DATO

El déficit fiscal se redujo en 2021 y alcanzó a 3,9% (US$ 2.268,1 millones) del Producto Interno Bruto (PIB), según divulgó ayer el Ministerio de Economía y Finanzas(MEF) a través de un comunicado, esto es 1,2 puntos del PIB menos que en 2020. Pero, el déficit “incluye el ingreso de fondos al Fideicomiso de la Seguridad Social”, que era de 0,5% del PIB en 2021 dijo el MEF.

Esos son ingresos extraordinarios y están afectados al futuro pago de jubilaciones de los “cincuentones” que salieron de las AFAP. Estas, son personas que tenían menos de 40 años en 1996 cuando empezó el sistema previsional mixto y se vieron obligados a afiliarse por su nivel salarial a una AFAP. Al salirse y volver al régimen previo (solo por el Banco de Previsión Social sin topes de jubilación), sus ahorros en las AFAP pasan al fideicomiso. Si bien actualmente hay un ingreso extraordinario a las arcas del Estado, luego que se termine el pasaje de “cincuentones”, el costo de pagarles las jubilaciones superará con creces lo que ingresó.

Al excluir esos ingresos, el déficit fiscal del sector público consolidado fue de 4,4% del PIB en 2021. Eso equivale a US$ 2.558,9 millones. En 2020 el déficit había sido de 5,8% del PIB.

Así, el gobierno sobrecumplió su meta fiscal por segundo año consecutivo. En 2020 la meta del gobierno era de un déficit de 6,5% del PIB y el déficit fue de 5,8%. En 2021 la meta era de 4,9% del PIB y el rojo de las cuentas públicas fue de 4,4% del PIB.

En tanto, el déficit primario (antes del pago de intereses de deuda) se ubicó en 1,7% del PIB (US$ 988,7 millones), una mejora de 0,8% del PIB respecto a 2020.

El MEF informó que los efectos imputados al Fondo Solidario COVID-19 se estimaron en 1,7% del PIB en 2021 (en 2020 había sido 1,3% del PIB).

Eso significa que por seguros de desempleo y subsidios por enfermedad, por partidas de alimentación, canastas e incremento puntual de asignaciones familiares, entre otros, (a causa del coronavirus) el gobierno gastó US$ 988,7 millones en 2021 (una vez restados los ingresos al fondo).

Varios factores llevaron a que el déficit se redujera en 2021 frente a 2020 y buena parte de ellos, no se repetirán este año.

Para 2022, la meta del MEF es llevar el déficit a 3,1% del PIB, una reducción similar a la que se dio en 2021 (en esa ocasión fueron 1,4 puntos del PIB y para 2022 serían 1,3 puntos del Producto).

Por un lado, la recaudación de la Dirección General Impositiva mejoró en 0,6 puntos del PIB, gracias a la reactivación de la economía. Con ello y pese a una caída en otros ingresos, los ingresos del gobierno central-Banco de Previsión Social (BPS) mejoraron en 0,1% del PIB hasta 27,2% del PIB.

Del lado de los gastos, la mejora fue de 0,6% del PIB (hasta 27,7% del PIB) por menores pagos de remuneraciones, transferencias, pasividades y menores inversiones. Esto parece difícil de repetir, en un contexto de mejora del salario. Además las inversiones están en un mínimo histórico.

Por otro lado, los pagos de intereses de deuda disminuyeron en 0,4% del PIB (hasta 2,2% del PIB). También parece difícil que el gobierno pueda endeudarse este año a menores tasas, en un contexto de suba de las mismas a nivel internacional.