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Es ahora: la encrucijada clave que debe definir el presidente Lacalle Pou

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Sede del MercoSur. foto: Fernando Ponzetto-
Archivo El Pais

INSERCIÓN INTERNACIONAL

La situación en el Mercosur es propicia para que Uruguay pise el acelerador en su intención de flexibilizar al bloque para negociar acuerdos comerciales.

Es ahora. Así decía el slogan de campaña del presidente Luis Lacalle Pou, que resume el planteo que un grupo de exfuncionarios de gobierno, economistas, académicos y ejecutivos de empresas le hacen al mandatario respecto a la urgencia en mejorar la inserción internacional de Uruguay.

Y “es ahora” porque ayer el gobierno brasileño fue bien explícito en la necesidad de flexibilizar el Mercosur para negociar acuerdos con terceros países, si a nivel del bloque no se logra avanzar en forma eficiente.

Ahora es el presidente Lacalle Pou el que debe resolver si pisa el acelerador en la materia como dejó entrever en su reciente reunión con el presidente brasileño Jair Bolsonaro o sigue sin avanzar como cuando Uruguay tuvo la presidencia pro-tempore del Mercosur en el semestre pasado.

¿Qué tan explícito fue Brasil? "Nuestro objetivo es que el Mercosur sea un bloque negociador eficiente (...). Si eso es posible a través del Mercosur como bloque, perfecto. Si en algunos casos es mejor trabajar individualmente (...), necesitamos encontrar esas flexibilidades", declaró el canciller brasileño Ernesto Araújo en una entrevista con la agencia AFP.

El "Mercosur tiene que ser abierto al mundo, permitir o (al menos) no impedir una apertura de Brasil al mundo. Eso es vital para nuestra competitividad", agregó.

Actualmente, el Mercosur no permite a sus miembros hacer acuerdos comerciales sin la anuencia de sus socios.

La flexibilización de esa cláusula, que viene debatiéndose desde hace años en el bloque, es un deseo de Lacalle Pou y del presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez. Pero, sin la anuencia de Argentina y Brasil es imposible que se de. Ahora Brasil está dispuesto no solo a admitirlo, si no a impulsarlo.

En ese contexto, un conjunto de personas que se define “de distintos orígenes con un propósito específico: presentar una posición común sobre un aspecto central que hace a la inserción internacional de Uruguay”, escribió una carta a la que tuvo acceso El País.

En la carta, los firmantes plantean que “la inserción regional y su relacionamiento con sus vecinos geográficos ha cumplido un rol fundamental” y que “el mismo muestra resultados positivos y también de los otros”.

“Sin embargo, desde hace más de una década la integración revela una creciente fragilidad. En particular en lo que refiere a las relaciones con terceros países de fuera del bloque. Este encerramiento regional se vuelve contra la propia región, deteriorando los vínculos intrarregionales. Por eso, continuar mejorando la inserción regional y levantar las restricciones del acceso a los mercados globales requiere un cambio en la política comercial con terceros mercados”, afirman.

“Uruguay enfrenta necesidades distintas a sus socios en el Mercosur, tanto por las oportunidades que tiene y debe desarrollar, como por las amenazas que enfrenta a nivel comercial”, advierten.

Este proceso de inserción internacional “está asociado a la ampliación de las oportunidades de inversión, de reactivación económica, y de mejora de las condiciones del mercado de trabajo, tanto del nivel del empleo como de su calidad”, justifican.

“Esta es la sustancia de la centralidad que tiene encaminarse ya en la dirección de ampliar la capacidad de desarrollar una política comercial que este alineada con los intereses del país. Iniciativa complementaria de potenciar el relacionamiento externo del bloque regional”, sugieren.

Cumbre de presidentes del Mercosur. Foto: Captura
Cumbre de presidentes del Mercosur. Foto: Captura

Los exjerarcas, académicos, ejecutivos, señalan que “en esta dirección, conseguir la flexibilidad (por ejemplo, con un esquema de ‘varias velocidades’) es una herramienta central para desarrollar las relaciones con terceros países, que permitiría firmar nuevos acuerdos comerciales”.

