REVISIÓN ANUAL

Una misión de técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) analizó la situación de la economía uruguaya en la llamada revisión por artículo 4° que corresponde en forma anual a todos los países miembros del organismo, tengan o no programa crediticio con él.

Al finalizar la misión emitió un comunicado en el que destacó que “una respuesta de política económica muy efectiva logró mitigar el impacto de la pandemia, balanceando prudentemente los objetivos de sostenibilidad fiscal”. A su vez resaltó que “la solidez de los sistemas de salud y protección social existentes, junto a los bajos niveles de pobreza, limitaron la necesidad de recursos fiscales adicionales para afrontar la crisis sanitaria”.

Según el staff del FMI, “la recuperación (de la economía) a principios del 2021 fue desbalanceada, reflejando la tardía pero fuerte ola de COVID-19”.

Pero, “gracias al rápido avance de la campaña de vacunación -el 77% de la población está completamente vacunada-, la propagación del virus ha quedado prácticamente interrumpida, la economía está reabriéndose y se aprecian señales de recuperación en los sectores más rezagados”, añadió.

En ese sentido, el FMI elevó las proyecciones de crecimiento de la economía uruguaya para 2021 de 3% a 3,4% y para 2022 de 3,1% a 3,2%.

Más allá de la recuperación, el Fondo advirtió que “la crisis ha acentuado algunos desequilibrios estructurales de Uruguay”, como por ejemplo que se “han debilitado aún más las finanzas públicas y han acentuado los riegos en torno a la sostenibilidad de mediano plazo, aunque hubo un esfuerzo por contener los gastos no relacionados a la pandemia”. Además, alertó que “la pandemia podría repercutir en el capital humano, especialmente en los deciles de ingresos más bajos, debido a la pérdida de escolaridad, lo cual se suma a los problemas preexistentes en el ámbito educativo”.

Por eso, los técnicos del FMI sugirieron que “a corto plazo, los esfuerzos deberían dirigirse a recomponer el espacio fiscal, mientras que se mantienen ayudas focalizadas a los sectores más afectados” y que “la reorientación hacia políticas para favorecer la creación de empleo es bienvenida”.

A su vez, aconsejaron que a “mediano plazo, un esfuerzo fiscal adicional sería deseable para situar la deuda pública en una firme trayectoria descendente”. Si bien reconocen que los “riesgos fiscales de corto plazo son limitados”, la trayectoria previsya de la deuda asume “condiciones macroeconómicas estables” lo que “deja un margen limitado para responder a shocks futuros”.

“Al mismo tiempo, es necesaria una estrategia multidimensional para abordar problemas estructurales relacionados con la pérdida de capital humano, que fueron exacerbados por la crisis”, dijeron los técnicos del FMI y plantearon la necesidad de “avanzar rápidamente con una reforma educativa que busque resolver el problema de alta deserción escolar y asegure que la educación formal se adecue a las necesidades de una economía basada cada vez más en las tecnologías de la información”.