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¿Cuánto es la presión del IRPF sobre los ingresos tras el ajuste?

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En la campaña actual la DGI recibió 9.061 más que el año anterior. Foto: F. Ponzetto

Efecto del ajuste fiscal

Los cambios en las escalas y las tasas sobre los ingresos y las deducciones del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) categoría II (rentas del trabajo) impactaron en la presión de este tributo sobre el ingreso de las personas.

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En el marco de las XI Jornadas Tributarias organizadas por la Dirección General Impositiva, el Departamento de Estudios Económico-Tributarios presentó un informe con las principales mediciones del Impuesto a las Rentas de las Personas Físicas (IRPF) a 10 años de su entrada en vigencia.

Los primeros datos presentados por la economista María de Sol Mascarenhas y la contadora Ana Inés Sabbia, se centraron en comparar las variaciones de la recaudación del IRPF categoría I (que grava el capital) respecto a la recaudación de todos los impuestos de DGI.

Sobre este punto, los datos reflejan que desde 2009 a 2017 la participación del impuesto, es decir su peso dentro del total recaudado, ha tenido un aumento sostenido al partir de 1,43% en 2009 a 2,38% en 2017.

Sobre la participación en la recaudación total del IRPF categoría II (que grava las rentas generadas por trabajo), también ha registrado un aumento constante de un 9,23% del total en 2009 a un 15,43% en 2017.

Si se suman ambas categorías, el IRPF representaba el 11% de la recaudación total en 2009, mientras que en 2017 esa cifra aumentó al 18% siendo el segundo impuesto de mayor recaudación detrás del IVA.

A lo largo de los últimos años se han realizado múltiples modificaciones en el diseño del IRPF, en 2017 tras la aprobación de la Ley 19.438, se realizaron cambios en las escalas y las tasas sobre ingresos y deducciones producto de un ajuste fiscal.

Este cambio implicó que para la determinación de las deducciones, se aplicaron dos escalas: 10% si los ingresos nominales son iguales o inferiores a 180 BPC al año ($ 692.640 anuales o $ 57.720 mensuales) y 8% si los ingresos nominales son superiores a 180 BPC al año.

En el Departamento de Estudios Económico-Tributarios de DGI simularon qué hubiese pasado con la cantidad de contribuyentes y con la recaudación de haberse mantenido el diseño anterior (el vigente hasta 2016) y cómo resultó con el diseño final aprobado en 2017.

En relación a esto, los datos reflejaron que con el diseño de 2016 y con ingresos por trabajo de $ 607.934 millones corrientes, el total recaudado por el impuesto hubiese sido de $ 38.712 millones con una presión fiscal de 6,4% (sobre los ingresos). Sin embargo, al implementar el nuevo diseño en 2017, el total recaudado por los mismos ingresos fue de $ 48.292 millones, con una presión fiscal de 7,9%.

Si se observa la evolución que ha tenido —en el período comprendido entre el 2009 y 2017— la presión fiscal sobre ingresos, es decir, la evolución del cociente entre la recaudación de IRPF categoría II sobre los ingresos para los contribuyentes que efectivamente pagan, tuvo un claro aumento en 2017 (7,94%), ya que en 2009 la presión fiscal era de 5,35%.

Quizás una de las modificaciones más trascendentales en cuanto al diseño del IRPF por rentas del trabajo fue en 2009 cuando entró en vigencia la Ley 18.341 que creó la opción de que el contribuyente pudiera optar por liquidar por núcleo familiar.

Los núcleos familiares son aquellos integrados exclusivamente por personas físicas residentes, en tanto ejerzan la opción de tributar conjuntamente. Podrán constituir núcleo familiar, los cónyuges y los concubinos reconocidos judicialmente y este beneficio estará restringido únicamente a las rentas del trabajo y no a las del capital.

Ajuste de la BPC no solo varía el mínimo no imponible del IRPF e IASS. Foto: Archivo
Foto: Archivo El País.

Según indicaron las profesionales, "esta opción (de liquidar como núcleo familiar o de forma individual) estuvo pensada desde el principio de la reforma tributaria, pero se entendió que esos cambios debían ser incorporados una vez que el sistema estuviera consolidado", es por esto que recién a partir de 2009 se implementó.