“Otros instrumentos convergentes con dicho propósito son la revisión a la baja y la reducción de las alícuotas en el arancel nación más favorecida (NMF) de los países del bloque. Idealmente este es un proceso que debería darse de forma armonizada, pero aceptando las diferencias en los requerimientos de política comercial de cada país miembro”, agregan.

Resumen su idea, al decir que “es necesario el compromiso colectivo de avanzar firmemente en los acuerdos actualmente en negociación con otros bloques y países, la superación en lo interno de los actuales déficits del proceso de integración del Mercosur, y la negociación de un compromiso estratégico y prospectivo de los países del bloque para aprovechar las nuevas oportunidades que se derivan de los cambios estructurales en la geopolítica y el comercio internacional”.

“Para ello debemos convencer a nuestros socios del Mercosur de que, con independencia del tamaño o diversificación de sus economías, comparten vulnerabilidades similares. Pero primero es imprescindible convencernos nosotros. Se trata de una postura a adoptar por el Uruguay todo y que como tal debería ser apoyada para así ser defendida y gestionada en todos los ámbitos que se requieran. Una cosa es el país en un consenso mayoritario y con una perspectiva estratégica, impulsando un programa de transformación y otra, bien distinta, fragmentados”, alertan.

“Esta propuesta no debe ser entendida como una posición contraria al bloque regional. En realidad, es exactamente lo opuesto: es la forma de rescatarlo de la situación tan precaria en la que se encuentra a 30 años de haber sido suscripto el Tratado de Asunción. Se requiere un manejo pragmático de este asunto que le permita a todos los países de la región sacar provecho de una posible flexibilización. Este cambio habilitaría a los países a adoptar un modelo de acuerdo comercial plurilateral más moderno y convergente con los que tienden a predominar en la economía mundial”, explican.

Le piden al gobierno que “en este primer semestre” lleve a cabo “más acciones concretas que permitan cristalizar este paso”. (Con información de AFP)

Brasil pide reducir el arancel externo

El canciller brasileño Ernesto Araújo también defendió una "reducción gradual" del Arancel Externo Común (AEC), la elevada tasa -de un promedio de 13% a 14%- a importaciones de terceros países, otro gran asunto objeto de debates en el bloque desde hace años. "Tenemos la idea de reducir el AEC para mejorar la competitividad, pero de manera gradual, que también contemple nuestra realidad, nuestros sectores productivos", declaró sin detallar de cuánto sería esa reducción.

¿Quiénes firmaron la carta?
Polémica por el nombre Fañch. Foto: Pixabay

Los que firmaron esta carta son el exministro de Economía y Finanzas durante el segundo gobierno de Julio María Sanguinetti y consultor, Luis Mosca; el exdirector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle y consultor, Javier de Haedo; el vicepresidente de Zonamérica y asesor de Ernesto Talvi durante la pasada campaña, Isidoro Hodara; la gerente general de UniónCapital AFAP, María Dolores Benavente; la asesora económica de la Cámara de Comercio y Servicios; Ana Laura Fernández; el head of Wealth del banco HSBC, Carlos Saccone; el decano de la UCU Business School, Marcos Soto; el director ejecutivo del Centro de Estudios para el Desarrollo, Agustín Iturralde; el profesor de Comercio Internacional del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales, Marcel Vaillant; el socio de CPA Ferrere, Bruno Gili; el profesor del Departamento de Administración y Negocios de la Universidad Católica y actual secretario general de la Comisión Técnico Mixta de Salto Grande, Nicolás Albertoni; el licenciado en Estudios Internacionales, Javier Maseiro; el vicepresidente del Consejo Uruguayo para las Relaciones Internacionales (CURI), Gonzalo Pérez del Castillo; el profesor asociado de la Leeds University Business School, Gabriel Burdin; el profesor adjunto del Instituto de Economía, Matías Brum; el profesor asistente del Departamento de Economía en la Universidad de Leuven, Sebastián Fleitas.

En este grupo hay 10 economistas (Mosca, Brum, Burdin, Fleitas, De Haedo, Benavente, Fernández, Iturralde, Vaillant, Hodara), tres contadores (Gili, Soto, Saccone), un licenciado en Negocios Internacionales (Albertoni), un licenciado en Estudios Internacionales (Maseiro) y un ingeniero agrónomo (Pérez del Castillo).

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