco.

Ello llevó a un cambio en la estructura del gasto. Pero para evaluar el impacto sobre el bolsillo de los consumidores, el análisis debe hacerse en términos monetarios y no físicos, dadas las restricciones presupuestales existentes.

La evolución de los precios finales es clave en tal sentido. Mientras el índice de precios de gasto de consumo final aumentó 52% entre 2005 y 2012, los precios de las comunicaciones cayeron a la mitad.

El abaratamiento es un factor fundamental para explicar la mayor demanda por comunicaciones (junto a los continuos adelantos tecnológicos).

Pero, al mismo tiempo, ante el aumento de los restantes rubros no implicó un mayor peso en la estructura final de los consumidores.

De hecho, el gasto en comunicaciones representaba el 5,3% del gasto monetario total de los particulares en 2005, subió al 6,8% en 2008, cayendo desde entonces hasta el 5,4% en 2012. Es un claro ejemplo de mejora del bienestar. Gasto lo mismo pero obtengo más bienes.

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Celulares y modernas aplicaciones pueden ser susceptibles de utilizarse en la legislación uruguaya.

Tema de análisisHoracio Bafico/Gustavo Michelín

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