Estados Unidos creció a un ritmo anualizado de 3,7% entre abril y junio, según la segunda revisión del Producto Interior Bruto (PIB) publicada ayer, que da a los mercados un respiro tras las dudas sobre China y que permitiría justificar una pronta subida de tipos de interés de la Reserva Federal (Fed).

El Departamento de Comercio realizó una inesperada revisión al alza de la primera estimación del PIB, que había situado en 2,3%, por la mejora de la mayoría de los apartados que impulsan la actividad económica de Estados Unidos.

El sólido crecimiento revisado de la primera economía mundial se da tras un moderado avance de solo 0,6% en los tres primeros meses del año y en un momento de incertidumbre en los mercados bursátiles por las dudas sobre la estabilidad de China.

La oficina estatal estadounidense revisó al alza el consumo, la inversión fija de capital, el gasto público y las exportaciones, lo que permite una mejora del optimismo poco antes que el Comité del Mercado Abierto de la Fed decida en septiembre si aumenta los tipos de interés, que están cercanos a cero desde finales de 2008.

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