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La falta de consensos entre "los cuatro poderosos" que afecta al comercio mundial

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Sede de la OMC en Ginebra. Foto: Reuters
Delegados pasan frente al edificio de la Organización Mundial de Comercio en Ginebra. Imagen de archivo, 27 noviembre, 2014. La Organización Mundial del Comercio (OMC) rechazó el jueves una petición de Argentina para que se anule un dictamen en favor de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón por las restricciones que el país sudamericano aplica a sus importaciones. REUTERS/Denis Balibouse
DENIS BALIBOUSE

MULTILATERALISMO

Expertos en comercio exterior analizaron la nueva realidad del multilateralismo, y los caminos para resolver los problemas en la interna de la OMC.

Estados Unidos, China, Japón y la Unión Europea (UE) son los “nuevos cuatro poderosos” del mundo actual. No solo por el rendimiento de sus economías y su influencia política sino principalmente por el rol que han adquirido en materia de política comercial a nivel global.

Así lo explicó la argentina Julieta Zelicovich, doctora en Relaciones y Economía Internacional, en su visita a Uruguay días atrás en el marco de la Semana Internacional organizada por la Universidad Católica.

Durante la conferencia, Zelicovich manifestó que el sistema multilateral de comercio atraviesa un “momento complejo” y señaló cuáles son los factores que lo explican y los intereses que están en puja.

Asimismo, afirmó que la Organización Mundial del Comercio (OMC) “está en crisis” principalmente por su “incapacidad de llevar adelante la función de ser foro para las negociaciones entre sus miembros”.

Por su parte, el director del Departamento de Negocios Internacionales de la Universidad Católica, Ignacio Bartesaghi expresó que “es preocupante” que se cuestione el sistema multilateral de comercio y que Uruguay “debe defenderlo” ya que es un país “poco importante en el comercio mundial” que “no marca reglas”.

Según Zelicovich, desde 1948 hasta 1994 —cuando el comercio mundial se regía por el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés) y no por la OMC— las negociaciones funcionaban con decisiones por consenso principalmente entre cuatro países.

“Esos países, los más poderosos, desarrollaban negociaciones entre sí y luego buscaban ampliar el consenso hacia otras naciones. Pero eran esos cuatro que compartían mayoritariamente cómo debía ser el comercio, el mundo y la economía”, señaló Zelicovich.

Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Foto: AFP
Estados Unidos con Donald Trump al frente es una de las potencias que más ha cuestionado el rol de la OMC. Foto: AFP

Esa es, según la especialista, una de las principales diferencias con la realidad comercial actual en donde no solo cambiaron “los cuatro poderosos” sino donde “no existe consenso” entre ellos.

“Ese consenso no está en el nuevo squad” (equipo en inglés), indicó la académica y puso como ejemplo a China que lleva adelante acuerdos comerciales con la UE para enfrentar los bloqueos de Estados Unidos. “No hay un consenso acerca de cómo debe ser el orden económico”, sentenció Zelicovich.

Diferencias con otras crisis del multilateralismo

El principal desafío de la OMC, según la especialista, es “seguir siendo el foro para la cooperación” entre los países y “generar un nuevo consenso para un orden comercial multilateral que contemple las nuevas flexibilidades” y que se amolde a las heterogeneidades.

A la incapacidad de ser foro para las negociaciones entre los países se le sumó la posibilidad de que el Órgano de Apelaciones (“la joyita de la OMC” por su mecanismo de solución de controversias, según Zelicovich) deje de funcionar dada la falta de consenso en el nombramiento de nuevos miembros.

La especialista argentina indicó que si bien “no es la primera vez” que el sistema multilateral de comercio entra en crisis —ya había ocurrido durante la década del 70—, esta vez “hay dos grandes diferencias”.

Por un lado, lo que denominó como la “geopolítica del descontento” en el entendido de que en esta crisis a diferencia de las anteriores, no son los países periféricos quienes cuestionan a la OMC y al funcionamiento del sistema sino que son los países centrales, como China y Estados Unidos.

Por otro lado, mientras anteriormente las diferencias y los cuestionamientos se dirimían en los organismos internacionales, en la crisis actual eso deja de ocurrir y son los países los que comienzan a adoptar políticas nacionales “con alto nivel de politización” que cuestionan esos organismos y “rompen con el orden porque tienen capacidad para hacerlo”.

El "trilema" que enfrenta la OMC

El “crítico” momento de la OMC y del sistema multilateral del comercio se da en un contexto de lo que se conoce como “crisis de la globalización” en la que, según explicó Zelicovich, “los (países) pobres se vuelven más pobres y los ricos más ricos” y es la distribución del poder y la riqueza “lo que está detrás de la crisis” de la institución.

En esta realidad, sumada a la crisis de la función negociadora de la OMC, según Zelicovich se presenta un trilema entre los componentes del proceso de busca de consensos.

El primero refiere a la profundidad de los acuerdos negociados, y la duda de que la OMC pueda realmente resolver los temas del comercio internacional que generan fricciones.

El segundo problema es de efectividad: la habilidad del organismo para encauzar multilateralmente el proceso de negociaciones entre sus miembros.

Roberto Azevêdo, director general de la OMC. Foto: Francisco Flores
El brasileño Roberto Azevêdo, director general de la OMC, tiene varios desafíos que enfrentar para mantener fuerte al organismo. Foto: Francisco Flores

En tercer lugar está la “legitimidad del carácter multilateral” del proceso, es decir, que las negociaciones comerciales sean consideradas válidas por todos los miembros del acuerdo.

El “problema” es que hoy la OMC “no puede articular” esos tres puntos a la vez “por las disputas de poder” que existen y mencionó que puede haber acuerdos que sean legítimos pero no profundos, o efectivos pero no legítimos.

“La solución para esta crisis del sistema multilateral del comercio es política, para ver qué entendemos por legítimo, profundo y efectivo. Creo que la OMC sigue siendo el mejor instrumento para el comercio mundial pero no sé si va a ser multilateral”, concluyó Zelicovich.Organización Mundial del Comercio, Ignacio Bartesaghi, Universidad Católica

Los cinco signos vitales de la OMC

Pese a la crisis que atraviesa la Organización Mundial de Comercio (OMC), la especialista en Relaciones Internacionales, Julieta Zelicovich, dijo que hay cinco signos vitales que permiten entrever que la entidad seguirá con vida: el hecho de que los países siguen concurriendo a la OMC para reclamar medidas asociadas a la guerra comercial; la prevalencia del cumplimiento de normas ya que la guerra comercial ha tenido un carácter bilateral y no hay practicas de disrupción de comercio generalizadas entre el resto de los países; la discusión porque la OMC sigue siendo un foro válido para los países; la posibilidad de hacer un proceso de reformas, que los países ya avalaron; y que los países siguen necesitando cooperar en materia de comercio.

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