El Producto Interno Bruto (PIB) de China creció 6,7% en el segundo trimestre, según datos oficiales publicados ayer. La actividad aumentó por encima de lo previsto, lo que alimenta las esperanzas de una estabilización de la segunda economía mundial, fuertemente ralentizada.
El dato del segundo trimestre es idéntico al del trimestre anterior. "La economía nacional se ha desarrollado de forma moderada pero estable y sana", anunció la Oficina Nacional de Estadísticas, que dice confiar en que se alcance el objetivo de crecimiento anual, fijado entre 6,5% y 7%.
El crecimiento del período abril-junio es además superior a la previsión media de un panel de 17 analistas, que esperaban una expansión del PIB del 6,6%.
"Es una buena sorpresa, no hay dudas. Pero pienso que se debe a una aceleración significativa del crecimiento del crédito", declaró Klaus Baader, economista en jefe de la Société Générale en Hong Kong.
"China va camino de alcanzar su objetivo de crecimiento", estimó Haibin Zhu, economista jefe de JP Morgan. A su vez, destacó que si bien la producción industrial sigue siendo "muy fuerte", la inversión privada es floja. En el conjunto de 2015, la economía china creció 6,9%, el dato más bajo en 25 años.
ENCIMA DE LO ESPERADO