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Free shops auguran "un desastre" y piden medidas

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Empresarios y comerciantes uruguayos “preocupadas” ante la llegada de estas tiendas en Brasil. Foto: Archivo El País

DIFERENCIA DE PRECIOS

Entre 90 y 120 días comienzan a operar las “lojas francas” del lado brasileño.

Empresarios y comerciantes uruguayos “preocupadas” ante la llegada de estas tiendas en Brasil. Foto: Archivo El País
Empresarios y comerciantes uruguayos “preocupadas” ante la llegada de estas tiendas en Brasil. Foto: Archivo El País

Perder lo menos posible pero perder. Esa es la sensación que comparte gran parte de los empresarios y comerciantes uruguayos que tienen empresas en las fronteras del país, ante la inminente llegada de las "lojas francas" (tiendas libres de impuestos, como los free shop) del lado brasileñas. Es que el ingreso de nuevos jugadores a un mercado suele generar incertidumbre en quienes ya operan y esta no es la excepción.

En este escenario, el experto argentino en temas tributarios y negocios internacionales, Gustavo Segré, brindó una conferencia en Montevideo sobre los cambios económicos que podrían existir ante la llegada de las "lojas francas" brasileñas.

El analista, radicado en San Pablo desde hace más de 30 años, explicó la normativa del país vecino respecto a estos comercios frente a directores de free shops, comerciantes y autoridades de la embajada brasileña.

Actualmente, según indicó Segré, de un total de 29 ciudades gemelas —aquellas que se encuentran a uno y otro lado de un límite internacional— que están en condiciones de instalar una "loja franca" en cuatro estados provinciales de Brasil, ya hay 11 que cuentan con la autorización municipal para comenzar a operar.

Las que al día de hoy están habilitadas son: Chui, Yaguarón, Aceguá, Santana do Livramento, Quaraí, Barra de Quaraí, Uruguayana, Itaquí, São Borja, Porto Mauá y Porto Xavier.

Brasil bajará a US$ 150 el monto que sus ciudadanos pueden comprar. Foto: Archivo
Foto: Archivo

De esas 11, siete limitan con Uruguay, sin embargo —para Segré— las fronteras de Chuy y Santana do Livramento serán las más afectadas por el nuevo régimen.

La única razón por la que en estas ciudades no han comenzado con las tareas de instalación, es que la Receita Federal (el fisco de Brasil) no ha terminado de crear el sistema informático con el que controlará el funcionamiento de las tiendas.

Empresarios uruguayos estiman que entre 90 y 120 días, el sistema quede pronto y comiencen las operaciones para instalar las primeras "lojas".

El evento —organizado por la Cámara Uruguayo-Brasileña— estuvo cargado de tensiones, preguntas e intercambios de opiniones entre los presentes. Los temas que despertaron el debate fueron el monto de compra permitido en las "lojas francas", el tipo de mercadería que podrán vender y la exención tributaria que tendrá su mercadería.

¿Por qué la implementación de las "lojas francas" genera tanto rechazo por parte de los empresarios uruguayos? Porque la reglamentación brasileña presenta ventajas comerciales sobre la uruguaya y por lo tanto, presenta un desafío y una posible pérdida de competitividad para las empresas de frontera.

Una de las principales diferencias entre un régimen y otro, es que la normativa brasileña —creada en 2012, aprobada dos años después y reglamentada en marzo de este año— permite que sus ciudadanos compren en las "lojas francas". En Uruguay esto no está permitido, lo que limita la capacidad de venta de los free shops.

Carlos Calabuig, presidente de la Asociación de Free Shops del Chuy, dijo a El País que le han manifestado al gobierno uruguayo que tome medidas al respecto y que permita que los free shops nacionales vendan a los ciudadanos locales. Sin embargo, la respuesta fue que "lo irán viendo por etapas".

Carlos Calabuig: “No podemos esperar a desangrarnos para ahí tomar medidas”.

"Si por etapas significa que van a tomar medidas recién cuando comiencen a operar las primeras "lojas francas", nos va a ir mal. No podemos esperar a desangrarnos para recién ahí tomar medidas", sentenció.

Según indicó el experto Segré, este punto fue incluido porque las autoridades brasileñas temían no tener movimiento suficiente para generar la actividad económica.

