LEY DE URGENCIA

La defensa que realizó el gobierno de uno de sus buques de campaña como la desmonopolización del mercado de los combustibles y la afirmación que el objetivo es transformar a Ancap en “un operador regional”, provocó un cruce con legisladores de la oposición el lunes en la Comisión Especial del Parlamento que analiza el proyecto de ley de urgente consideración.

El ministro de Industria, Omar Paganini, explicó que la estructura actual del mercado de combustibles “favorece las ineficiencias” y sumando competidores a Ancap se pretende “incentivarla a que pase de ser una empresa que tiene asegurado el mercado local a una que tiene que conseguir mercados en la región, que los hay”. Dijo que “no es un planteo para que Ancap juegue a la defensiva, sino para que pase a jugar también en la cancha grande”.

Tras esto habló la exministra de Industria, Carolina Cosse, que preguntó si había “algún estudio técnico fundamentado, aplicado a la realidad uruguaya, que muestre los beneficios” de la medida, qué pasaría con la refinería de Ancap y qué condiciones se le exigirían a un eventual importador de combustibles.

“Puede estar tranquila la senadora Cosse que Ancap va a poder competir perfectamente con el producto importado. Si el tema está en que se achique el mercado porque alguien pueda competir un poco, también se puede quedar tranquila porque en la región tiene otros mercados”, respondió Paganini. Esto provocó una respuesta de Cosse y que el presidente de la Comisión, Gustavo Penadés, le aclare al ministro que no debe aludir a los senadores y que si no está en condiciones de responder puede enviar luego la información solicitada.

Luego de que la senadora frenteamplista reiterara sus consultas, intervino el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Isaac Alfie: “En los estudios que se puede hacer, en la peor de las hipótesis que uno formule, todos sabemos que la planilla de Excel soporta lo que uno quiere que dé al final del camino. La única verdad, al final, termina siendo el precio del mercado”, respondió a Cosse. Sostuvo que si se abre el mercado de combustibles y “alguien quisiera abusar del precio estará Ancap al precio que tenga, lo que nos va a asegurar, es que Ancap no tenga desvíos como sucedió en el pasado, porque como deberá competir y sostener ese precio, no va a tener dinero para que haya desvíos”.

Alfie afirmó que los argumentos contrarios a esta medida “son los mismos que se esgrimieron cuando se desmonopolizó” el puerto, los seguros y la telefonía celular. “¿Y al final, qué pasó? Lo único que sucedió fue que mejoraron las empresas públicas. Ninguna de esas empresas públicas tuvo problemas después. Las únicas que terminaron teniendo problemas, sobrecostos e inconvenientes de otro tipo son las que permanecieron en el régimen de monopolio”, expresó.

También el director de OPP indicó que el monopolio de Ancap “data de la época de los nacionalismos y los fascismos; un mundo que afortunadamente no tiene nada que ver con el actual”. Tanto él como Paganini, remarcaron que “la apuesta” del gobierno es que la empresa “compita a nivel de la región donde creemos que hay oportunidades de desarrollo”.

El ministro dijo que la demanda de combustibles derivados (gasoil, naftas, gas) es “alimentada desde Estados Unidos y del Golfo de México en su mayor parte, por qué Ancap no puede participar en el mercado mayorista regional con su refinería”.

Además, señaló que uno de los argumentos en contra de la desmonopolización es que “Ancap va a perder mercado, pero yo digo que no es así, que eso no está garantizado, (porque) si la refinería está habilitada para competir lo va a poder hacer muy bien, porque está compitiendo con productores que están bien alejados”.

En esa línea, Paganini complementó: “Ancap no debe tener miedo a jugar regionalmente ni a que haya un competidor local. ¿Por qué queremos competencia? Porque, en general, eso genera eficiencia y hace que se puedan bajar los costos. Nuestro foco en estos dos argumentos, es complementario. En el mercado interno queremos un regulador fuerte (la Ursea) que no sea Ancap, que busque el interés del ciudadano, y una Ancap que deje de pensar en términos de monopolio y lo haga en términos de operador regional”.

Los cuestionamientos desde el Frente Amplio apuntaron a qué pasará con la refinería de La Teja y las inversiones que hizo Ancap —”se van a duplicar esfuerzos e instalaciones que ya hay en Uruguay, no parece razonable”, dijo Cosse—, a la pérdida de soberanía nacional y la similitud del artículo con “la ley de 2002 (de empresas públicas) que fuera derogada por referéndum”.

A su vez, el senador Guillermo Domenech de Cabildo Abierto —tras definirse como “simple paisano” que quiere “disponer de un combustible un poco más económico”— consultó a las autoridades “qué seguridad nos brinda la competencia de que realmente vamos a tener un combustible más económico”. Esto no tuvo respuesta directa de las autoridades,

En respuesta a un planteo de Cosse, Paganini aclaró que las reglas para el importador que compita con Ancap quedarán definidas en la reglamentación que hará el gobierno, pero en su opinión debe “cumplir una serie de condiciones como asegurar suministros por plazos y cobertura en diferentes tipos de combustibles”. También dijo que no habrá cambios en el subsidio al boleto —que explica parte del precio de venta de los combustibles—, ni en la estructura impositiva ni en las exigencias en materia de incorporación de biocombustible de producción local.