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La economía uruguaya alcanza ya a cinco trimestres estancada, ¿qué se puede esperar?

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El CEF se relaciona con el Poder Ejecutivo a través de él. Foto: Fernando Ponzetto

ESTADÍSTICA

La economía uruguaya mostró un estancamiento por quinto trimestre consecutivo en abril-junio, según los datos divulgados ayer por el Banco Central. Logró zafar de la recesión, pero ¿qué va a pasar en los próximos meses?

La economía uruguaya completó cinco trimestres de estancamiento al cierre de junio, si bien sigue zafando de la recesión en un escenario regional complicado.

El Banco Central (BCU) divulgó ayer los datos del segundo trimestre del Producto Interno Bruto (PIB) que mostraron una suba de 0,3% respecto al trimestre previo (venía de bajas de 0,1% en el primer trimestre y 0,2% en el último de 2018). A su vez, la comparación interanual dio un alza de 0,1% en abril-junio cuando había caído 0,3% en enero-marzo.

¿Qué implican estos números? Según los analistas consultados por El País, los datos del segundo trimestre no muestran mayores sorpresas y confirman el estancamiento que arrastra la economía uruguaya desde el segundo trimestre de 2018.

De hecho, según un comunicado del Centro de Investigaciones Económicas (Cinve), “considerando la variación observada del primer trimestre (con la del segundo), el acumulado semestral dio lugar a una reducción de 0,1%”.

El Ministerio de Economía y Finanzas tiene una proyección de crecimiento del PIB de 0,7% este año. En tanto, el consenso de bancos y consultoras encuestados en FocusEconomics Consensus Forecast LatinFocus prevé una expansión de 0,6%.

Evolución PIB. Foto: EL País
Foto: El País

Estancamiento.

El dato del segundo trimestre “no modifica el diagnóstico: la economía está estancada desde hace cinco trimestres (tendencia ciclo o desestacionalizado)”, afirmó el gerente del Área Económica de CPA Ferrere, Santiago Rego.

“Teníamos un pronóstico bastante similar (al que ocurrió)” que marcaba “el mantenimiento de un desempeño pobre de la economía, aunque no necesariamente peor que el de enero-marzo”, explicó por su parte, la gerente senior en el área de Asesoramiento Económico Financiero de Deloitte, Florencia Carriquiry.

“En términos generales, y más allá de la ligera suba del PIB frente a enero-marzo, las cifras ratifican el diagnóstico de una economía que sigue estancada, con varios sectores en retracción y con una demanda interna en caída”, agregó.

Para el socio de Vixion Consultores, Aldo Lema, los datos reflejan “la prolongación de un escenario de estancamiento. Si bien hubo sectores que mostraron mejoras puntuales como el agro y el comercio respecto al primer trimestre, se acentuaron los problemas en la manufactura y la recesión de la construcción”.

Según la directora del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la UdelaR, Gabriel Mordecki al observar las variaciones interanuales, “se revierte la caída del sector agropecuario y sigue creciendo Transporte, almacenamiento y comunicaciones. Del lado de la demanda, sigue estancado el consumo del sector privado (ver aparte), aunque crece la demanda externa” y “la inversión sigue cayendo” (ver aparte).

El subdirector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Santiago Soto señaló en su cuenta de Twitter que “Uruguay se mantiene fuera de la recesión pese a la enorme crisis regional e incertidumbre mundial”.

PIB por sector. Foto: El País
Foto: El País

El segundo semestre.

La apuesta del gobierno es a que en el segundo semestre se empiecen a ver “indicios positivos en materia de inversión privada” y eso ayude a “retomar el crecimiento” de la economía, había dicho el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori. Los analistas no esperan mayores cambios.

“Es poco probable un gran cambio para el segundo semestre, considerando el deterioro adicional registrado en el entorno externo, por la crisis de Argentina, el desempeño mediocre de Brasil y la contracción del comercio mundial”, resumió Lema.

Mordecki señaló que “podría comenzar a verse el impacto del proyecto Ferrocarril Central (para la segunda planta de UPM), pero no hay otros factores dinámicos en el horizonte de corto plazo, ante la situación de Argentina y Brasil”.

Carriquiry recordó que en Deloitte “desde hace varios meses venimos proyectando un crecimiento del PIB muy modesto para 2019, de 0,4% en el promedio del año.

Según Rego, “este año va a ser de bajo crecimiento/estancamiento, con un crecimiento de 0,7%. Se espera un leve impulso sobre la actividad en lo que resta del año derivado de las inversiones en obras viales y del Ferrocarril Central. A pesar de lo anterior, la prolongación del escenario recesivo en Argentina y su impacto en Uruguay constituye un riesgo a la baja sobre las proyecciones de crecimiento (en particular, a través del canal turístico y cambiario)”.

Sectores.

Cinve remarcó que en el segundo trimestre “el sector Agropecuario mostró una variación positiva de 0,9%, por el incremento en la cosecha de maíz y soja en comparación con la mala zafra de 2017/2018. A su vez, tanto Suministro de Electricidad, Gas y Agua como Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones registraron nuevos incrementos en su actividad (3,5% y 5,5%, respectivamente). El crecimiento en este último se explica por la dinamización en el almacenamiento y transporte de bienes agrícolas y el incremento en la producción de los servicios de datos móviles”.