Por otro lado, estas tiendas libres de impuestos serán consideradas entrepuestos aduaneros (régimen que permite el almacenaje de mercancías extranjeras con la exención de tributos de importación) y podrán contar con un depósito que "preferentemente" deberá de estar al lado de la "loja", o en su defecto en otro lugar perteneciente al mismo municipio.

Esto permite que la mercadería pueda quedar en la tienda, o en el depósito, por el plazo de un año con prórroga de un segundo período idéntico.

Otro concepto que se adicionó este año en la reglamentación es que podrán vender tanto mercadería nacional como importada.

En ambos casos, la mercadería estará exenta de tributos federales, no pagarán ni el impuesto de importación, ni el Impuesto al Producto Industrializado (IPI), y en el caso de la mercadería nacional brasileña, no pagarán PIS y Cofins, dos contribuciones sociales del país vecino. "No pagan absolutamente nada", señaló Segré.

Segré: “Quien hizo esta normativa no interpretó que puede generar un desastre”.

"Quien hizo esta normativa no interpretó que puede generar un desastre en la economía comercial de la región. Hay una desproporción muy grande, la loja tendrá casi un 47% menos de impuestos sobre el resto de los actores", opinó Segré, quien además indicó que el sector comercial brasileño es el que se verá más afectado.

Lo único que deberá pagar la "loja franca" es al Fondo Especial de Desarrollo y Perfeccionamiento de Actividad y Fiscalización un aporte del 6% sobre la facturación bruta de las mercaderías importadas y el 3% sobre la facturación bruta de la mercadería nacional.

El presidente del Centro Comercial de Bella Unión y representante de la Confederación Empresarial del Uruguay, Alfredo Freitas, dijo a El País que la instalación de "lojas francas" es un problema sin solución.

Brasil tiene una lista negativa respecto a los artículos que podrán vender, es decir pueden toda la mercadería menos algunos artículos excluidos. "Con una lista tan amplia, no podemos tener una referencia clara sobre cuánto será el 3% de impuesto sobre la mercadería nacional, porque cada producto tiene tasa diferente", explicó Freitas. "Nos vendieron esta ley como si fuera un espejo de la nuestra y esto de espejo no tiene nada", agregó el empresario uruguayo.

"No hay forma de que podamos competir con los precios que tendrá la loja y es incalculable la pérdida que vamos a tener en Uruguay, tanto en ventas como en puestos de trabajo", advirtió Freitas.

"Si un producto que vende Uruguay tiene 22% de IVA más 25% de Imesi, estamos hablando de un 47%. Hoy hay una diferencia de un 25% promedio en la canasta básica de precios, si a ese 25% le sumás 47%, estás en un 70% aproximadamente. Esa es la diferencia de precio que habrá con Brasil, lo que es muy complicado", concluyó el presidente del Centro Comercial de Bella Unión.

Requisitos para la instalación de "lojas francas"
Receita Federal

La ciudad debe autorizar su instalación.

Se debe constituir una empresa según las leyes brasileñas.

El beneficiario del régimen especial de "loja franca" deberá tener su propio CNPJ (equivalente al RUT), la inscripción estadual y la autorización municipal de funcionamiento. No hay ningún impedimento para que uruguayos sean dueños o socios de una loja franca, siempre y cuando constituya una empresa bajo la ley brasileña. No hay restricciones sobre el tipo de composición societaria.

Se precisa un patrimonio neto de dos millones de reales. Si no se cuenta con ese capital, se puede colocar una garantía en la Secretaría de la Receita Federal, que puede ser en bienes, dinero o garantía bancaria.

Deberá hacer la tramitación del Radar. Es la autorización para importar y exportar. Debe ser de tipo "ilimitado" para que permita que la empresa pueda importar la cantidad de bienes que quiera.

Es obligatoria la existencia del servicio de control de la aduana por parte de la Receita Federal. En el municipio donde se quiera colocar la "loja franca" debe haber una unidad, servicio, sección o sector de la Receita Federal que tenga competencia para controlar aduana.

Comprobación de regularidad fiscal de la beneficiaria. No puede tener deudas con el fisco brasileño.

Debe contar con un sistema informático de acuerdo a la determinaciones de la Receita Federal.


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