Al observar la cantidad de contribuyentes que han presentado declaración jurada de núcleo familiar, se observa un crecimiento constante desde 2009 hasta 2013, en este último año se presentaron 22.567 declaraciones juradas.

Sin embargo, a partir de ese año la cifra comenzó a descender y, según los últimos datos correspondientes a 2017, se presentaron 14.110 declaraciones juradas por núcleo familiar.

"Esa caída no es porque sean contribuyentes omisos, sino que son contribuyentes que han optado por liquidar de forma individual", indicaron las responsables del informe.

Al analizar el gasto tributario por la opción de núcleo familiar, es decir, el dinero que deja de recaudar DGI por ese tratamiento diferencial, se refleja una caída relativamente importante en 2017.

¿Cómo se mide ese gasto tributario? En el Departamento de Estudios Económico-Tributarios explicaron que se realizó una estimación respecto a cuánto hubiera sido el monto a pagar por IRPF individual de cada uno de los integrantes del núcleo, sumaron esas cifras y restaron la diferencia a cuánto fue efectivamente el monto a pagar por núcleo familiar.

Sobre la evolución se ve que mientras que en 2014 la renuncia de DGI fue de $ 178.003.944 (0,52% del total del IRPF por rentas al trabajo), en 2015 fue de $ 178.856.577 (0,50%), en 2016 de $ 172.493.317 (0,46%) y en 2017 de $ 117.846.026 (0,24%).

"Consideramos que la forma normal de liquidar, es la opción individual, por lo tanto, la liquidación por núcleo familiar es un tratamiento diferente y beneficioso para quienes lo hacen, por eso la consideramos gasto tributario", concluyeron.

El alcance del impuesto a las rentas del trabajo

Según refleja el informe de la Dirección General Impositiva (DGI), en 2017 el alcance del impuesto a las rentas del trabajo (la relación entre la cantidad de contribuyentes y la cantidad de personas con ingresos), llegó a 34,2%. Esto responde a la inquietud sobre cuánta gente efectivamente paga el impuesto. Si se observa la evolución entre 2009 y 2017, se ve que el primer año el impuesto tenía un alcance del 25%, mientras que en 2017 un 34,2% de los informados terminaron efectivamente pagando.

Principales modificaciones en el IRPF por rentas de capital

El diseño del Impuesto a las Rentas de las Personas Físicas por rentas provenientes del factor capital, también ha sido modificado en los últimos años. Una de las más relevantes se realizó en 2017 (producto del ajuste fiscal) con la creación de los dividendos y utilidades fictos, es decir se considera que debe pagar IRPF a la distribución de dividendos, cuando las utilidades presenten una antigüedad mayor o igual a cuatro años sin ser distribuidas.

DGI: el informe de Gasto Tributario incluye a siete impuestos que significan el 99% del monto recaudado por el organismo durante 2017. Foto: Fernando Ponzetto.
Foto: Fernando Ponzetto.

Estos dividendos y utilidades fictos se imputan en el tercer mes de la liquidación del ejercicio siguiente al cómputo del referido plazo. En este caso, los pagos realizados por IRPF por los dividendos y utilidades fictos es imputado a los dividendos o utilidades reales, debiendo el responsable retener la diferencia.

Asimismo, a partir del 2017 quedaron gravadas las utilidades distribuidas por sociedades personales prestadoras de servicios personales, por fuera de la relación de dependencia incluidos en el Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas (IRAE) por opción y entidades unipersonales siempre que en ambos casos superen los 4 millones de UI de ingresos.

Si se observa la evolución de la retención sobre dividendos y utilidades, se evidencia cómo los dividendos y utilidades reales tienen un crecimiento constante. Para los años 2016 y 2017, el informe muestra el impacto que tienen los dividendos y utilidades fictos que resultan de la recaudación que se tiene por IRAE. Otras modificaciones en el diseño de IRPF por capital se realizaron en 2011 tras la aprobación de las leyes 18.718 y 18.910, en las que se gravaron las rentas obtenidas por personas físicas; se incluyeron rentas de fuente extranjera por rendimientos de capital mobiliario, provenientes de entidades no residentes originados en depósitos, préstamos y toda colocación de capital o de crédito; la imputación del crédito fiscal por impuestos pagados en el exterior y el régimen de impatriados.

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