En tanto, “la Construcción exhibió una caída de -4,7% provocado particularmente por la disminución de obras públicas. Los sectores de Comercio, Reparaciones, Restaurantes y Hoteles e Industria Manufacturera mostraron nuevamente una variación negativa, de -2,6% y -1,9% respectivamente. Dentro de este último se destaca la caída transitoria en la refinería de petróleo”, agregó.

PIB interanual. Foto: El País
Foto: El País

Analistas monitorean crisis de Argentina

Los analistas consultados por El País señalaron que el dato de PIB del segundo trimestre no lleva a modificar demasiado las proyecciones que tienen para la economía uruguaya en este año y el próximo.

“El PIB del segundo trimestre, junto a la leve revisión a la baja del primero, reafirma el rango estimado para 2019 (0% a 0,5%) y 2020 (entre 1% y 2%), favorecido éste último por el inicio de la construcción de UPM y algunas de sus inversiones relacionadas”, señaló Aldo Lema de Vixion Consultores.

“S bien estos datos de abril-junio no fueron peores a lo que teníamos estimado, en estos últimos meses se ha ido configurando un escenario externo más negativo, con una situación regional que se ha deteriorado fuertemente. Eso supone un shock negativo para el país y probablemente nos lleve a revisar algo a la baja los pronósticos”, indicó Florencia Carriquiry de Deloitte. Esa consultora prevé hasta el momento una expansión de 0,4% en 2019 y de 2% en 2020 (sin UPM sería 0,5%).

“En líneas generales, ya veníamos manejando un panorama de muy pobre crecimiento para estos años”, añadió.

En CPA Ferrere, “por el momento mantenemos las proyecciones (de 0,7% de crecimiento en 2019) porque el dato no implica una innovación al diagnóstico. Sin embargo, estamos monitoreando la situación de Argentina donde hay altas chances que el shock negativo se profundice”, dijo Santiago Rego.

La “proyección de crecimiento para el año que viene es 2,6%. De todas formas, intensidad de la crisis en Argentina es un riesgo a la baja sobre esta proyección”, agregó.

“Con este dato no cambiaron nuestras proyecciones. Para 2019 proyectamos un crecimiento que podría llegar a 0,3% y en 2020 un crecimiento algo mayor, ya que sin otras novedades, comenzará a pesar el inicio de las obras de UPM 2”, expresó Gabriela Mordecki.

Consumo, el motor que sigue apagado
Tres trimestres de baja
Víctimas: las principales víctimas de los robos eran los supermercados y los artículos eran en general objetos de consumo caros. Foto: Fernando Ponzetto

Foto: Fernando Ponzetto. 

Del lado de la demanda, uno de los “motores” del PIB es el consumo, pero siguió apagado en el segundo trimestre. En efecto, el gasto de consumo final se mostró estancado (0% de variación) en el segundo trimestre del 2019 frente a igual período del 2018, explicado por una baja del gasto de los hogares y las empresas de un 0,1%, y una suba del consumo del gobierno de 0,4%.

En el primer trimestre de 2019 (frente a igual período de 2018) el consumo había caído 0,2% (-0,4% en el caso de empresas y hogares) y en el último trimestre de 2018 también había bajado 0,2% respecto a igual período de 2017 (-0,5% en el caso de empresas y hogares). Así, el consumo sigue técnicamente en recesión al registrar dos trimestres consecutivos de caída y un tercero en el que está igual.

Las perspectivas para este “motor” del lado de la demanda no son buenas. Es que en consonancia van los datos de la Dirección General Impositiva (DGI) sobre la recaudación de IVA e Imesi divulgados ayer (ambos impuestos gravan el consumo).

El primero de los impuestos mostró en el período enero-agosto una baja en la recaudación de 0,4% en términos reales, mientras que el Imesi registró una caída de 2,5%. En este último caso, hay una reducción en todos los rubros que tributan (tabacos y cigarrillos, automotores, bebidas y otros), menos en combustibles.

Inversión privada cae, pero menos
¿Una señal?
Foto: Pixabay

Foto: Pixabay.

Otro de los “motores” del PIB del lado de la demanda hace tiempo que está apagado. Es que la inversión completó en abril-junio, 10 trimestres consecutivos sin crecimiento. De hecho, cayó en nueve de ellos y se mantuvo estable en el tercer trimestre de 2018.

La formación bruta de capital fijo cayó 4,1% en abril-junio de este año frente a igual período de 2018. En el trimestre previo (también en comparación interanual) la caída había sido de 1,8%. La inversión representa el 15,5% del PIB.

En el segundo trimestre, La inversión privada se contrajo 1%, mientras que en el primer trimestre había disminuido un 3,7%.

En tanto, la inversión pública se redujo 15,9% en abril-junio frente al mismo período de 2018, cuando venía de crecer 8,3% en enero-marzo ante igual lapso del año previo.

Esta caída fue explicada por el Banco Central en que en 2018 se dio “un importante valor por la adquisición de una draga para el puerto y un aumento en construcción” por inversiones de la Intendencia de Montevideo. Al comparar contra esos meses, se da la baja.

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