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¿Qué esperan para este año los empresarios uruguayos?

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ENCUESTA DE KPMG

Por primera vez en tres años mejoró la percepción del clima de negocios.

Cuando todavía alcanzan los dedos de las dos manos para contar cuántos días pasaron desde que arrancó el 2018, la consultora KPMG dio a conocer la última edición de su Encuesta de Perspectivas Empresariales, que permite conocer qué espera el universo empresarial para este año.

La encuesta —que se realizó entre el 23 de noviembre y el 26 de diciembre pasados— consultó a directores, gerentes generales y financieros de 108 empresas medianas y grandes de diferentes sectores, que tuvieran en promedio alrededor de 130 trabajadores.

¿Qué espera el empresariado uruguayo para el año que acaba de estrenarse? En relación a la situación económica del país, las perspectivas son "netamente positivas", indica KPMG: el 31,5% opinó que son mejores mientras que el 19,4% indicó que son peores.

En el caso de las firmas que colocan sus productos o servicios en el mercado doméstico, el 55,2% de los consultados dijo que aguarda un incremento en el nivel de ventas durante este año. Un 18,1%, en cambio, anticipa una contracción. Dentro de las que venden fuera de fronteras, esos guarismos fueron de 38,5% y 11,5%, respectivamente. Aquí, señala KPMG, "se mantienen las buenas perspectivas que ya se habían formado en el año anterior".

También se preguntó qué entienden los empresarios que pasará a nivel de crecimiento este año. Tanto para la empresa como para la economía uruguaya, el 69,4% dijo tener perspectivas positivas. Hay más pesimismo a la hora de hablar de la propia industria: ahí el 57,4% cree que las perspectivas son positivas. La economía global, con 75,9%, que concentra la mayor cantidad de respuestas alentadoras.

En relación al crecimiento de la economía uruguaya en los próximos tres años en términos reales hay un "aumento significativo en la proporción de empresas que espera un crecimiento a tasas del 2% al 5%, e incluso mayor a 5%" (49,1% prevé esto).

A pesar de avizorar este panorama para la actividad en el país, los empresarios no se mostraron afín a contratar más trabajadores este año: 29,6% dijo que prevé recortar la dotación de personal y 13% que tiene intención de incrementarla. "Esta respuesta daría un indicio de que el presente año también será problemático en materia de creación de empleo, tal como había ocurrido en años anteriores", marca el informe.

Por el lado de la concreción de inversiones, en tanto, 55,6% de las firmas tiene en mente recorrer este camino. Se trata de un aumento respecto a los años anteriores (en 2016 solo el 42,7% respondió afirmativamente) pero aún no se llega a los números previos a 2013 (cuando fue 59%).

Al 44,4% de los que dijeron no prever realizar inversiones se les preguntó por qué: la falta de estímulos fiscales suficientes fue la razón más popular (21,9% de las respuestas).

Además, el 42,6% de los que respondieron a la pesquisa indicó que está en sus planes llevar adelante inversiones relacionadas con la incorporación de equipamiento tendiente a una mayor automatización del trabajo. De los que respondió en este sentido, 35% son empresas de la industria manufacturera (que componen el 24% de la muestra). De ese 42,6% mencionado antes, el 49% dijo que con esto buscará sustituir mano de obra por tecnología con el objetivo de subir la productividad.

Clima.

En esta edición de la encuesta, por primera vez en los últimos tres años, hubo una mejora en la percepción general del clima de negocios: el 28,7% de los consultados lo calificó como bueno. Igualmente, sigue por debajo de los registros de 2012, 2013 y 2014.

En este terreno, los empresarios valoraron una serie de categorías —como la seguridad jurídica del país o su estabilidad macroeconómica— pero fueron más críticos con otras. Allí sobresale la visión negativa sobre las relaciones laborales (72,2% tiene una percepción mala o muy mala sobre ellas).

Por otra parte, preguntados sobre cómo evalúan el régimen de promoción de inversiones, el 12% dijo que cree que preserva su "impulso" hoy. En tanto, el 45,4% planteó que es "correcto", pero requiere de "ajustes".

La principal amenaza o debilidad de la economía nacional pasa por el déficit fiscal (el 76% lo clasificó como el primer o segundo tema más importante). Le siguió la competitividad (68%). Sobre ella, el 53% dijo que los costos salariales son lo que más pesa para que Uruguay no sea más competitivo.

Vinculado a esto, el tema que concentró la mayor preocupación para 2018 fue el aumento del costo laboral resultante de la próxima negociación salarial (69% de los empresarios lo puso como primero o segundo en importancia).

Finalmente, la mayoría coincidió en que Uruguay debería seguir a Argentina y Brasil e implementar reformas a nivel laboral (78,7% dijo esto), previsional (64,8%) y tributaria (59,3%).

El 48,2% de las empresas consultadas aumentó su volumen de ventas en 2017

Más allá de que la encuesta de KPMG puso el foco en cuáles son las expectativas empresariales para 2018, la indagación también da cuenta de cómo se percibió el año que recién terminó.

En este sentido, y a diferencia de años pasados, durante 2017 más empresas tuvieron una aumento en el volumen de ventas (48,2% del total consultado). El 24,1%, en tanto, tuvo una caída en esta área. Esto, señala el informe de la consultora, "va en línea con el mayor crecimiento del PBI verificado en el año".

Si bien todavía no se conocen las cifras oficiales, días atrás el ministro de Economía, Danilo Astori, adelantó en una entrevista con el semanario Búsqueda que la economía uruguaya habría crecido alrededor de 3% en 2017. La misma expansión auguró para 2018.

El sondeo también preguntó qué había pasado con los márgenes de las empresas durante el año pasado: el 56,5% dijo haber sufrido un deterioro en comparación con 2016, mientras que 17,6% aseguró que habían mejorado.

En síntesis, las firmas que tuvieron una caída de al menos una de estas dos variables (márgenes y cantidades) fueron el 36,1% del total, mientras que 24,1% registraron un incremento en por lo menos una de las dos.

También hubo una consulta en relación a si las empresas habían llevado adelante en 2017 ajustes al alza de los precios: el 63% dijo que sí. Cuando se indagó acerca de cuál había sido la principal razón para ello, la que concentró más respuestas (37,5%) fue el aumento de los costos laborales. Le siguieron el incremento del costo de la materia prima importada (14,3%) y la recomposición de los márgenes (13,4%). En cuarto lugar apareció la suba de los costos energéticos (10,7%).

"Fueron muy pocas las empresas que señalaron haber aumentado los precios como respuesta a una expansión de la demanda", marca la consultora. En concreto, el 1,8% señaló como principal motivo al incremento de la demanda interna y el 0,9% a la suba de la externa.

La encuesta de KPMG también buscó conocer a qué capacidad estuvieron operando estas empresas durante el año pasado. El 45,5% de las firmas que participó de la pesquisa trabajó entre el 85% y el 100% de su capacidad instalada en 2017. Esto está algo por encima de lo que se había visto un año antes, cuando el 43,8% respondió en este sentido. Se trata, además, del porcentaje más elevado desde, al menos, 2014 (año en que se situó en 43,8%).

La cantidad de empresas que operó entre el 70% y el 85% se ubicó en 28,3%, un descenso respecto al 33,6% que se había observado el año anterior.

"Se concluye entonces que no hubo variaciones significativas en el porcentaje de utilización de la capacidad instalada para la producción de las empresas", sostiene el informe de KPMG.

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