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FMI alerta que revertir los efectos negativos del COVID-19 tomará “muchos años” en América Latina

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Director interino del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Nigel Chalk. Foto: AFP
Ryan Rayburn

INFORME

Jerarca del organismo recomendó a los países que se preparen “para que esta recuperación no sea un camino lineal” y anticipen “un camino largo y sinuoso”.

En América Latina y el Caribe, los efectos negativos de la pandemia de COVID-19 en términos de productividad, empleo y capital humano podrían “tomar muchos años en revertirse”, advirtió ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“The long and winding road”, como la canción de los Beatles, así se titula el informe del FMI para las Américas. Es que el director interino del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Nigel Chalk, recomendó a los países que se preparen “para que esta recuperación no sea un camino lineal” y anticipen “un camino largo y sinuoso”.

“El crecimiento para la mayor parte de la región no está volviendo a la trayectoria que habíamos previsto antes de la pandemia”, señaló Chalk, al revelar las perspectivas económicas para la región.

El FMI subió su previsión de crecimiento para 2021 para los países latinoamericanos y caribeños, a 6,3%, 0,5 puntos porcentuales más que lo estimado en julio. Pero para 2022 revisó a la baja su proyección, a 3% (-0,2 puntos).

Aunque el repunte ha sido sostenido este año, no ha sido suficiente para borrar la histórica recesión de 2020 en la región, que supuso una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de 7%, muy por encima del -3,1% a nivel mundial.

En el caso de Uruguay, el FMI divulgó semanas atrás las proyecciones que estiman un crecimiento de 3,4% para este año y de 3,2% para el próximo.

“Creemos que tomará un tiempo, quizá ni siquiera dentro de nuestro horizonte de proyecciones de cinco años para que el PIB de la región vuelva a donde estaba antes de la pandemia”, afirmó Chalk.

El funcionario advirtió, en concreto, del sustancial incremento de la pobreza y “la cada vez más precaria situación de la clase media” en la región como grandes lastres para el avance económico.

Para el organismo, los principales riesgos a la baja son el surgimiento de variantes de la COVID-19 más “contagiosas y letales”, el endurecimiento de las condiciones financieras globales y “el malestar social” al aproximarse un año con un ocupado calendario electoral.

Los progresos económicos dependerán, en gran medida, del ritmo de vacunación.

El panorama actual muestra un desigual repunte del empleo, con mayor impacto en los jóvenes, los menos educados y las mujeres, incertidumbres sobre la productividad, y un “daño importante” al capital humano por el cierre prolongado de las escuelas, según el informe.

También persisten “desafíos” en el sector del turismo, especialmente en el Caribe, donde “es probable que la cantidad de visitantes este año solo alcance alrededor del 60% de los niveles anteriores al COVID-19”.

Presiones inflacionarias.

El FMI alertó además sobre el impacto en la región del aumento de los precios de las materias primas y los alimentos, las interrupciones de la cadena de suministro y los incrementos globales de los precios de los bienes, que impulsan al alza los precios al consumidor.

“Las presiones inflacionarias se están convirtiendo en una característica importante para gran parte de la región”, alertó Chalk, previendo que los aumentos de las tasas de interés “continúen en muchos países en los próximos meses”.

“Muchos bancos centrales de la región han reaccionado correctamente a estas presiones elevando las tasas de interés oficiales y subrayando su compromiso con sus metas de inflación”, indicó Chalk.

“Definitivamente, la inflación es un problema en la región”, reconoció el funcionario.

Sede del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington. Foto: Reuters.
Sede del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington. Foto: Reuters.

Para Latinoamérica y el Caribe, el FMI proyecta una inflación de 9,7% para 2021 y de 6,9% para 2022. En Sudamérica la proyección es particularmente alta con relación al resto de la region: de 12% para 2021 y 8,9% para 2022.

En el caso de Uruguay, la suba de precios estimada es de 7,2% este año y 5,8% el año próximo.

Si las presiones inflacionarias continúan las autoridades tendrán que “actuar de manera más contundente”, afirmó el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.

“Si hay indicios de que las expectativas de inflación están menos ancladas, los bancos centrales tendrán que reaccionar con prontitud”, concluyó.

En este contexto, el FMI recomienda poner en marcha “políticas ambiciosas”, mejorar la eficiencia del gasto público, promover “un sistema tributario progresivo y propicio al crecimiento”, o incluso invertir más en proyectos para luchar contra el calentamiento global.

También recomendó prudencia al retirar las ayudas públicas extraordinarias que se dispusieron para contrarrestar el impacto de la pandemia sobre hogares y empresas, y pidió tener igualmente en cuenta que es necesario “volver a poner la deuda en una senda descendente”.

A partir de enero, el economista brasileño Ilan Goldfajn será el nuevo jefe del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, tras la retirada del argentino-mexicano Alejandro Werner.

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