Publicidad

Futuro del trabajo: consejos de OIT y qué hace Uruguay

Compartir esta noticia
La OIT cree que la tecnología aplicada al trabajo dará grandes oportunidades para la humanidad, pero se deben tomar medidas. Foto: Reuters

Una mirada exterior

Recomienda regular apps, garantizar desconexión e igualdad de género.

Este contenido es exclusivo para nuestros suscriptores.

Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el futuro laboral de la mano de la tecnología traerá "innumerables oportunidades para mejorar la calidad de vida de los trabajadores, cerrar la brecha de género y revertir las desigualdades a nivel mundial", pero advierte que "sin medidas enérgicas" que influyan en estos procesos "nos dirigiremos a un mundo en el que se ahondarán las desigualdades y las incertidumbres".

Ese es el foco de un informe elaborado por la Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo de la OIT divulgado esta semana. Como pone el ojo en fenómenos globales y brinda recomendaciones a los gobiernos, El País dialogó con el director Nacional de Empleo, Eduardo Pereyra, para conocer la realidad local de las distintas temáticas planteadas.

La reflexión sobre los cambios en el trabajo por las nuevas tecnologías "está atravesando al mundo y está en nuestra mesa de discusión, pero lo principal que compartimos (con las recomendaciones de la OIT) es que debe haber intervención de los Estados para aprovechar todas las oportunidad que genera este proceso", indicó el jerarca.

Uno de los tópicos repetidos en el documento de la OIT es generar "programas centrados en las personas", y en esa línea se plantea a los gobiernos que "el aprendizaje a lo largo de la vida es un derecho que permite a los individuos adquirir competencias, perfeccionarlas y reciclarse profesionalmente".

Alineado a este pedido, Pereyra destacó lo hecho por el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), que desde 2014 ha capacitado a más de 100.000 trabajadores con especial atención en los desocupados. "Será preciso ayudar a todos los trabajadores en las transiciones cada vez más frecuentes del mercado de trabajo que afrontarán en el curso de sus vidas", dice la OIT.

Uruguay hoy día atraviesa problemas en la generación de empleo —se perdieron cerca de 40.000 puestos en los últimos cinco años— y por eso el gobierno impulsó una serie de estímulos dentro de la ley de Promoción del Empleo, que fue aprobada a fines de 2018 por el Parlamento. Una iniciativa allí incluida es según Pereyra "una herramienta muy fuerte" para lograr el objetivo de "acercar la educación al mundo del trabajo y las empresas".

Se trata de un programa de formación dual, que incluye "una currícula única que habilita la educación teórica en las aulas y la práctica dentro de las empresas", a través de una regulación que prevé una remuneración para los jóvenes del 75% de lo que cobraría un empleado de esa categoría —la empresa pagará la mitad y el resto Inefop—.

El director de Empleo sostiene que con esto se persiguen múltiples objetivos: "acercás la educación a los ámbitos donde está la tecnología", los jóvenes reciben un salario y así "no desertan del sistema educativo ante una propuesta laboral, a las empresas le permite detectar talentos", y resuelve los habituales reclamos de "me costó insertarme en lo que estudié".

El programa inicia en marzo y abarcará un máximo de 1.000 jóvenes, pero se pretende que "cuando avance y esté más solida la propuesta, podamos retirar los incentivos y que quien aporte sea el sector privado", dijo.

Cifras de empleo en el mundo

El informe de la OIT repasa algunos números impactantes sobre el panorama laboral en el mundo. El desempleo es un problema global que afecta a 190 millones de personas, siendo 64,8 millones jóvenes, mientras que hay 2.000 millones de individuos que trabajan en la economía informal. Como consecuencia de estas carencias, hay 300 millones de trabajadores que viven en la extrema pobreza. Otro inconveniente mundial son los accidentes laborales, que dejan sin vida a 2,78 millones de personas por año, habiendo a la vez un 36,1% de la mano de obra global que trabaja demasiadas horas (más de 48 horas a la semana). A nivel salarial, se evidenció un crecimiento menor en 2017 (subió 1,8% y había aumentado 2,4% el año previo), lo que no ayuda a reducir la brecha entre hombres y mujeres (ellos tienen una remuneración cerca de 20% superior a la de ellas).

Horas de trabajo.

La OIT sostiene que "los trabajadores necesitan una mayor autonomía sobre su tiempo de trabajo, sin dejar de satisfacer las necesidades de la empresa". Esto va en línea con el llamado "derecho a la desconexión", que busca limitar el horario en que una persona debe responder consultas relacionados a su empleo ya sea por mail, llamadas o WhatsApp.

Según informó el semanario Búsqueda, el gobierno prepara un proyecto de ley que regulará el teletrabajo y establecerá un tiempo máximo de conexión para los empleados. Pereyra sostuvo que se "promueve" que haya acuerdos sobre el tema entre trabajadores y empresarios.

Igualmente, el jerarca subrayó que existe "una necesidad de generar mecanismos más flexibles" a nivel laboral, dado que "la regulación horaria tradicional en muchos casos y sectores, va contra la mayor productividad y el mejor aprovechamiento de los recursos humanos".

Planteó que debiera irse hacia "compromisos con los resultados y los productos, y no tanto regirnos por una carga horaria determinada". El director de Empleo remarcó que las empresas que "reconocen" estos nuevos modelos "están obteniendo muchos mejores resultados".

Otro tema sobre el que habla el informe de la OIT es la irrupción de nuevos modelos de negocios que tienen a la tecnología como eje, y advierte que esta debe "encauzarse y administrarse a favor del trabajo decente". En ese sentido, señala que "debería establecerse un sistema de gobernanza internacional de las plataformas digitales que les exija que respeten determinados derechos y protecciones mínimas" de los trabajadores.

Al respecto, Pereyra dijo que Uruguay tiene "una buena experiencia" con la regulación de los conductores de Uber, donde se buscó "un punto de equilibrio" haciendo énfasis "en la protección de los derechos de las personas. Es el mundo que tenemos y hay que encontrar la vuelta para que (estas nuevas formas) no signifiquen una pérdida de la calidad del empleo ni su destrucción".

Género.

En su informe, la OIT recomienda "aplicar un programa transformador y mensurable para la igualdad de género", priorizando "el fortalecimiento de la voz de las mujeres y de su liderazgo, la eliminación de la violencia y del acoso en el trabajo, y la aplicación de políticas de transparencia salarial".

Pereyra dijo que son "temas de primer orden en la negociación colectiva", que los sindicatos ayudan a que los casos de acoso "sean denunciados", y que hay "un avance conceptual" con la consolidación de ciertas políticas públicas. "Igual queda por hacer dado que la participación laboral aún no es igualitaria y porque sigue existiendo una brecha salarial", concluyó el director de Empleo.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad