La eurozona sigue a la espera de que Grecia cumpla con las exigencias pactadas con sus socios que generan más sensibilidades en el país y mantiene que no desembolsará a Atenas 2.000 millones de euros adicionales del tercer rescate al país si no lo hace.
Pese a que el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, ha mostrado su optimismo a lo largo de la semana pasada respecto a la posibilidad de que se alcance un acuerdo hoy que permita el pago, la opción está casi fuera de la mesa.
Los contactos se han mantenido a lo largo del fin de semana, incluso al más alto nivel con una llamada entre el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, ayer, aunque las posiciones apenas se han movido.
Como es tradición en la víspera de los Eurogrupos, los segundos de los ministros han mantenido ayer una conferencia telefónica dedicada a analizar el estado de la situación en Grecia, de la que no han trascendido detalles.
Se había previsto, si todo iba bien, mantener la teleconferencia de los segundos de los ministros el viernes, día en el que el Parlamento heleno votó el paquete de objetivos, para centrarla en analizar el alcance de las medidas adoptadas.
Sin embargo, esta se pospuso al evidenciarse la falta de cumplimiento de las exigencias de los acreedores, que no vieron satisfechas sus demandas en cuestiones como la gestión de la cartera de deudas morosas de los bancos y las ejecuciones hipotecarias.
También está por resolver la fórmula alternativa que está preparando el gobierno griego para evitar tener que imponer un IVA del 23% en la enseñanza privada.
"El trabajo continúa en todos los niveles, tanto en el político como el técnico" y "se están haciendo progresos cada día", afirmaba el viernes la portavoz comunitaria de Asuntos Económicos, Annika Breidthardt.
"Las instituciones están finalizando su evaluación. Una vez finalizada corresponderá a los países miembros tomar una decisión sobre el próximo desembolso", recalcó.
Fuentes institucionales, de la eurozona y diplomáticas consultadas coincidieron en que, en efecto, hoy en el Eurogrupo no debe esperarse ninguna decisión para dar luz verde al pago de los 2.000 millones de euros, sino solo una discusión sobre el estado de la situación.
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